El Akasvayu sufre para coronarse

?Ojito con los ucranianos. Nada de confianzas. Preparados para sufrir! En ingl¨¦s, castellano y serbio, predic¨® Svetislav Pesic durante dos d¨ªas, justo desde que concluy¨® la semifinal en que sus jugadores apalizaron por 31 puntos al MMT Estudiantes. No hubo manera. La final de la Copa FIBA -la tercera competici¨®n europea tras la Euroliga y la Copa ULEB-, tuvo su miga. La gan¨® el Akasvayu, el anfitri¨®n, con m¨¢s calidad, m¨¢s jugadores de primera fila, m¨¢s experiencia y el entusiasta apoyo de su afici¨®n. Pero le cost¨®. El ignoto Azovmash de Ucrania plant¨® cara porque sac¨® el m¨¢ximo jugo de su quinteto, apa?adito pero limitado en efectivos, y muy lejos del empaque y posibilidades del grupo que dirige Pesic. Sucedi¨® lo que muchas veces: el equipo te¨®ricamente inferior, sin tanta presi¨®n, se creci¨® y explot¨® m¨¢s sus recursos.

El-Amin, un base que gan¨® la Liga universitaria estadounidense con Connecticut en 1999, fue el principal culpable de las tribulaciones del Akasvayu. Le dio ritmo y cuajo a la final. Lider¨® a sus compa?eros y llev¨® las riendas del juego con la velocidad que m¨¢s conven¨ªa a su equipo en cada momento. Hasta se gan¨® una falta t¨¦cnica por enredar con el bal¨®n cuando no estaba en juego y poco despu¨¦s se encar¨® con el p¨²blico. El descarado jugador de Minnesota cont¨® con la ayuda del escolta griego Liadellis y la disciplina y buen hacer de sus compa?eros en el quinteto inicial. La zona en defensa que impuso el Azovmash se le atragant¨® al Akasvayu. S¨®lo McDonald, que enlaz¨® tres triples casi consecutivos, ofreci¨® s¨ªntomas de comparecer al 100%.

Al Akasvayu se le atragant¨® el ritmo que impuso El-Amin, con transiciones muy r¨¢pidas cuando ve¨ªa pista libre para que sus compa?eros corrieran y muy lento cuando no era as¨ª. No consegu¨ªa abrir diferencias el Akasvayu cuando ya hab¨ªa pasado el ecuador de la final. Durante una breve fase en el tercer cuarto, Marc Gasol se impuso bajo los aros y Salenga y Fucka soltaron el brazo. El Akasvayu tom¨® carrerilla y abri¨® una brecha apreciable, 54-41. Daba la sensaci¨®n de que la cosa estaba hecha. Pero los ucranianos todav¨ªa no hab¨ªan dicho su ¨²ltima palabra. Entre Gulyas, un p¨ªvot h¨²ngaro con muy buena mano, y Liadellis volvieron a liarla.

Un parcial de 1-12 volvi¨® a poner el partido en el alambre. Y un triple de Gulyas lo empat¨® a cuatro minutos para el final. La pelota quemaba en las manos de los jugadores del Akasvayu. McDonald fall¨® un tiro libre, pero corrigi¨® el error con un triple, mientras dos discutibles decisiones arbitrales, una falta de ataque y unos pasos, penalizaron al Azovmash. Dos tiros libres y una canasta de Marc Gasol hend¨ªan la estocada. El t¨ªtulo era para el Akasvayu, su primera corona europea.