El Gobierno destinar¨¢ m¨¢s de 1.000 millones a la lucha contra la pobreza hasta el a?o 2009
El II Plan Vasco de Inserci¨®n tambi¨¦n contar¨¢ con la aportaci¨®n de diputaciones y municipios
El Gobierno tiene previsto destinar alrededor de 1.053 millones de euros para luchar contra la pobreza dentro del II Plan Vasco de Inserci¨®n para el periodo 2007-09. Este plan, que ser¨¢ continuaci¨®n del que se desarroll¨® entre 2003 y 2005, tambi¨¦n contar¨¢ con las aportaciones de diputaciones y ayuntamientos, lo que har¨¢ aumentar de una manera significativa la cantidad final. El Gobierno est¨¢ ultimando el proyecto cuyo objetivo es promover la incorporaci¨®n al mercado laboral de las personas en riesgo de exclusi¨®n, adem¨¢s de dotarles de recursos econ¨®micos para que hagan frente a su situaci¨®n.
El 60% del dinero del Plan de Inserci¨®n se destina a perceptores de la renta b¨¢sica
El 60% del dinero que aporta el Gobierno es para cubrir la renta b¨¢sica. Por el momento, el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, que es el que se encarga de elaborar y gestionar el Plan, ya cuenta con el apoyo del PSE, que garantiz¨® su apoyo dentro de un acuerdo m¨¢s amplio sobre pol¨ªtica social. Con este respaldo, el proyecto saldr¨¢ adelante en el Parlamento.
El borrador, al que ha tenido acceso este peri¨®dico y que se encuentra en una fase inicial, recoge la aportaci¨®n ¨²nicamente del departamento y cuenta con importantes novedades con relaci¨®n al primer plan, especialmente por lo que se refiere a la inserci¨®n laboral. El desarrollo de estas medidas es especialmente apropiado en la comunidad aut¨®noma, dado que cada vez hay menos diferencia entre la cuant¨ªa de la renta b¨¢sica y el Salario M¨ªnimo Interprofesional (SMI), que asciende a 570 euros. La renta b¨¢sica supone este a?o ya el 88% del SMI, con lo que se pueden generar distorsiones en la demanda de estas prestaciones y en el funcionamiento del mercado laboral. Se trata de que el perceptor de la renta b¨¢sica no pierda el est¨ªmulo por buscar un empleo, ya que lo que percibe es casi equiparable al salario m¨ªnimo de un trabajador.
El objetivo final del Plan es situar los ¨ªndices de pobreza por debajo del 3% de la poblaci¨®n (3,5% en la actualidad). Como objetivos intermedios figuran los de mejorar la calidad y universalidad del sistema de prestaciones econ¨®micas (renta b¨¢sica y Ayudas de Emergencia Social) y completar los servicios de inserci¨®n laboral, creando una red unificada con los centros de empleo de Lanbide e INEM. El Gobierno tambi¨¦n pretende generalizar y unificar la gesti¨®n de los procesos de inserci¨®n por medio de la implementaci¨®n de un programa inform¨¢tico en todos los ayuntamientos que ayuda a realizar el seguimiento de los perceptores de la renta b¨¢sica y comprobar si cumplen sus obligaciones.
Diagn¨®stico de situaci¨®n
El Plan parte de un diagn¨®stico de situaci¨®n. A partir de aqu¨ª, se estructuran las medidas. Los datos m¨¢s recientes, correspondientes a los a?os 2004 y 2005, muestran una evoluci¨®n favorable de las tasas de pobreza, aunque dentro de una tendencia a la estabilizaci¨®n. Un 4,9% de los hogares se ve afectado por la pobreza de mantenimiento, que a su vez incide en un 3,5% de la poblaci¨®n. En cuanto a pobreza grave, la incidencia es del 3,7%. Por lo que se refiere a las situaciones de bajos ingresos, un 16,5% de la poblaci¨®n est¨¢ afectada. Otra tendencia relevante es que la pobreza es muy superior en los hogares monoparentales que dependen de una mujer.
Por otra parte, las tres capitales pasaron de concentrar el 42% de la pobreza en el a?o 2000 al 62% en 2004. Estas tendencias se han ido incrementando en un contexto en el que se ha producido una espectacular reducci¨®n de las tasas de desempleo, un crecimiento en el precio de la vivienda (aunque los precios se han estabilizado en 2006) y un goteo incesante de inmigrantes (la cuarta parte de los perceptores de la renta b¨¢sica son extranjeros). Es decir, la econom¨ªa vasca marcha bien, el nivel de paro ha ca¨ªdo a m¨ªnimos hist¨®ricos y, sin embargo, el n¨²mero de perceptores de la renta b¨¢sica ha crecido sin parar en los ¨²ltimos a?os.
La renta b¨¢sica constituye, en t¨¦rminos de gasto y de cobertura, la principal herramienta de las administraciones vascas en la lucha contra la pobreza y la exclusi¨®n social. El n¨²mero de perceptores ha ido subiendo en los ¨²ltimos a?os, pasando de los 18.423 registrados en 2002 a los 33.675 de 2006, lo que representa una cobertura de 16 beneficiarios por cada 1.000 habitantes. Del total de perceptores, cerca de la mitad no est¨¢n en condiciones de buscar trabajo debido a que son discapacitados o jubilados que cobran pensiones m¨ªnimas.
El II Plan de Inserci¨®n contempla algunos cambios en la renta b¨¢sica tambi¨¦n conocida como salario social. Por un lado, se va a redefinir lo que se entiende por unidad de convivencia, de manera que los pensionistas tendr¨¢n esa consideraci¨®n, aunque vivan en la misma casa con hijos o familiares suyos. De esta manera, todos aquellos que cobren una pensi¨®n que no llegue al SMI recibir¨¢n un complemento asistencial para equipararse. Antes se computaba los ingresos del pensionista con el resto de personas que viv¨ªan en la casa, con lo que superaba el l¨ªmite para solicitar la renta b¨¢sica.
La equiparaci¨®n con el SMI se har¨¢ siempre y cuando el pensionista cobre menos del SMI, pero no tenga otro tipo de patrimonio que haga aumentar su solvencia econ¨®mica. Tambi¨¦n se van a incluir nuevas excepciones de acceso a la renta b¨¢sica para personas menores de 23 a?os, edad a la que oficialmente se puede solicitar. El plan incluir¨¢ un subsidio complementario a la renta b¨¢sica dirigido al cuidado de los hijos de familias monoparentales.
Las Ayudas de Emergencia Social (AES) constituyen otro componente fundamental de las pol¨ªticas p¨²blicas contra la pobreza. Por la fuerza de los hechos, las AES no se est¨¢n destinando a fines puntuales, como la compra de un electrodom¨¦stico b¨¢sico, sino a la cobertura de situaciones estables (el pago de alquileres, fundamentalmente). Esta circunstancia hace que se desvirt¨²e la finalidad de las AES. Su readecuaci¨®n ser¨¢ uno de los objetivos del II Plan de Inserci¨®n. En 2006, los beneficiarios se han elevado a 27.400, con un presupuesto de 35 millones de euros, un 57% m¨¢s que en 2002.
Esta readecuaci¨®n pasa por establecer una prestaci¨®n complementaria de vivienda, de manera que asuma todo el dinero de las AES que ahora se iba en pago de alquileres. Esta prestaci¨®n tendr¨¢ car¨¢cter de derecho subjetivo y garantizado por ley. As¨ª se refuerza el car¨¢cter asistencial y temporal de las AES.
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