Rusia proh¨ªbe a los extranjeros vender
Cientos de miles de cauc¨¢seos y asi¨¢ticos pierden sus trabajos por una norma que les impide tener puestos en los mercados
A partir de ayer los extranjeros ya no pueden despachar en los mercados rusos, al haber entrado en vigor el 1 de abril la disposici¨®n gubernamental que les proh¨ªbe comerciar al por menor. Los tenderetes desiertos y la subida de los precios son las dos consecuencias m¨¢s inmediatas de una medida que los grupos de derechos humanos han criticado como discriminatoria y racista.
Los emigrantes son percibidos como una amenaza por parte de la sociedad rusa
La prohibici¨®n, firmada por el primer ministro Mija¨ªl Fradkov, data del 15 de noviembre y prev¨¦ eliminar a los extranjeros del comercio al por menor en dos fases: la primera, desde principios de enero hasta fines de marzo, redujo su n¨²mero hasta un 40% de los vendedores; la segunda, que comenz¨® ayer, los aparta totalmente del mostrador. Algunos dirigentes rusos, como el ministro de Desarrollo Econ¨®mico German Gref, han indicado que la medida podr¨ªa revisarse a fines de diciembre si el balance de su aplicaci¨®n es negativo.
El objetivo de la nueva normativa es en teor¨ªa estimular el acceso de los agricultores rusos al comercio. Los campesinos rusos, sin embargo, no est¨¢n preparados para sustituir a los cauc¨¢seos o asi¨¢ticos que han sido los tradicionales vendedores de los mercados, al no disponer de un surtido de mercanc¨ªa tan amplio y carecer de infraestructura.
En los ¨²ltimos meses, algunos mercados de Mosc¨² por ejemplo, presentaban un surtido m¨¢s limitado de lo habitual. La imagen de ancianas rusas despachando coles en salmuera y patatas terrosas donde antes hab¨ªa azerbaiyanos o georgianos ofreciendo suculentas verduras resultaba algo inquietante para los habituales parroquianos de estos establecimientos. En Rusia hay m¨¢s de seis mil mercados y en ellos se abastecen la mayor¨ªa de los ciudadanos, ya que son m¨¢s baratos que los supermercados. En las restricciones podr¨ªan haber desempe?ado un papel los propietarios de los supermercados, un sector en desarrollo en el cual est¨¢n haciendo carrera los veteranos de los Servicios de Seguridad del Estado y de la polic¨ªa, seg¨²n manifest¨® a esta corresponsal el responsable de un mercado de Mosc¨². "Ellos son la verdadera mafia", a?adi¨®.
En virtud de la nueva normativa, los extranjeros no pueden trabajar como dependientes en las tiendas, caf¨¦s y restaurantes, ya que tienen prohibido tambi¨¦n vender alcohol, pero podr¨¢n ejercer de mozos de carga o basureros y tienen derecho a ser propietarios de comercios. En calidad de tales, pueden contratar como dependientes a ciudadanos rusos.
Las restricciones tienen su origen en unos comentarios del presidente Vlad¨ªmir Putin. En octubre de 2006 ¨¦ste exigi¨® que se pusiera orden en los mercados para protegerlos de "los especuladores que se llenan los bolsillos". Putin reaccionaba as¨ª a los enfrentamientos raciales en la ciudad de Kondopoga, en la regi¨®n de Karelia, donde dos personas perecieron en una masiva reyerta entre habitantes locales y oriundos del C¨¢ucaso.
Muchos comerciantes extranjeros se han preparado para las restricciones y han conseguido la nacionalidad rusa o han contratado a vendedores locales. Las autoridades de distintas regiones se han quejado de que los comerciantes locales aprovechaban la situaci¨®n para comprar las mercanc¨ªas a los extranjeros y subirles los precios. El gobernador de Sajal¨ªn, en la costa del Pac¨ªfico, dijo haber intervenido para que los chinos pudieran seguir despachando en los mercados de la isla y para evitar los precios de monopolio. Los chinos constituyen el grueso de los vendedores de los mercados en el Lejano Oriente ruso. A la vista de los problemas, muchos esperaban que el Gobierno central no se atrever¨ªa a imponer la medida. En los mercados de Mosc¨² hay entre 18.000 y 20.000 extranjeros, un 30% menos que en enero pasado.
Los funcionarios del servicio de emigraci¨®n detuvieron ayer a cuatro extranjeros ilegales durante una inspecci¨®n en los mercados de la capital, que son m¨¢s de cien. El jefe del servicio de consumo de Rusia, Guennadi On¨ªshcheko, manifest¨® la semana pasada que una de sus principales tareas es no permitir el aumento de los precios despu¨¦s del primero de abril, cuando los puestos de trabajo de los extranjeros sean ocupados por los rusos. "Lo importante hoy es no permitir una subida especulativa de precios", manifest¨® On¨ªshchenko. El jefe del departamento de trabajo de Rusia, Maksim Topolin opin¨® que los dependientes se cotizan hoy m¨¢s como consecuencia de la marcha de los extranjeros ilegales.
Los emigrantes son percibidos como una amenaza por parte de la sociedad rusa y constituyen una presa f¨¢cil e indefensa de los grupos xen¨®fobos radicales. Las restricciones de las que son objeto en los mercados contrastan con la pol¨ªtica liberalizadora de la emigraci¨®n que Rusia ha iniciado a principio de a?o. Rusia, el segundo receptor de emigrantes del mundo despu¨¦s de Estados Unidos, quiere compensar as¨ª el encogimiento demogr¨¢fico con emigrantes temporales y planea una cuota de seis millones de inmigrantes en todo el Estado para 2007 (de ellos 700.000 en Mosc¨²). En Rusia hay entre 10 millones y 12 millones de sin papeles, seg¨²n datos del servicio Federal de Emigraci¨®n, pero los especialistas dan una cifra de cinco millones.
RESTRICCIONES AL COMERCIO
- El Gobierno orden¨® el 15 de noviembre pasado la salida de los extranjeros de la actividad del comercio al por menor- Los grupos de derechos humanos califican la medida de discriminatoria y racista- Cauc¨¢seos y asi¨¢ticos son los vendedores tradicionales de los mercados rusos- La medida pretende alentar a los campesinos rusos para que tengan sus propios puestos
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.