Argelia revive los a?os del plomo de la guerra civil
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Tras varios a?os de calma relativa y en medio de la bonanza de Argelia por las exportaciones de gas y petr¨®leo, Iberia decidi¨® el pasado febrero reanudar los vuelos directos entre Madrid y Argel, suspendidos desde el estallido de la guerra civil larvada que ensangrent¨® al pa¨ªs magreb¨ª desde comienzos de los a?os noventa. Los acuerdos de reconciliaci¨®n nacional y amnist¨ªa impulsados por el presidente Abdelaziz Buteflika en 1999 y 2005 intentaron impulsar la paz. Pero ni la rendici¨®n del Ej¨¦rcito Isl¨¢mico de Salvaci¨®n, en 2002, ni el confinamiento de los ¨²ltimos comandos del Grupo Salafista para la Predicaci¨®n y el Combate en remotos barrancos del Atlas, pusieron fin a la violencia en Argelia. El 11-S y la guerra de Irak parecen haber insuflado nueva vida a esos comandos durmientes, dotados ahora de una renovada fuerza bajo el paraguas de Al Qaeda.
El golpe militar que impidi¨® el acceso al poder de los islamistas, que ya hab¨ªan ganado la primera vuelta, desencaden¨® un conflicto civil que se cobr¨® m¨¢s de 150.000 vidas, con episodios tan sangrientos como las matanzas masivas de campesinos en el siniestro tri¨¢ngulo de la muerte de los alrededores de la capital en 1997 mientras los argelinos acud¨ªan a las urnas.
El eco de las bombas volvi¨® a sembrar ayer el terror entre los habitantes de Argel, a pesar de que se acostumbraron durante m¨¢s de una d¨¦cada a seguir con sus actividades cotidianas en medio del infierno. La violencia que resurge con las explosiones de ayer es s¨®lo un p¨¢lido recuerdo de los a?os de plomo y sangre. Inundaciones, terremotos, miseria... El miedo nunca ha dejado de acompa?ar a los habitantes de Argel.
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