Esos ateos
El propio John Locke, considerado uno de los padres del laicismo, dec¨ªa que "aquellos que por su ate¨ªsmo socavan y destruyen toda religi¨®n no pueden pretender que la religi¨®n les conceda privilegio de tolerancia". Y es que los ateos han sido probablemente el colectivo m¨¢s discriminado a lo largo de la historia. Hace menos de 300 a?os era com¨²n, en casi toda Europa, que el derecho a voto se concediese s¨®lo a miembros de una determinada religi¨®n. En Inglaterra, por ejemplo, cat¨®licos y jud¨ªos carec¨ªan de ese derecho. Cada pa¨ªs discriminaba seg¨²n sus propios caprichos. Pero si eras un esc¨¦ptico daba igual d¨®nde estuvieses: era mejor que mantuvieses la boca cerrada (y si no, que se lo pregunten a Uriel da Costa).
En respuesta a la pol¨¦mica que se inici¨® el a?o pasado tras la publicaci¨®n de las famosas "caricaturas de Mahoma" en un peri¨®dico dan¨¦s, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU acaba de aprobar una resoluci¨®n que insta a no difamar p¨²blicamente sobre creencias religiosas. El texto "expresa la profunda preocupaci¨®n por el intento de identificar el islam con terrorismo, violencia y violaciones a los Derechos Humanos". No se dice nada, sin embargo, de las acusaciones que Ratzinger viene incorporando sistem¨¢ticamente a todos sus discursos. Seg¨²n ¨¦l, sin Dios, todo vale, todo es relativo. Pese a que son pocos los ateos que se identifican con tal suerte de relativismo, el catolicismo basa constantemente sus discursos en esta idea, de manera que puede llegar con facilidad a la conclusi¨®n de que "el mundo est¨¢ como est¨¢ porque ya nadie cree en nada".
Si bien recibimos con gusto toda resoluci¨®n cuya finalidad sea la tolerancia y un acercamiento a la comprensi¨®n mutua, somos muchos los ateos que creemos que no estar¨ªa de m¨¢s que dichas resoluciones no sean discriminatorias con nuestro colectivo (si es que se nos puede llamar colectivo). El hecho de que reaccionemos a las cr¨ªticas y difamaciones con raz¨®n y sosiego no significa que nuestros argumentos merezcan ser menos escuchados, m¨¢s bien deber¨ªa de ser al contrario. ?Acaso no es discriminaci¨®n que se pueda culpar al ate¨ªsmo de los males de este mundo? Eso s¨ª que es difamar, y en may¨²sculas.
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