Un d¨ªa hist¨®rico
El d¨ªa 9 de abril de 2007 se cumplieron 30 a?os de la legalizaci¨®n del Partido Comunista de Espa?a (PCE). Recuerdo perfectamente aquel s¨¢bado rojo de 1977 porque me hab¨ªa tocado la guardia en el gabinete de prensa del extinto Ministerio de Marina. Hab¨ªa acabado la carrera de Periodismo un a?o antes y por avatares del destino me toc¨® hacer la mili en Infanter¨ªa de Marina; tuve la suerte de venir a Madrid y acabar en el gabinete de prensa de dicho ministerio.
Recuerdo aquel s¨¢bado porque estaba en la m¨¢s absoluta soledad de un despacho con los teletipos frente a m¨ª y con la orden de mirar cada noticia que entraba, porque algo se rumoreaba y se ol¨ªa. Fue a media tarde cuando en una de las entradas de noticias vi con mis ojos la legalizaci¨®n del PCE, escrito en aquel papel que entregu¨¦ r¨¢pidamente a un teniente paisano m¨ªo. Lo que s¨ª recuerdo perfectamente fue el revuelo que se organiz¨®, pues en aquellos d¨ªas Pita da Veiga, a la saz¨®n ministro de Marina, se encontraba en Galicia. Recuerdo, sobre todo, los nervios de un teniente coronel, uno de los ayudantes del ministro, que no sab¨ªa en los primeros momentos qu¨¦ determinaci¨®n tomar.
Fueron adem¨¢s momentos de crispaci¨®n y rabia por parte de los mandos en el ministerio al saber de dicha legalizaci¨®n. Lo dem¨¢s que aconteci¨® ya es historia: Pita da Veiga lleg¨® al ministerio con la m¨¢xima urgencia y al poco tiempo presentaba su dimisi¨®n al presidente Adolfo Su¨¢rez, y le sustituy¨® un buen hombre, Pery Junquera, y yo directa o indirectamente tuve en mis manos durante un tiempo un teletipo donde se confirmaba la legalizaci¨®n del Partido Comunista.
Treinta a?os despu¨¦s, este pa¨ªs avanza para colocarse en una realidad europea, pese a los malos augurios de ciertos falsos profetas, y mi humilde persona siempre significada con la izquierda tuvo aquel d¨ªa la suerte de vivir la historia desde dentro.
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