A toda pastilla, por motivos laborales

Iba muy r¨¢pido "por motivos laborales y porque el veh¨ªculo est¨¢ preparado para estas velocidades". As¨ª justific¨® R. M. A. J. las infracciones perpetradas y captadas por los radares fijos de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico, cuando tras casi un a?o de recorrer 10 provincias a velocidades de hasta 230 kil¨®metros por hora, finalmente, fue identificado e imputado por un delito de conducci¨®n "manifiestamente temeraria". Este portugu¨¦s, de 26 a?os, con domicilio en Vigo, tarjeta de residencia en Espa?a, permiso de conducir espa?ol, gerente de una empresa y representante de otra, lleg¨® a acumular la p¨¦rdida de 115 puntos del carn¨¦ y multas por valor de 15.000 euros. Lo cierto es que desde junio de 2006 las notificaciones llegaban a su supuesto domicilio, pero ninguna de las sanciones fue pagada o recurrida. El imputado, que se enfrenta a una pena de c¨¢rcel que puede llegar a los cuatro a?os, seguir¨¢ conduciendo hasta que el juez decida si le retira el permiso como medida cautelar.

Lo sorprendente es que haya permanecido casi un a?o, hasta marzo, infringiendo las normas y "poniendo en constante peligro", como se desprende de las diligencias, la vida del resto de los conductores, circulando en ocasiones a 196 por hora de media en recorridos de casi 100 kil¨®metros, sin que nadie lo haya impedido.