Luigi Comencini, cineasta

Luigi Comencini fue uno de los autores m¨¢s sobresalientes de la llamada comedia a la italiana, g¨¦nero que permiti¨® la risa y la cr¨ªtica en una Italia desolada primero por la guerra, y por el boom econ¨®mico posterior, que toler¨® no poca picaresca. Aunque Comencini naveg¨® por diversos g¨¦neros, y no en todos con id¨¦ntico acierto, suya es en parte la herencia de la comedia del arte, que adapt¨® al cine en tiempos de crisis, con otros directores como Mario Monicelli, Dino Risi, Eduardo de Filippo, Alberto Lattuada o Luigi Zampa, cada uno con su personal manera, y todos en conjunto creando una de las p¨¢ginas m¨¢s apasionantes de la historia del cine italiano. C¨®mo lograron estos cineastas meter el dedo en la llaga, re¨ªrse de la tragedia al tiempo que la sufr¨ªan, y hacer un cine popular e inteligente, sigue siendo uno de los prodigios m¨¢s admirables.

Comencini obtuvo el Oso de Plata del festival de Berl¨ªn de 1954 con Pan, amor y fantas¨ªa, comedia rural de costumbres que recorri¨® con ¨¦xito innumerables pa¨ªses, dando pie a una saga que continu¨® con Pan, amor y celos. y la torpe Pan, amor y Andaluc¨ªa, dirigida ¨¦sta por un desmayado Vittorio de Sica. Comencini asent¨® su estilo, encaminado siempre a la conquista de los grandes p¨²blicos, que culmin¨® con la extraordinaria s¨¢tira antib¨¦lica Todos a casa (1960), interpretada de forma grandiosa por Alberto Sordi, con quien volver¨ªa a trabajar en seis ocasiones, como la peculiar Sembrando ilusiones (1972), que contaba con un sorprendente reparto: adem¨¢s de Sordi, Bette Davis, Joseph Cotten y Silvana Mangano; pas¨® pas¨® sin pena ni gloria por las pantallas espa?olas, pero en Italia tuvo dos premios David de Donatello.

Fundador de la Cineteca Italiana, i contemplaba la infancia y juventud con especial preocupaci¨®n. El incomprendido (1966) relataba la soledad de un chaval en una familia separada, mientras que Las aventuras de Pinocho (1972), basada en el famoso cuento de Carlo Collodi, originalmente para televisi¨®n, fue distribuida en cine por su calidad y la interpretaci¨®n memorable de Nino Manfredi como el viejo Geppetto. Para televisi¨®n, film¨® Coraz¨®n (1984), de D'Amicis, aunque sin el mismo ¨¦xito. Su ¨²ltima pel¨ªcula, producida en Espa?a, Marcelino pan y vino (1991) fue un intento imposible de emular la de Ladislao Vajda de 1955. Pero en sus primeros filmes habl¨® con sensible pulso de la infancia abandonada o miserable: el documental Bambini in citt¨¤ (1946) o la magn¨ªfica Prohibido robar (1948). Sus mayores triunfos populares fueron comedias: El comisario (1962), de nuevo con Sordi; La muchacha de Bubbe (1963), con Claudia Cardinale; La bella de Roma (1965), con Silvana Pampanini; Dios m¨ªo, c¨®mo he ca¨ªdo tan bajo (1974), con Laura Antonelli; La mujer del domingo (1974), con Marcello Mastroianni; Buenas noches, se?oras y se?ores (1976), con, Manfredi, Gassman, Tognazzi y Mastroianni; o El gran atasco (1979).