En contra de la jerarqu¨ªa
Varias comunidades cristianas, la mayor¨ªa de la periferia de Madrid, critican la falta de democracia y di¨¢logo dentro de la Iglesia
Raquel Mallavibarrena, de 45 a?os, es profesora universitaria y pertenece a la corriente Somos Iglesia, una organizaci¨®n nacida en 1995 en Austria y expandida por todo el mundo. En Espa?a, donde lleg¨® un a?o m¨¢s tarde, tiene representaci¨®n en la mayor parte de las comunidades aut¨®nomas. Somos Iglesia surgi¨® como reivindicaci¨®n de una Iglesia m¨¢s laica, democr¨¢tica y participativa. Esta corriente de cat¨®licos pertenece a Redes Cristianas, que engloba a unas 150 comunidades cristianas de base espa?olas.
Mallavibarrena explica que en Madrid existen tres tipos diferenciados de parroquias, aunque insiste en que es muy complicado dar n¨²meros o dibujar un mapa concreto de las mismas. Seg¨²n dice, las hay donde se sigue la doctrina eclesi¨¢stica a rajatabla. ?stas, por lo general, se encuentran en el centro de la capital. Alejadas del centro aparecen las parroquias "m¨¢s intermedias". ?stas "bajan a ver el barrio, ven los problemas de la gente, no son tan obedientes con las normas y son m¨¢s aut¨®nomas de las jerarqu¨ªas". Finalmente, en el extrarradio de la ciudad se encuentran "las m¨¢s cr¨ªticas, las que reivindican sin preocupaci¨®n seguir la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica".
"San Carlos Borromeo deber¨ªa ser un orgullo para Rouco", cree Juan Antonio Espinosa
Rafael Rojo, cura de Canillejas, cuenta el mismo esquema aproximado de la realidad parroquial madrile?a. Adem¨¢s, seg¨²n ¨¦l, el reparto de sacerdotes por las parroquias "no se hace mirando las necesidades concretas de esa comunidad". Eso s¨ª, suele coincidir que los conservadores terminan en lugares de ese corte y los progresistas lo mismo. En Somos Iglesia Madrid, seg¨²n explica Mallavibarrena, son s¨®lo seis personas dedicadas a la coordinaci¨®n. No se conoce con exactitud el n¨²mero de feligreses adheridos a su pensamiento, pero, seg¨²n asegura, reciben miles de cartas y apoyos de practicantes de hasta 40 parroquias de la regi¨®n.
El clamor por lograr una Iglesia "m¨¢s democr¨¢tica" lo explica a la perfecci¨®n Pepa Mole¨®n, que tambi¨¦n pertenece a Somos Iglesia y es asidua a la parroquia de San Estanislao de Kostka (Retiro). "En contra de lo que quiere manifestar la jerarqu¨ªa, la Iglesia de base es muy plural. Las parroquias son mucho m¨¢s que los curas, por mucho que las autoridades eclesiales s¨®lo hablen con ellos", afirma Mole¨®n, de 54 a?os y funcionaria del Inem. Miguel ?ngel Mesa, de 47 a?os, trabaja en una editorial cat¨®lica y pertenece a la comunidad de base cristiana de Canillejas. ?l, como Mole¨®n, est¨¢ "en contra de que la Iglesia est¨¦ configurada por un determinado cura, sin contar con los laicos", defiende. La Iglesia, se lamenta, "no es democr¨¢tica en absoluto". Su compa?era lo corrobora: "Los que vivimos la religi¨®n tenemos una dicotom¨ªa. Somos ciudadanos con derechos civiles que hemos luchado y logrado la democracia en este pa¨ªs. Pero, al mismo tiempo, nos sentimos esclavos en el ¨¢mbito de la conciencia y la fe".
Seg¨²n Julio Lois, sacerdote de Santo Tom¨¢s de Villanueva (Puente de Vallecas), de 72 a?os, "Entrev¨ªas es el exponente de una corriente renovadora radicalizada, entendida en el sentido positivo, de tomarse en serio que el cristianismo tiene como destino ayudar a los m¨¢s d¨¦biles". Juan Antonio Espinosa, de 66 a?os, "compositor de canci¨®n lit¨²rgica y animador de misas", interviene como un rayo en ese momento: "Para Rouco, deber¨ªa ser un orgullo contar con parroquias como la de San Carlos Borromeo".
El debate en torno a esta parroquia de Entrev¨ªas ya famosa en toda Espa?a est¨¢ muy vivo entre las comunidades de base. Mole¨®n califica de "punto de emergencia" lo sucedido y cree que "el cambio en la Iglesia es imparable". Se podr¨¢ tardar m¨¢s o menos, pero al final, dice, "Borromeo o el caso de Sobrino no es anecd¨®tico". Jon Sobrino, te¨®logo salvadore?o de origen espa?ol y principal ide¨®logo de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, fue expedientado por la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe del Vaticano el mes pasado. Sobrino no podr¨¢ ense?ar en instituciones cat¨®licas -¨¦l es profesor de la Universidad Centroamericana de El Salvador- y se le retira el nihil obstat (visto bueno eclesial) a sus obras. La notificaci¨®n -una medida excepcional que en m¨¢s de 40 a?os s¨®lo ha sido utilizada contra otros 11 te¨®logos y religiosos- se basa en la defensa de este jesuita de las ense?anzas de Jes¨²s. Una opci¨®n que defienden en Somos Iglesia.
Con un gran sentido de la humildad, Fabi¨¢n Fern¨¢ndez de Alarc¨®n, p¨¢rroco de Santa Mar¨ªa de Fontarr¨®n (Puente de Vallecas), de 71 a?os, reconoce que la labor social que ejerce la parroquia que quiere cerrar Rouco "debiera ser as¨ª en todas las iglesias, pero no llegamos a tanto". Y agrega: "No soy capaz de hacer lo que ¨¦l [Enrique de Castro, p¨¢rroco de Entrev¨ªas] hace, pero me descubro ante ¨¦l".
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