Una ocasi¨®n ¨²nica para los bohemios
Centenares de personas participan en la d¨¦cima noche de Max Estrella en Madrid
Dicen que no hay nada peor que ser bohemio cuando ya no hay bohemia, pero Valle-Incl¨¢n puede estar tranquilo. La ruta que el escritor hac¨ªa cada noche regado de absenta, y que un d¨ªa recorri¨® su personaje Max Estrella en Luces de Bohemia, goza de una buena legi¨®n de fieles. Ayer, m¨¢s de 300 aprendices de personajes de teatro siguieron los pasos del genial personaje, en la d¨¦cima edici¨®n de la Noche de Max Estrella, celebrada dentro de los actos del D¨ªa Mundial del Teatro y organizada por una serie de personas del mundo teatral madrile?o.
A las siete de la tarde y con una puntualidad muy poco bohemia, comienza un paseo que lleva a los asistentes por los rincones principales de la obra m¨¢s conocida de Valle-Incl¨¢n. Ignacio Amestoy, director de la Escuela de Arte Dram¨¢tico, ejerce de maestro de ceremonias de lo que, entre los organizadores, se define como "una reuni¨®n de bohemios". Para Amestoy, el bohemio es todo aquel que est¨¢ "inc¨®modo con la situaci¨®n consumista actual" y que se muestra cr¨ªtico "con una realidad que huye de la cr¨ªtica".
"En las calles de Madrid, hace algunas d¨¦cadas, se libraba una simb¨®lica batalla entre los bohemios, que aspiraban a vivir del cuento, y los llamados sportman, que ser¨ªan los metrosexuales contempor¨¢neos", cuenta Juan Carlos, historiador experto en la materia. Hoy los bandos est¨¢n descompensados. "Ahora casi todo el mundo es burgu¨¦s, ?con lo mal visto que estaba eso antes entre los intelectuales!", exclamaba la periodista Rosana Torres en la segunda parada del recorrido.
La marcha contin¨²a y frente a la Bu?oler¨ªa de San Gin¨¦s se actualiza un di¨¢logo con Don Latino. Lo representan Roberto Cerd¨¢, director, y el actor Alberto Jim¨¦nez. En la charla, un viejo explica a un joven lo que es el esperpento. Cuando termina, el chico s¨®lo hace una observaci¨®n: "Eso no es el esperpento, es el peri¨®dico de hoy".
"Con hijos no se puede ser bohemia", dice una mujer. Mari Cruz se r¨ªe. A ella, junto con otras compa?eras, las ha tra¨ªdo a la marcha Encarna, su profesora de literatura en el centro de ense?anza para mayores Dulce Chac¨®n. El paseo va llegando a su fin. El actor Miguel Gallardo emociona al p¨²blico reivindicando al poeta Armando Buscarini frente a la casa de Valle en el Ateneo y el candidato del PSOE a la alcald¨ªa, Miguel Sebasti¨¢n, aprovecha la ocasi¨®n para dar un mitin pol¨ªtico que enfada a alguno de los presentes.
Ya es noche cerrada en Madrid, y en el C¨ªrculo de Bellas Artes suena el himno de los peregrinos, el "Babilonio". Despu¨¦s llega la tradicional chocolatada para reponer fuerzas y hacer frente a una noche que, cuando menos, se promete bohemia.
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