Cuba se pone a trabajar

El Gobierno interino que encabeza Ra¨²l Castro ha comenzado a aplicar en Cuba una nueva normativa laboral para recuperar la disciplina y el cumplimiento de los horarios en los centros de trabajo, como parte de un plan para reactivar la econom¨ªa y aumentar la productividad en las empresas estatales. Los reglamentos entraron en vigor el 1 de abril, despu¨¦s de muchos meses de preparativos, y son el resultado de la evaluaci¨®n cr¨ªtica realizada por las autoridades sobre "la falta de dedicaci¨®n al trabajo" y las indisciplinas en la mayor¨ªa de los centros laborales.

Se ampl¨ªa el horario laboral: ser¨¢ de ocho horas diarias y 44 semanales

Desde siempre, pero mucho m¨¢s desde que comenz¨® la crisis del periodo especial, cuando los salarios perdieron gran parte de su valor y se agudizaron los problemas del transporte y los apagones, la disciplina laboral, o mejor dicho la indisciplina laboral de los guajiros (campesinos), y de todos los cubanos en general, ha sido problema grave para las autoridades.

El panorama general: trabajadores que llegaban tarde o nunca a sus puestos productivos; oficinas en las que los empleados se tomaban recesitos de horas para saborear un caf¨¦ o resolver problemas personales; empresas en las que la mayor¨ªa de los obreros se marchaban antes de concluir la jornada para "no perder la guagua"; certificados m¨¦dicos por toneladas para gente muy saludable, y por este camino todo lo que uno pudiera imaginar.

Seg¨²n datos oficiales, en las inspecciones realizadas en los cuatro primeros meses de 2006 en 3.052 entidades, el 59% de los centros no aprobaron el examen en cuanto a cumplimiento de la legislaci¨®n que ahora se aplicar¨¢. La situaci¨®n se repiti¨® en las revisiones realizadas entre mayo y junio del a?o pasado, cuando, sabiendo lo que ven¨ªa, s¨®lo 904 de 2.027 entidades inspeccionadas cumpl¨ªa con la normativa.

Desde el pasado a?o las autoridades advirtieron de que el desm¨¢n y las violaciones no pod¨ªan seguir, m¨¢s cuando el pa¨ªs trataba de hacer eficiente la econom¨ªa socialista y reactivar la producci¨®n. Las resoluciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social son dos, la 187, que reglamenta "el horario y la jornada de trabajo", y la 188, que traza las normas para los reglamentos disciplinarios internos y establece el r¨¦gimen sancionador; fueron aprobadas el 21 de agosto, tres semanas despu¨¦s de conocerse la enfermedad de Fidel Castro, aunque su preparaci¨®n es anterior.

Seg¨²n los medios oficiales cubanos, sus principales objetivos son contribuir al "rescate del orden y la disciplina" y lograr un mayor aprovechamiento de la jornada laboral, imprescindibles para lograr el ansiado incremento de la productividad en cada entidad.

Entre las medidas figura la ampliaci¨®n del horario laboral, que en la mayor¨ªa de los centros ser¨¢ de ocho horas diarias y 44 semanales, y la obligaci¨®n de los trabajadores de estar en su puesto antes de la apertura y hasta despu¨¦s del cierre del establecimiento en que operen, algo que pudiera parecer obvio en cualquier pa¨ªs del mundo, pero que en Cuba no lo es.

Las sanciones para los infractores, que sin duda los habr¨¢, son diversas y en cualquier caso mucho m¨¢s severas de las que exist¨ªan hasta ahora, guiadas por el principio de "y no pasa nada". Las empresas ahora pueden llegar a la separaci¨®n definitiva del puesto de trabajo, algo que era muy dif¨ªcil antes, y los castigos tendr¨¢n efectividad al d¨ªa siguiente a su notificaci¨®n, "con independencia de que se muestre inconformidad con ellas" y de los posibles recursos.

La normativa deb¨ªa haberse comenzado a aplicar el 1 de enero, pero su entrada en vigor fue retrasada hasta el 1 de abril, debido a la inquietud que provoc¨® en gran parte de los colectivos obreros. En las asambleas realizadas para discutir los nuevos reglamentos no pocos trabajadores pidieron resolver primero el problema del transporte p¨²blico -uno de los factores que m¨¢s influyen en el absentismo laboral- y avanzar tambi¨¦n en la recuperaci¨®n del poder adquisitivo de los salarios.

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Alfredo Morales, reconoci¨® la semana pasada que algunos de esos problemas "demorar¨¢n" en tener soluci¨®n y advirti¨® de que, por tanto, "no deber¨¢n determinar la aplicaci¨®n de estas resoluciones".

Durante un reciente congreso sindical, Ra¨²l Castro, el presidente provisional desde que el l¨ªder cubano, Fidel Castro, se viera obligado a delegar sus poderes debido a una enfermedad, pidi¨® a los trabajadores cubanos estar "a la altura de retos cada vez mayores", ser intransigentes con lo mal hecho y no permitir las autojustificaciones.

El jefe del Ej¨¦rcito argument¨® que, en estos momentos, todos deb¨ªan hacer "una importante contribuci¨®n" y aprovechar "las perspectivas que poco a poco se van abriendo al desarrollo econ¨®mico y social del pa¨ªs". No se puede, dijo, "exonerar de su gran responsabilidad a los ¨²nicos due?os de la riqueza del pa¨ªs".

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