Las constructoras arrasan en Irlanda
Los grupos espa?oles se han adjudicado el 70% de las autopistas irlandesas
Los grandes grupos constructores espa?oles han amarrado negocio en Irlanda por unas decenas de a?os. Su buena reputaci¨®n y la solidez de sus equipos t¨¦cnicos y financieros, aliados a una beat¨ªfica paciencia, les han permitido adjudicarse el 70% de las concesiones de autopistas en este peque?o pa¨ªs que ha sorprendido al mundo con tasas de crecimiento sostenidas del 6% anual. Aunque su desarrollo econ¨®mico ha ido por delante de la modernizaci¨®n de sus infraestructuras, Irlanda ha decidido al fin equipararlas a las de otros pa¨ªses de la UE.
El proceso de concesi¨®n es largu¨ªsimo y caro. Al final cada contrato tiene m¨¢s de 500 p¨¢ginas y 30 anexos con todos los escenarios posibles
Con veinte a?os de retraso, a Irlanda le ha pasado lo mismo que a Espa?a en los a?os ochenta, cuando el crecimiento de la econom¨ªa y las ventas de coches pusieron contra las cuerdas la obsoleta red de infraestructuras para el transporte.
En estos veinte a?os, las empresas constructoras que han puesto al d¨ªa la red de alta capacidad espa?ola han adquirido una fortaleza t¨¦cnica y financiera capaz de proyectarlas al exterior con una excelente reputaci¨®n. Seis de los diez mayores promotores mundiales de proyectos de infraestructura de transporte son espa?oles. "Nuestra industria est¨¢ muy dignamente representada en el sector", dice orgulloso Fernando Guti¨¦rrez Vera, presidente de la Comisi¨®n de Concesiones de la patronal SEOPAN.
Irlanda es precisamente uno de los pa¨ªses donde m¨¢s visible es esta presencia, ya que siete de las diez autopistas radiales de peaje adjudicadas por la National Roads Authority (NRA) hasta este mismo mes han reca¨ªdo en tres grupos constructores espa?oles; Cintra (Ferrovial), Iridium (Dragados, ACS) e Itinere (Sacyr Vallehermoso), adem¨¢s del control del telepeaje de la autopista de circunvalaci¨®n de Dubl¨ªn (M50) que acaba de obtener Sanef, filial de Abertis.
Un portavoz de NRA ha declarado a este diario que "la reputaci¨®n de las empresas espa?olas es muy buena", tanto en el ¨¢mbito del Gobierno central irland¨¦s como entre las autoridades regionales. "Son muy buenos en la gesti¨®n de las relaciones con las comunidades locales y muy h¨¢biles a la hora de mezclar la dureza del trabajo interno con una faceta humanitaria en relaci¨®n con el exterior". El mismo portavoz a?ade que si las empresas espa?olas han sido las m¨¢s beneficiadas por las concesiones irlandesas se debe a que han sido "las mejor calificadas despu¨¦s de superar el complejo y riguroso sistema de selecci¨®n entre todos los candidatos mundiales" que han competido por las adjudicaciones. Constata el portavoz que en la elecci¨®n final ha sido decisiva la buena imagen de los espa?oles en la gesti¨®n financiera de los peajes y la confianza de que las autopistas se devolver¨¢n al Estado irland¨¦s en excelentes condiciones de mantenimiento cuando expire la concesi¨®n.
Pese a estos elogios, el camino recorrido por las concesionarias ha sido complejo, costoso, y tan largo como para poner a prueba la paciencia de quienes han resistido hasta el final. Todo deriva del procedimiento elegido para las adjudicaciones, el llamado Public Private Partnership, una f¨®rmula importada del Reino Unido desde tiempos de Margaret Thatcher.
"Es un sistema horroroso. Una pesadilla", dice Guti¨¦rrez Vera. "Es como si los brit¨¢nicos hubieran descubierto con ¨¦l la pelota y el pito de goma".
Jos¨¦ ?ngel Tamariz, consejero delegado de las dos autopistas que gestiona Cintra (grupo Ferrovial) en concesi¨®n ratifica esa impresi¨®n. "El mundo anglosaj¨®n carece del c¨®digo napole¨®nico. En Espa?a contamos con una ley de concesiones donde vienen recogidas las reglas del juego, pero en Irlanda cada contrato sigue un proceso legal aut¨®nomo" que se inicia con la selecci¨®n de los dos mejores ofertantes, seguida de un proceso de negociaci¨®n largu¨ªsimo a dos bandas en el que intervienen abogados y asesores externos, tanto por parte de la concesionaria como por la entidad que financia los proyectos y las administraciones p¨²blicas que adjudican las obras.
"En este proceso pueden pasar hasta tres a?os, en los que se negocian contratos cruzados con los bancos y te gastas dos millones de euros en abogados. Al final sale un contrato de 500 p¨¢ginas con m¨¢s de 30 anexos en los que se recogen todos los escenarios posibles que pudieran darse en el periodo de concesi¨®n. El resultado es todo un compendio legislativo para cada concesi¨®n. Una locura", concluye Tamariz.
Seg¨²n la NRA, las autoridades irlandesas copiaron la f¨®rmula de Margaret Thatcher porque carec¨ªan de recursos suficientes para abordar la modernizaci¨®n de las obsoletas infraestructuras del pa¨ªs. Cualquiera que haya conducido por sus carreteras lo habr¨¢ comprobado. "Ten¨ªamos una necesidad urgente de mejorar nuestras carreteras, y aprovechar la disponibilidad de los fondos europeos, as¨ª que elegimos la participaci¨®n p¨²blica privada", apunta John MacNamara, director de Enterprise Ireland en Madrid.
Metro de Dubl¨ªn
Lo cierto es que mientras en Irlanda se han adjudicado siete autopistas en los ¨²ltimos cuatro a?os, "en Espa?a se han otorgado 250 concesiones", afirma Guti¨¦rrez Vera, convencido de que Irlanda estandarizar¨¢ su sistema concesionario para hacerlo m¨¢s eficiente.
En menos de 20 a?os el pa¨ªs ha pasado de ocupar puestos de cola a encaramarse hasta el segundo en renta per c¨¢pita (48.000 euros) europeo, por detr¨¢s de Luxemburgo. La mayor¨ªa coincide en que la clave de este rally se debe a que el Gobierno apost¨® por una fiscalidad del 12% a las empresas -menos de la mitad que en otros pa¨ªses-, lo que ha facilitado la implantaci¨®n de grandes corporaciones norteamericanas en un territorio que habla su mismo idioma. John MacNamara sostiene que tambi¨¦n ha contribuido un programa de formaci¨®n universitaria vinculado a las empresas.
Tras agotar el plan de desarrollo 2000-2006 al que corresponden las autopistas licitadas, el Gobierno irland¨¦s ha puesto en marcha un nuevo plan hasta 2013 presupuestado en 36.000 millones de los que 16.000 se destinar¨¢n a mejorar carreteras y construir el metro de Dubl¨ªn.
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