Est¨¦ticas
Mientras en Cambio radical (Antena 3) unas personas que no se gustaban concursaban para que les pagaran una cirug¨ªa est¨¦tica, en Tele 5, a la misma hora, unas chicas compet¨ªan para conseguir el t¨ªtulo de Miss Espa?a. Las feas ganaron en audiencia. En el concurso de misses, el desfile en biquini, bajo la sinton¨ªa de Sex bomb, se acompa?aba de una ficha con nombre, edad, medidas (los datos sobre los tres contornos y la altura) y oficio o estudios. Los espectadores votaban con SMS.
En Antena 3, Chelo odiaba su nariz, boca y pecho. El precio de que la emisora le pagara la operaci¨®n era mostrarse en su estado preliminar, de fea. Esta exposici¨®n se ofreci¨® con detalle, acompa?ada de testimonios familiares. De Sandra tambi¨¦n explicaron sus complejos (por culpa de dientes y pecho) y hubo una exhibici¨®n pormenorizada de sus fealdades y silueteado de gl¨²teos. En ambos casos, el cirujano colaborador disfrut¨® de notable protagonismo. Las dos concursantes se somet¨ªan al quir¨®fano por ellas y, dec¨ªan, para estar c¨®modas con sus novios o maridos. No eran casos de cirug¨ªa reparadora. El espectador pod¨ªa dudar sensatamente de que el arreglo tuviera que pasar por el bistur¨ª y no por romper rancios estereotipos. Una de ellas estaba celosa de Nicole Kidman. Precisamente la Kidman, su personaje, ha pasado por la cl¨ªnica de la estupenda Nick / Tup. Su pareja de m¨¦dicos siempre hace la misma primera pregunta a sus clientes: ?qu¨¦ no le gusta de su cuerpo? La Kidman quiere que la injerten las cenizas de su marido en el pecho para que descanse en el lugar que m¨¢s le gustaba. Hay cirujanos que no ponen obst¨¢culos a sus pacientes.
En Cambio radical entraron en el quir¨®fano de la rinoplastia, rasgado del ojo, injerto mamario... Se vieron los desechos de grasa. El relato sobre el sufrimiento fue meticuloso, obsceno. No tiene nada que ver con, por ejemplo, el carnal art de Orlan, que se somete a la cirug¨ªa est¨¦tica como un trabajo art¨ªstico sobre el estatuto del cuerpo, los iconos dominantes, el tab¨² de la identidad y la mutaci¨®n. En Cambio radical, todo es m¨¢s simple y triste.
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