Partamos de la base
Partamos de la base de que nunca una televisi¨®n espa?ola, sea p¨²blica o privada, alcanz¨® en su historia reciente cifras tan altas de audiencia, un share como el alcanzado el martes, con un formato tan barato, unos costes de producci¨®n tan bajos (muy inferiores a cualquier casting de un reality y excuso decir a una simple tertulia de periodistas) y una repercusi¨®n medi¨¢tica tan enorme. No s¨¦ cu¨¢ntos euros habr¨¢ pagado TVE a los franceses por ese invento de la entrevista colectiva al presidente Zapatero, pero supongo que mucho menos que cualquier exclusiva motera, futbolera, peliculera o sencillamente rosa.
Partamos de la base, en segundo lugar, de que el muestreo de Demoscopia para seleccionar a los entrevistadores en el plat¨® ha sido m¨¢s democr¨¢tico y plural que cualesquiera de los utilizados en esas tertulias de la radio y la televisi¨®n que intentan fingir neutralidad y objetividad por el truco de rumiar siempre la misma agenda pol¨ªtica ideol¨®gica, aunque de reconocible ideolog¨ªa, a base de invitar al plat¨® a alguna excepci¨®n period¨ªstica en la tertulia, para que no se diga.
Partamos de la base, tambi¨¦n, de que en la masiva entrevista a Zapatero, por muy demosc¨®pica que haya sido articulada, estuvo dominada (sobre todo en la primera parte) por esa muy reconocible y crispante agenda pol¨ªtica que la derecha espa?ola ha sido capaz de imponer al pa¨ªs desde sus ¨²ltimos y radicales machaqueos medi¨¢ticos. No se pod¨ªa entender la ra¨ªz (ideol¨®gica) de las primeras preguntas a Zapatero al margen de esas hist¨¦ricas manifestaciones rojigualdas que estos d¨ªas organiz¨® el PP para acabar por la v¨ªa r¨¢pida con Zapatero. Desde aquella primera pregunta sobre De Juana y Otegi formulada por aquella chica morena y tan guapa vestida de amarillo y que se proclamaba una decepcionada ex votante de Zapatero, hasta el ya famoso nieto del abuelo Patxi que intervino sobre el precio del caf¨¦. Una vieja y t¨ªpica pregunta minimalista de la derecha cafetera espa?ola para pillar al presidente, y a quien sea, en flagrante contradicci¨®n maximalista y que ni siquiera un periodista demag¨®gico, y mira que los hay, se atreve ya a formular impunemente.
Y partamos de la base, en fin, de que despu¨¦s de haber inaugurado un formato televisivo democr¨¢tico que bati¨® r¨¦cords de audiencia, que es un alivio industrial para la televisi¨®n p¨²blica espa?ola, sin necesidad de incurrir en papilla rosa ni desequilibrar nuestra balanza de pagos y que adem¨¢s jubila definitivamente a esos intermediarios period¨ªsticos agarrados a sus temibles y pelmazas agendas pol¨ªticas de maniquea raza ideol¨®gica, y al cabo de las 42 preguntas callejeras y demosc¨®picas a Zapatero, resulta que el resumen medi¨¢tico de la jornada, al d¨ªa siguiente, son los titulares en primera plana de esos 80 c¨¦ntimos del caf¨¦ de Zapatero.
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