Hero¨ªna sin recompensa
Una mujer incapacitada tras un accidente en el que salv¨® a 57 ni?as pide reconocimiento
Nieves Gonz¨¢lez salv¨® a 57 ni?as que viajaban en un autob¨²s escolar de sufrir un grave accidente de tr¨¢fico. El conductor del autob¨²s escolar en el que viajaba como monitora de ruta sali¨® despedido por la puerta y ella se golpe¨® tras lograr detener el veh¨ªculo. Nieves denunci¨® ayer, el mismo d¨ªa en que el m¨¦dico le comunic¨® que no podr¨¢ volver a hacer "vida normal", que no ha recibido ninguna indemnizaci¨®n ni reconocimiento. Dolores cervicales, lumbares, tres operaciones de rodilla que le obligan a caminar con muletas y la imposibilidad de trabajar y de valerse por s¨ª misma constituyen el recuerdo de aquel d¨ªa.
"No es por el dinero, es s¨®lo por el reconocimiento, porque creo que no todos los d¨ªas se hace algo as¨ª, y adem¨¢s ahora ya no puedo hacer vida normal". La vida de Nieves, de 55 a?os, cambi¨® el 3 de marzo de 2005. Monitora de ruta de uno de los autobuses del colegio Mater Salvatoris, en Aravaca, tuvo que hacer frente a una situaci¨®n ins¨®lita. Cuando el veh¨ªculo, en el que viajaban 57 alumnas, de entre cinco y 16 a?os, entraba en la carretera de La Coru?a, la puerta del conductor se abri¨® y ¨¦ste sali¨® despedido. "Iba a 60 kil¨®metros por hora en una curva en la que hay que ir a 30, ¨¦l iba apoyado en la puerta, que al parecer cerraba mal", cuenta Nieves en conversaci¨®n telef¨®nica.
"Dicen que las chicas gritaban, pero yo no recuerdo nada", asegura Nieves
No recuerda casi nada de lo que pas¨® despu¨¦s. "Vi que el conductor se ca¨ªa y me lanc¨¦ al volante para intentar parar el autob¨²s. Yo estaba de pie y no era capaz de encontrar el freno. Al final consegu¨ª que parara dando un volantazo", dice Nieves.
El veh¨ªculo se detuvo, pero lo hizo en una pendiente, y comenz¨® a bajar marcha atr¨¢s. "Dicen que las ni?as gritaban, y que roc¨¦ con algunos coches, pero no me acuerdo de nada", asegura Nieves, que tiene carn¨¦ de conducir, pero "ni idea de c¨®mo se maneja un autob¨²s". 200 metros despu¨¦s, y ya en la carretera de Castilla, el veh¨ªculo se detuvo en seco y ella sali¨® despedida. "El autob¨²s no volc¨® porque yo cog¨ª el volante y fui girando hasta que se fren¨®", explica. El golpe le provoc¨® da?os en las cervicales, los lumbares y en las rodillas.
Desde aquel d¨ªa, est¨¢ de baja laboral. "Necesito que haya una persona conmigo en casa. No puedo dejar las muletas, casi no puedo apoyar...", cuenta Nieves con voz triste.
"Ni el colegio, ni la empresa...los ¨²nicos que se han portado bien conmigo han sido los padres de las ni?as", a?ade. Este peri¨®dico intent¨® obtener, sin ¨¦xito, la versi¨®n del colegio y de la empresa de autobuses.
Mientras esperan al juicio, que se deber¨ªa celebrar antes de verano, la familia de Nieves sigue luchando por el reconocimiento de su acci¨®n. Jos¨¦ Mar¨ªa, su marido, envi¨® una carta a Esperanza Aguirre, "para que recibiera una menci¨®n, y as¨ª animarla un poquito, pero no hemos recibido ni los buenos d¨ªas", asegura.
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