Las relaciones con la disidencia y los derechos humanos marcan el viaje de Moratinos a Cuba

Las relaciones con la disidencia, el tema de los derechos humanos y la recuperaci¨®n del Centro Cultural de Espa?a est¨¢n entre los asuntos calientes de la visita a Cuba que inicia hoy el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos. En las pr¨®ximas 48 horas Moratinos pondr¨¢ a prueba su estrategia de acercamiento a la isla, y el reto es conciliar y lograr resultados en estas y otras cuestiones que generan fricci¨®n con el objetivo de crear un buen clima bilateral que permita a Espa?a potenciar la interlocuci¨®n oficial, en aras de aumentar su capacidad de influencia ante el futuro.

El canciller espa?ol ser¨¢ recibido ma?ana por el presidente en funciones, el general Ra¨²l Castro, quien encabeza el Gobierno interino desde que hace ocho meses Fidel Castro deleg¨® sus poderes debido a una grave enfermedad. Ser¨¢ el colof¨®n de un viaje de dos d¨ªas en el que Moratinos se reunir¨¢ con figuras principales del Gobierno, como el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe P¨¦rez Roque; los vicepresidentes Carlos Lage y Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez; el presidente del Parlamento, Ricardo Alarc¨®n, y el ministro de cultura, Abel Prieto.

La delegaci¨®n espa?ola, que incluye a las secretarias de Estado para Iberoam¨¦rica, Trinidad Jim¨¦nez, y para la Cooperaci¨®n Internacional, Leire Paj¨ªn, ha tratado con suma discreci¨®n la agenda bilateral, en la que figuran asuntos pol¨¦micos como la recuperaci¨®n del centro cultural espa?ol, que Castro orden¨® cerrar en 2003, o el restablecimiento de la cooperaci¨®n al desarrollo, interrumpida por Cuba ese mismo a?o como respuesta a las sanciones de la Uni¨®n Europea.

Paj¨ªn sostendr¨¢ reuniones aparte con el viceministro de Inversi¨®n y Colaboraci¨®n Extranjera, Ricardo Carrero, por lo que se estima que la vista de Moratinos podr¨ªa hacer que Cuba levante el veto a la cooperaci¨®n espa?ola.

Seg¨²n Trinidad Jim¨¦nez, hasta el final del viaje no se conocer¨¢n los resultados y acuerdos sobre los asuntos que generan m¨¢s fricci¨®n, como el de la reactivaci¨®n del centro cultural o el di¨¢logo sobre materias de derechos humanos, al que Espa?a concede gran importancia.

Otro tema sumamente delicado, y que no se cerrar¨¢ hasta el ¨²ltimo momento, es el del posible encuentro con representantes de la oposici¨®n. Tanto irrita a las autoridades que en el pasado ha hecho fracasar otras visitas de alto nivel. Al parecer, la diplomacia espa?ola trata de buscar una f¨®rmula intermedia que permita efectuar la reuni¨®n pero de un modo no estridente, y este pudiera ser que el director general para Iberoam¨¦rica, Javier Sandomingo, recibiera a los opositores cuando el ministro se haya marchado. Pero de esto la delegaci¨®n espa?ola no confirma una palabra.

"El Gobierno de Espa?a siempre ha buscado mantener un contacto permanente y fluido con todos los sectores de la sociedad cubana; lo hemos hecho antes y lo seguiremos haciendo. El Gobierno espa?ol se reserva el derecho de determinar el momento, el cu¨¢ndo y el c¨®mo", dijo ayer Jim¨¦nez, y ni una coma m¨¢s. Parece ser que el esp¨ªritu, sobre este y otros puntos calientes es lograr resultados, pero dentro de un objetivo principal, que es aumentar la interlocuci¨®n con las autoridades, no promover nuevos roces.