Buenas noticias en torno al urbanismo
En los ¨²ltimos meses el urbanismo se ha convertido en el centro de un debate pol¨ªtico y medi¨¢tico en Espa?a, debido tanto al reconocimiento de desarrollos urbanos que se han demostrado irregulares, como a que gran cantidad de planes y proyectos acometidos no responden a las expectativas de la sociedad en relaci¨®n a su territorio. El problema no s¨®lo es que se descubren situaciones ilegales, sino que adem¨¢s aquello que vemos construido en el territorio no nos gusta. El gran desarrollo urban¨ªstico de los ¨²ltimos a?os, ocurrido en toda Espa?a y a todos los niveles, se ha producido en un momento en el cual el urbanismo parece que ha dejado de ser una disciplina relevante, concentr¨¢ndose las ciudades m¨¢s en crear iconos emblem¨¢ticos que en generar sistemas urbanos y territoriales de calidad. La actual situaci¨®n de crisis es por ello una oportunidad para pensar esta situaci¨®n, y fomentar el debate en torno a los mecanismos de construcci¨®n de la ciudad y el territorio con el fin de garantizar que los futuros desarrollos no s¨®lo sean legales, sino que sean buenos.
Porque el desarrollo urbano no ha terminado. En los pr¨®ximos a?os se deben crear condiciones para la habitabilidad de j¨®venes y mayores con precios y equipamientos adecuados, se debe saber gestionar la integraci¨®n de poblaci¨®n inmigrante en nuestras ciudades, se deben crear territorios para el desarrollo tur¨ªstico que sean sostenibles a medio y largo plazo, se debe proteger e integrar el paisaje en torno a las ciudades, y valorar no s¨®lo cuantitativamente, sino cualitativamente, los proyectos urbanos. Para ello cabe reconocer al menos cinco estrategias clave para que aquello sea posible.
1. La ordenaci¨®n del territorio hay que pensarla simult¨¢neamente a m¨²ltiples escalas. Ya no habitamos en metr¨®polis compactas sino met¨¢polis discontinuas, en las que la alta velocidad de trenes o de Internet, comprime el territorio. Por lo tanto el objeto del urbanismo deber¨ªa ser crear h¨¢bitats completos y complejos que sea capaz de ordenar esa ciudad discontinua que habitamos, a todas las escalas, desde la protecci¨®n de parajes naturales a crear barrios y edificios que fomenten la interacci¨®n social. Hace falta un urbanismo multiescalar.
2. La escala de decisi¨®n para ordenar el territorio ya no es s¨®lo municipal. Los planes generales sirvieron hist¨®ricamente para abordar el crecimiento de las ciudades sobre terrenos agr¨ªcolas y para ordenar la gesti¨®n del suelo urbano. Hoy, al tiempo que m¨²ltiples n¨²cleos urbanos se han encontrado con sus vecinos, el proyecto del paisaje y la naturaleza es clave para crear calidad de vida en el territorio. Por ello, hay que crear los mecanismos supramunicipales y en muchas ocasiones a escalas de toda una regi¨®n, con el fin de abordar la ordenaci¨®n simult¨¢nea del territorio, tanto lo construido como lo natural.
3. El urbanismo necesita integrar la energ¨ªa y la gesti¨®n de recursos en su desarrollo. Tradicionalmente la energ¨ªa ha sido un recurso externo que hac¨ªa funcionar la maquinaria urbana. Pero debido a las condiciones relacionadas con el calentamiento global, hay que fomentar un nuevo modelo de creaci¨®n y distribuci¨®n de los recursos que fomente la generaci¨®n de la energ¨ªa en el lugar que se consume, a trav¨¦s de sistemas pasivos, as¨ª como fomentar el reciclaje inteligente del agua.
Por ello el dise?o de la gesti¨®n de recursos y del desarrollo urbanos han de hacerse simult¨¢neamente, desarrollando nuevas tecnolog¨ªas vinculadas al dise?o de edificios, a la gesti¨®n de los barrios, o al planeamiento territorial.
4. Hay que fomentar la participaci¨®n ciudadana en la toma de decisiones sobre el territorio. Y esto hay que hacerlo de forma sistem¨¢tica, democr¨¢tica y estructurada. Evitando tanto el oscurantismo, como el estado permanente de manifestaci¨®n social. El consenso social no hace sino a?adir valor a un proyecto, y por ello la triada entre pol¨ªticos, t¨¦cnicos y ciudadanos ha de aprender a trabajar de forma coordinada, aceptando adem¨¢s que la iniciativa de los proyectos estrat¨¦gicos podr¨¢ surgir de cualquiera de estos tres polos. La ciudad y el territorio ya no se gestionan s¨®lo desde lo p¨²blico.
5. Hay que integrar el 'software' y las nuevas tecnolog¨ªas en el urbanismo y en la ciudad. Los futuros planes generales ser¨¢n aplicaciones on-line, simuladores en los que en tiempo real se puedan conocer los efectos sobre el territorio de una decisi¨®n. Adem¨¢s, hay que fomentar el uso del software y las redes sociales para crear barrios y comunidades cohesionadas, evitando fen¨®menos de exclusi¨®n con efectos tan devastadores como han producido en pa¨ªses vecinos.
Espa?a es uno de los lugares del mundo con las mejores ciudades hist¨®ricas y pioneros de los mejores ejemplos urbanos de la era industrial. Por ello, debemos de ser capaces de abordar la era de la informaci¨®n creando nuevos referentes urban¨ªsticos y territoriales que cumplan con las exigencias medioambientales necesarias para vivir en un territorio de m¨¢s calidad. Ya hay iniciativas por todo el territorio que lideran este cambio de ciclo y que por ello puede ser el momento de generar buenas noticias en torno al urbanismo.
Vicente Guallart, arquitecto, es director del Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalu?a.
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