Aferrados como un clavo
Un matrimonio chino impide el derribo de su casa con una rebeli¨®n in¨¦dita
Cuando el 5 de septiembre de 2004 el matrimonio Yang descubri¨® la nota en la que se le daba un mes de plazo para desalojar su vivienda y dejar paso al proyecto inmobiliario que iba a cambiar la faz de su barrio, no pensaba que iba a convertirse en s¨ªmbolo de la ley de la propiedad privada que dos a?os y medio despu¨¦s aprobar¨ªa el Parlamento, con el objeto, entre otros, de proteger mejor los derechos de los ciudadanos cuando son expropiados. Probablemente, tampoco imaginaba que su lucha por lo que considera una compensaci¨®n justa iba a situarlo en el centro de atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n chinos y extranjeros. Ni quiz¨¢s creyera que la foto de su vivienda de dos pisos, aislada sobre un islote de tierra, en medio de un solar excavado, en la ciudad de Chongqing, iba a dar la vuelta al mundo por este motivo.
Yang Wu y su esposa reclaman una compensaci¨®n justa para desalojar su vivienda en Chongqing
O quiz¨¢s s¨ª. Yang Wu, un antiguo campe¨®n de kung-fu, de 51 a?os, y su mujer, Wu Ping, de 49, que regentaban un restaurante en la planta baja de la casa, son tenaces. Hasta el punto de que su morada ha sido denominada por la prensa china dingzihu (la casa clavo), en referencia a quienes se aferran como clavos a sus causas y se oponen a las pol¨ªticas oficiales. Los Yang son la ¨²nica de las 281 familias expropiadas en este barrio de esta municipalidad de 31 millones de almas del oeste de China que ha resistido hasta el final la presi¨®n urbanizadora. Y ha resistido hasta un buen momento.
La noticia de su lucha se extendi¨® como el aceite por Internet, hasta llegar a los peri¨®dicos y la televisi¨®n en un momento crucial: cuando los dirigentes del pa¨ªs han aprobado, este mes, una nueva ley -la primera de su tipo en la historia de la Rep¨²blica Popular China- que garantiza los derechos particulares de su creciente clase media. Esto, unido a la potencia de las im¨¢genes de la casa sobre el promontorio -ampliamente divulgadas en la Red-, la firmeza del matrimonio y lo que puede haber sido tambi¨¦n un ejercicio de propaganda de las autoridades destinado a llamar la atenci¨®n en el resto del pa¨ªs sobre este tipo de casos, ha contribuido a que la vivienda siga en pie, cuando existen miles de casos similares en el pa¨ªs cada a?o que acaban por la v¨ªa del juicio y el desalojo forzado sin contemplaci¨®n, incluso a manos de matones contratados por los promotores en connivencia con las autoridades.
"Os apoyo. Resistid. Los Gobiernos son indiferentes a las necesidades de la gente. Sois el orgullo del pueblo chino", se?alaba uno de los mensajes colgados en la web del Diario de la Juventud de Pek¨ªn.
La empresa inmobiliaria propuso a los Yang una compensaci¨®n de unos 260.000 d¨®lares (200.000 euros) o dos pisos altos en el complejo de viviendas y centro comercial que ocupar¨¢ la zona, pero la pareja rechaz¨® la oferta porque quer¨ªa una planta baja para poder reabrir el restaurante. "Les hemos contactado al menos 40 veces en los ¨²ltimos dos a?os, pero no hemos logrado llegar a una soluci¨®n", ha asegurado Wang Wei, director de la inmobiliaria encargada del proyecto, en la prensa local. Ante la falta de acuerdo, la compa?¨ªa present¨® una demanda, y el juez resolvi¨® que la familia deb¨ªa desalojar la vivienda -a la que se le impide el acceso desde hace m¨¢s de dos a?os- el pasado 22 de marzo. El gobierno municipal ha dicho esta semana que no hay fijada una fecha para demoler la casa, porque espera llegar a una soluci¨®n a trav¨¦s del di¨¢logo.
"No soy cabez¨®n o indisciplinado. ?nicamente, estoy intentando proteger mis derechos como ciudadano. Continuar¨¦ hasta el final", ha dicho Yang. Los medios de comunicaci¨®n consideran que ¨¦ste es el primer conflicto de rechazo al desalojo afectado por la nueva ley, que entrar¨¢ en vigor el 1 de octubre. El viernes pasado, el ex campe¨®n de artes marciales se col¨® en el solar, trep¨® a su castillo y plant¨® una bandera china y un cartel que rezaba: "No a la violaci¨®n de la propiedad privada leg¨ªtima".
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