E.ON se rinde
El culebr¨®n de la OPA sobre Endesa parece haber llegado a su recta final, aunque son demasiados los da?os causados en estos 18 meses de batalla. La ¨²ltima v¨ªctima se produjo ayer. Horas antes de que la alemana E.ON tirara la toalla en su lucha por la el¨¦ctrica espa?ola y firmara la capitulaci¨®n con Enel y Acciona, el presidente de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, anunci¨® su dimisi¨®n por no haber podido imponer sus criterios sobre la OPA en el organismo regulador. La decisi¨®n de Conthe supone una crisis institucional grave y culmina, de momento, una operaci¨®n que empez¨® mal, continu¨® peor y no est¨¢ claro que acabe bien, salvo para los accionistas de Endesa, que han visto duplicado con creces el precio de sus acciones. El baile de ofertas ha abierto m¨²ltiples heridas que tardar¨¢n en cicatrizar y deja una imagen de Espa?a muy lejos de la deseable. Para un pa¨ªs necesitado de capital extranjero y sometido al escrutinio de las autoridades de Bruselas, la resoluci¨®n de los problemas del mercado con maniobras nocturnas, alianzas secretas y pactos encubiertos no parece la mejor manera de hacerse valer en Europa.
El pacto in extremis de ayer, publicado a escasas horas de que se cumpliera el plazo para acudir a la oferta de E.ON, supone para la empresa alemana admitir la derrota y conformarse con un premio de consolaci¨®n, los activos que previsiblemente deber¨ªan ser objeto de desinversi¨®n por parte de Enel y Acciona. Con las acciones de Endesa cotizando por encima de los 40 euros que ofrec¨ªa E.ON, su OPA estaba condenada al fracaso, apoyada casi en exclusiva por los consejeros de la el¨¦ctrica y por Caja Madrid.
Enel y Acciona han jugado sus bazas al l¨ªmite de la ley. Se han asegurado el control de la el¨¦ctrica comprando en el mercado paquetes que casi suman ya la mayor¨ªa y prometiendo una oferta superior a la alemana. Llegados a este punto, el pacto era una soluci¨®n realista para todas las partes que cierra la batalla abierta en los tribunales. El acuerdo tiene varias consecuencias. Por un lado, E.ON logra entrar en mercados como Espa?a, Francia e Italia. Por otro, puede marcar el inicio de la partici¨®n de Endesa, algo que el Gobierno de Zapatero querr¨ªa evitar, aunque en estos momentos su integridad est¨¦ garantizada. Las cl¨¢usulas del pacto entre Enel y Acciona pueden acentuar esa partici¨®n en un futuro, ya que prev¨¦n que la italiana asuma el control de la mayor¨ªa de los activos de Endesa (70%). Es de esperar ahora que los gestores de la el¨¦ctrica no intenten bloquear en los tribunales la nueva oferta, como hicieron con la de Gas Natural, que ofreci¨® la mitad de precio. Y tampoco deber¨ªan imponerse trabas regulatorias como las que recibi¨® E.ON. La retirada alemana permite a la alianza hispano-italiana lanzar su OPA por el 100% a 41 euros por acci¨®n casi de inmediato, sin esperar los seis meses de moratoria impuestos por la CNMV.
Menci¨®n aparte merece la actuaci¨®n de este organismo y la de su presidente, Manuel Conthe, quien
anunci¨® ayer su decisi¨®n de dimitir y explicar las razones en el Congreso. La dimisi¨®n de Conthe, incapaz de imponer sus criterios sobre la OPA a los miembros del Consejo de la CNMV, contentar¨¢ a muchos protagonistas del mercado. No pod¨ªa ser de otra manera. A lo largo de dos a?os largos de mandato, Conthe se ha responsabilizado de iniciativas chocantes y, con frecuencia, demasiado pol¨¦micas, poniendo en riesgo la credibilidad del organismo regulador.
El titular de Econom¨ªa, Pedro Solbes, ha defendido la labor del presidente de la CNMV hasta el final. No obstante, la dimisi¨®n supone un alivio para el ministro y para La Moncloa, que nunca ha tenido buena opini¨®n de sus actuaciones. En su haber est¨¢ la cruzada contra la informaci¨®n privilegiada en las operaciones de Bolsa (aunque tambi¨¦n aqu¨ª ha habido m¨¢s ruido declarativo que resultados tangibles) y su atenci¨®n, m¨¢s declarada que efectiva, por los accionistas minoritarios, entre otras medidas. Pero ha pecado de intervencionismo sobre el gobierno de las empresas y con frecuencia ha mostrado propensi¨®n a meterse en l¨ªos. Su conducta m¨¢s discutible y sus decisiones menos motivadas han aparecido en la desdichada carrera de las OPA competidoras y concurrentes sobre Endesa. El zigzagueo y las interpretaciones arbitrarias de Conthe durante la puja han dado como resultado que una buena parte de los inversores considerase que la CNMV favorec¨ªa a E.ON y que una parte significativa del consejo regulador haya renunciado a comprender y a apoyar a su presidente.
Por su propia naturaleza, la figura del presidente de la CNMV debe ser mayoritariamente respetada, y sus decisiones no pueden quedar expuestas a la cr¨ªtica sistem¨¢tica. Precisamente el papel del regulador financiero es dictar la ¨²ltima palabra en la que todos los inversores puedan confiar. Conthe ya no era el portador de la palabra respetada. Fiel a su figura hasta el final, parece dispuesto a dimitir entre rayos y truenos. Su ¨²ltimo servicio al Gobierno que le nombr¨® deber¨ªa ser evitar las acusaciones innecesarias y las exculpaciones que responsabilizan a otros de los errores propios.
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