715 millones de inversi¨®n y cierre definitivo en el a?o 2010

El n¨²mero de plazas disponibles en las c¨¢rceles catalanas es de 7.300; es decir, casi 2.000 menos de las que ser¨ªan necesarias. Por tanto, Brians 2 ser¨¢ un alivio, pero nada m¨¢s que eso, a la espera de que sigan abri¨¦ndose nuevas prisiones. La siguiente que se inaugurar¨¢ ser¨¢ el centro de j¨®venes de Quatre Camins, con capacidad para 300 reclusos, en el primer trimestre del a?o pr¨®ximo. Seguir¨¢ la c¨¢rcel de Lledoners, en Sant Joan de Vilatorrada (Bages), en el segundo semestre de 2008, capaz de acoger entre 500 y 750 reclusos. Despu¨¦s la c¨¢rcel de Els Plans, en T¨¤rrega, seguida de la de Puig de les Basses, en Figueres, y as¨ª sucesivamente hasta acabar el equipamiento de r¨¦gimen abierto en la prisi¨®n de mujeres de Wad-Ras, con 300 plazas.

Cuando concluya la aplicaci¨®n de este plan, a mediados de 2011, las plazas disponibles en las prisiones de Catalu?a ser¨¢n 10.546 y las previsiones m¨¢s optimistas indican que la poblaci¨®n penitenciaria podr¨ªa ser de 11.000 personas. O sea, que volver¨¢n a estar saturadas despu¨¦s de haber gastado 715 millones de euros y de haber creado 6.950 nuevas plazas. Es una cifra millonaria que nunca tendr¨¢ reconocimiento social.

Es casi tres veces m¨¢s de lo que costar¨¢ la Ciudad de la Justicia que se est¨¢ construyendo en los l¨ªmites de Barcelona y L'Hospitalet y que parece que vaya a ser la panacea de los males que aquejan al sistema judicial. Dicho sea de paso, con un aspecto de presidio que tumba a quien haya de acudir all¨ª en espera de justicia.

Cierre en tres a?os

El cierre definitivo de la Modelo como c¨¢rcel no llegar¨¢ hasta dentro de tres a?os, cuando hayan finalizado las obras que se deben realizar en la Zona Franca para acoger una c¨¢rcel de preventivos con capacidad para 500 presos y otra de r¨¦gimen abierto para 600 reclusos.

Para entender que la olla a presi¨®n en la que se han convertido las c¨¢rceles no ha estallado todav¨ªa y probablemente no lo haga nunca, hay que recordar que 1.713 presos est¨¢n cumpliendo condena en r¨¦gimen abierto. Es decir, que s¨®lo van a la c¨¢rcel a dormir. A los 9.000 que componen la poblaci¨®n penitenciaria hay que sumar 3.301 que est¨¢n sometidos a una medida penal alternativa distinta de estar entre rejas, m¨¢s otros 715 que lo estuvieron y ahora disfrutan de la libertad condicional.

Es la ¨²nica manera de afrontar los efectos de un C¨®digo Penal duro, en contra de la creencia social. Y es que uno de cada cuatro internos cumple condena superior a 10 a?os y el 63% de los reclusos pagan penas de entre cinco y diez a?os. "A pulso", dicen los presos. O sea, sin beneficios.