La versi¨®n contracorriente de los artistas
Los artistas contempor¨¢neos no lo tienen f¨¢cil estos d¨ªas en Cartagena de Indias. La competencia es dura. Hace falta algo m¨¢s que una performance para estar a la altura de la entrada (a medio camino entre la NBA y los Stones) de Bill Clinton en la sesi¨®n inaugural del Congreso de la Lengua; algo m¨¢s que una coreograf¨ªa para hacerse notar en medio del baile de polic¨ªas que ha limpiado el centro de sospechosos.
Aun as¨ª, una veintena de artistas (la mitad espa?oles) intenta recordar que las palabras est¨¢n cargadas de un brillante futuro pero tambi¨¦n de un oscuro pasado de contradicciones y malentendidos. El resultado se llama Cart(ajena), un proyecto patrocinado por la Sociedad Estatal para la Acci¨®n Cultural Exterior de Espa?a y comisariado por el espa?ol Jorge D¨ªez y el colombiano Jos¨¦ Roca. Con el lenguaje como hilo conductor, cada artista ha intervenido en una zona del casco hist¨®rico de Cartagena. La mayor¨ªa de los creadores es de la ultim¨ªsima generaci¨®n de artistas iberoamericanos: de los espa?oles Alicia Mart¨ªn, Jon Mikel Euba o Fernando S¨¢nchez Castillo a los colombianos Johanna Calle y Oswaldo Maci¨¢ pasando por el mexicano Pablo Helguera.
En una ciudad estrictamente vigilada las 24 horas del d¨ªa, puede resultar revolucionario escribir en la fachada del rotundo Palacio de la Gobernaci¨®n la palabra "Civilizaci¨®n" usando prendas de vestir de mil colores, como ha hecho Ester Parteg¨¤s. Lo mismo que convertirse en reportero del diario La Verdad como ha hecho Raimond Chaves. Aunque por unos d¨ªas las autoridades son m¨¢s flexibles con los artistas que con los vendedores ambulantes, no ha faltado ya quien haya pedido al Museo de Arte Moderno que retire del escaparate de su tienda la obra Chikiflay vs. Megadown (dos formas de decir "tonto del culo" en argot), un v¨ªdeo en el que Juan L¨®pez confronta la jerga de los insultos de Espa?a y Colombia. El argumento es, claro, la mala imagen que esta particular versi¨®n del lema del Congreso (unidad en la diversidad) pueda terminar dando de una ciudad convertida en un as¨¦ptico parque tem¨¢tico del espa?ol.
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