Entrev¨ªas
"Los ministros de la Iglesia no deben ser protagonistas, sino servidores". Lo ha dicho el cardenal y arzobispo Antonio Rouco Varela, a ra¨ªz de la orden de cierre emitida por la jerarqu¨ªa cat¨®lica contra la parroquia de san Carlos Borromeo, en Entrev¨ªas, acusados sus curas de no cumplir con la liturgia: qu¨¦ excusa para, de acuerdo con la ¨¦poca, meterles mano, con las ganas que les ten¨ªan por su labor social y su independencia. Que me explique Rouco, respecto a la modestia, en d¨®nde se la dej¨® el d¨ªa en que se puso de tiros largos para largarles a los pr¨ªncipes de Asturias y a toda Espa?a el m¨¢s reaccionario de los sermones de boda.
Somos pocos los periodistas que, habiendo ejercido en Madrid durante la transici¨®n y los primeros a?os de la democracia, no hemos mantenido contacto alguna que otra vez con Enrique de Castro, igual que lo tuvimos con el desaparecido padre Llanos. All¨ª, en Entrev¨ªas, se nos ayudaba a comprender el mapa humano trazado en suburbios y bald¨ªos donde la ciudad cambia de nombre. All¨ª aprend¨ªamos a conocer de primera mano la pena de las drogas, el azote de la injusticia y la ya por entonces compleja realidad de la inmigraci¨®n. Si en alguna oportunidad me daba por pensar que Cristo era algo m¨¢s que una leyenda urbana vaticana, pod¨ªa creer que se encontraba all¨ª, en la acci¨®n social y en una religiosidad sin remilgos.
Eran tiempos en que ni los curas obreros ni los te¨®logos de la liberaci¨®n estorbaban, ni pod¨ªamos siquiera suponer que se les barrer¨ªa de la faz de la Tierra, salvo en las atroces dictaduras bananeras latinoamericanas cuyos asesinatos de religiosos los jerarcas eclesiales nunca condenaron. Mas ya ven. Ha vuelto el Vetusto Inquisidor. Sin complejos.
Puede el Vaticano entregarse entusi¨¢stica y velozmente a la santificaci¨®n del pont¨ªfice anterior; puede prohibir a sus fieles que aborten y que se divorcien y que se pongan la gomita. All¨¢ ellos.
Pero Jon Sobrino y la parroquia de Entrev¨ªas, con sus tres curas y sus feligreses no son del Vaticano. Son patrimonio de la humanidad. Mira que si viniera Cristo de nuevo, de verdad, no en la lit¨²rgica resurrecci¨®n, ¨ªbamos a ser los ateos quienes tendr¨ªamos que salvarle de semejantes hip¨®critas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.