El combate por una mundializaci¨®n equitativa
Treinta segundos. Cada treinta segundos muere un ni?o de paludismo en ?frica. S¨®lo 15.000 ni?os seropositivos tienen acceso a un tratamiento en los pa¨ªses menos avanzados, mientras que la vida de 600.000 depende de ¨¦l. La conclusi¨®n es siempre la misma: los medicamentos est¨¢n al Norte y los enfermos, al Sur. ?sta es una realidad escandalosa. Pero ?nos hacemos cargo de la verdadera dimensi¨®n de una fractura que no es s¨®lo sanitaria, sino sobre todo pol¨ªtica?
Las abrumadoras im¨¢genes del abismo que separa a los pa¨ªses ricos y a los pobres circulan por el mundo entero en tiempo real. ?Somos conscientes de que el desaf¨ªo sanitario y el desaf¨ªo migratorio est¨¢n estrechamente relacionados? ?De que las crecientes desigualdades mundiales, con su cohorte de humillaciones y resentimiento, son un terreno abonado para el terrorismo internacional?
Hoy m¨¢s que nunca, el desarrollo, la estabilidad, la lucha contra los fundamentalismos o, simplemente, la paz, deben ser considerados en conjunto. Reducir la salud a su dimensi¨®n humanitaria es un error: la fractura sanitaria es uno de los mayores desaf¨ªos pol¨ªticos de nuestro tiempo. Pero ?d¨®nde encontrar recursos "innovadores"? Las dudas, el escepticismo, eran inmensos. Y, sin embargo, UNITAID ha aceptado ese formidable reto.
Hoy, 34 pa¨ªses se han afiliado a UNITAID o se han comprometido a hacerlo. La facilidad internacional para la compra de medicamentos ha congregado en particular a Brasil, Chile, Noruega y Reino Unido -junto a Francia, los pa¨ªses fundadores-, as¨ª como a Espa?a y a dieciocho pa¨ªses africanos, Chipre y Corea del Sur. La mayor¨ªa de ellos han aprobado, o est¨¢n a punto de hacerlo, una contribuci¨®n solidaria que repercutir¨¢ sobre los pasajes de avi¨®n. Unos cincuenta pa¨ªses, entre ellos China, forman parte del grupo piloto.
?Por qu¨¦ unos cuantos pa¨ªses de ?frica y Am¨¦rica Latina se han decidido, por primera vez, a comprometerse junto a varios pa¨ªses europeos como donantes en la lucha contra el sida, el paludismo y la tuberculosis?
Esos pa¨ªses han tomado una valiente decisi¨®n pol¨ªtica: apoyar la mundializaci¨®n equitativa. Porque UNITAID no es una yuxtaposici¨®n de acciones bilaterales, sino una empresa com¨²n que une a los Estados en una corriente de solidaridad de Norte a Sur, pero tambi¨¦n de Sur a Sur. Es el comienzo de una estrategia ciudadana mundial: un franc¨¦s que ayuda a un congole?o; un brasile?o que ayuda a un senegal¨¦s; un camerun¨¦s que ayuda a un chileno... Es un hombre, una mujer, un ni?o que, al tomar el avi¨®n, ayuda a otro hombre, otra mujer, otro ni?o, cualesquiera que sean sus nacionalidades y de manera completamente an¨®nima. Es tambi¨¦n una nueva forma de pensar el orden mundial: m¨¢s all¨¢ de los Estados, UNITAID cuenta con el concurso de organismos internacionales -OMS, Unicef, Fondo Mundial contra el sida, el paludismo y la tuberculosis-, ONG, asociaciones de enfermos y fundaciones -como la Fundaci¨®n Clinton-.
En 2007, se recaudar¨¢n 300 millones de d¨®lares para financiar la compra de tratamientos de calidad a bajo precio. Ya se han aportado m¨¢s de 200 millones de d¨®lares en acciones, que beneficiar¨¢n a 65 pa¨ªses a partir de este a?o. En eso consiste la equidad: en proporcionar medicamentos eficaces a todo el mundo -no olvidemos que entre el 25 y el 50% de los disponibles en el Sur son medicamentos falsificados-. A partir de 2007, 100.000 ni?os seropositivos dispondr¨¢n de antirretrovirales en 34 pa¨ªses de ?frica y Asia, en vez de esos 15.000 de a?os pasados. A fecha de hoy, ya han sido tratados 45.000 ni?os. Adem¨¢s, otros tratamientos est¨¢n llegando sobre el terreno: antirretrovirales de segunda l¨ªnea, medicamentos contra la tuberculosis para 150.000 ni?os, nuevos antipal¨²dicos para 12 millones de personas.
Creo firmemente en esta iniciativa de solidaridad mundial. Muy pronto estar¨¢ disponible una p¨¢gina web (www.unitaid.eu) que constituir¨¢ el punto de encuentro de esta nueva comunidad. En ella, todos podremos consultar, con total transparencia, los resultados concretos de las sumas recaudadas. Y todos podremos participar as¨ª en esta iniciativa ciudadana mundial.
Como presidente de UNITAID, tengo la intenci¨®n de convencer a otros Estados para que participen de este formidable impulso, as¨ª como la de esforzarme para encontrar nuevas financiaciones innovadoras. Aunque el mundo se enriquece m¨¢s cada d¨ªa, seguimos muy lejos de los Objetivos del Milenio. Los frutos de la globalizaci¨®n son reales: tenemos que destinar una parte de esa riqueza a las situaciones de urgencia sanitaria del mundo.
La mundializaci¨®n puede regular la mundializaci¨®n; no es s¨®lo una posibilidad, sino un imperativo pol¨ªtico mayor. Hoy, los intereses del que est¨¢ lejos y no tiene nada son los intereses de todos. ?ste es el sentido del combate de UNITAID, un combate que me gustar¨ªa convertir en un proyecto de todos, en inter¨¦s de todos.
Philippe Douste-Blazy es ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno franc¨¦s. Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.
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