Osasuna se hace grande

S¨®lo faltaba el tr¨¢mite del partido de vuelta para sellar el paso a semifinales de la UEFA y Osasuna lo solvent¨® con inteligencia. Pese a las numerosas bajas y a unos primeros embates del Bayern, los de Ziganda no pasaron por excesivos problemas: secaron el partido cuando se lo propusieron, cerraron las bandas del Bayer y, en una de las escasas ocasiones con las que contaron, apuntillaron el choque y la eliminatoria. El premio, el mayor logro de la historia europea.

El Bayer dispuso toda su panoplia ofensiva alrededor de una sola idea: obtener un gol con rapidez. Sin embargo, la necesidad pronto se volvi¨® una carencia. A la contra, Valdo puso el bal¨®n a los pies de Soldado quien, solo, err¨® frente a Adler en la ocasi¨®n so?ada. Pero el Bayer no se rindi¨® a las primeras de cambio y trat¨® de seguir buscando la heroica. Schneider, con un disparo tras un rebote en el ¨¢rea, puso la primera dosis de peligro.

El partido iba cayendo en la fase de atontamiento que Osasuna busc¨® desde el primer momento. El centro del campo fue un lugar de tr¨¢nsito, sin mayores ambiciones que las de expulsar el bal¨®n hacia otros fueros, con un Josetxo que aprob¨® en una posici¨®n desconocida para ¨¦l. A los de Ziganda no les result¨® sencillo controlar el partido mediante la presi¨®n porque el Bayer, pese a haberse ridiculizado en su feudo, sigue siendo un equipo que sabe tocar el bal¨®n y disparar a sus mediapuntas. Freier, al borde del descanso, realiz¨® una penetraci¨®n desde la derecha que Ricardo, con un pie, lleg¨® a despejar a c¨®rner. Pese a las ocasiones, el encuentro no hab¨ªa pasado de lo intrascendente, el territorio que beneficiaba a los locales.

El comienzo de la segunda mitad fue un calco: una ocasi¨®n clara de Juanlu con parad¨®n de Adler respondida, a los dos minutos, por un cabezazo de Barbarez que Monreal despej¨® sobre la l¨ªnea de gol. El ritmo no beneficiaba a los navarros, aunque el tiempo segu¨ªa siendo su principal aliado. Sin embargo, la locura acab¨® pronto. Tras unos minutos de tanteo, Soldado lanz¨® desde la izquierda y Juanlu remach¨® tras un despejo del meta Adler. Despu¨¦s del aburrimiento, la locura.

Juanlu quien, junto a Valdo, no hab¨ªa ofrecido la verticalidad esperada, se convirti¨® en el h¨¦roe del encuentro. A partir del gol, celebraci¨®n en la grada, homenaje a Cruchaga, minutos para los menos habituales y relajo. La espita del f¨²tbol se cerr¨® y el partido termin¨® por convertirse en un aburrido (pero gratificante) pasatiempo, con una sola ocasi¨®n en las botas de Cu¨¦llar. Pero con la gratificaci¨®n de la semifinal de la UEFA, un premio gordo con el que Osasuna ni siquiera so?aba al comienzo de la temporada.