Vitoria vuelve la vista atr¨¢s seis siglos para asomarse al tiempo del Canciller de Ayala

El canciller Pero L¨®pez de Ayala (1332-1407), uno de los personajes m¨¢s atractivos de los a?os que vieron la transici¨®n de la Edad Media al Renacimiento, mantuvo una intensa vida diplom¨¢tica, literaria y guerrera que, sin olvidar su vinculaci¨®n estrecha con el escondido solar alav¨¦s de Quejana, se desarroll¨® en la corte de Castilla. Desde hoy recibe un reconocimiento en el sexto centenario de su muerte en una exposici¨®n que repasa tanto su vida como aquel periodo de la historia. La Catedral Nueva de Vitoria ha puesto en pie un montaje a la altura del canciller.

"Mi nombre es don Fern¨¢n P¨¦rez de Ayala, se?or de Ayala y patrono de Quejana, lugar donde erig¨ª el palacio..." La rotunda voz del padre del Canciller de Ayala retumba en la catedral. Comienza as¨ª el cuidado documental que introduce la extensa mirada sobre el autor del Rimado de Palacio, una de las cumbres de la literatura castellana del XIV, pero tambi¨¦n protagonista de enfrentamientos de banderizos, intrigas palaciegas y episcopales, adem¨¢s de batallas como la de Aljubarrota, que le cost¨® 30 meses de c¨¢rcel.

Este a?o se cumplen seis siglos de la muerte de don Pero L¨®pez de Ayala, canciller mayor de Castilla, quien, por circunstancias familiares, naci¨® en Vitoria: su padre tuvo que regresar desde la corte de Toledo a la tierra de sus ancestros, el actual valle alav¨¦s de Ayala, para hacerse cargo del solar familiar y defenderlo. Pero L¨®pez asisti¨® a la recuperaci¨®n del Se?or¨ªo de Ayala, pero tambi¨¦n tuvo tiempo de traicionar a un rey, Pedro I el Cruel, para defender a otro, Enrique de Trast¨¢mara, mientras se deleitaba con los cl¨¢sicos griegos y latinos o tomaba apuntes con los que redactar su famoso Arte de cetrer¨ªa. La literatura era su verdadera pasi¨®n.

La exposici¨®n que hoy se inaugura bien podr¨ªa empezar en la torre de Quejana, donde descansa el canciller junto a su esposa, do?a Leonor de Guzm¨¢n. Afortunadamente, seis siglos despu¨¦s, el paisaje se conserva pr¨¢cticamente id¨¦ntico al que disfrut¨® Pero L¨®pez en su infancia y juventud.

La siguiente parada, ya en la Catedral Nueva, trata de ubicar al canciller en su tiempo y en los lugares por los que se movi¨® a partir de un cuidado audiovisual. En ¨¦l, se presta especial atenci¨®n a su familia: la importancia de los padres en su formaci¨®n y la de su t¨ªo-abuelo, el cardenal Barroso, con quien se educ¨® en Avignon. Tambi¨¦n atiende a su trayectoria pol¨ªtica, a partir de los reyes a quienes sirvi¨®. No falta un apartado dedicado a su vinculaci¨®n con la literatura, con referencias a sus Cr¨®nicas reales y el Rimado de Palacio, y otro que recuerda su defensa del fuero del Se?or¨ªo de Ayala.

La muestra, que incluye unas 140 piezas que provienen de m¨¢s de 50 instituciones, archivos, museos, iglesias y catedrales, supone adem¨¢s todo una recuperaci¨®n material del mundo en que vivi¨® el canciller. Del ¨¢mbito m¨¢s cercano a su solar se han escogido importantes documentos, como el Fuero de Ayala, el testamento de su padre o numerosos manuscritos del propio don Pero L¨®pez de Ayala, como sus Cr¨®nicas hist¨®ricas o fragmentos del Rimado.

Valor art¨ªstico

Del t¨ªo del canciller, el cardenal Pedro G¨®mez Barroso, figuran valiosas piezas, como el b¨¢culo de Benedicto XIII, conocido como el Papa Luna, el antipapa cism¨¢tico de Avignon. Del propio don Pero se pueden observar numerosos objetos de uso personal, como cascos de guerra y otros complementos del vestuario.

De especial valor art¨ªstico, las vitrinas de la exposici¨®n muestran el relicario de la Virgen del Cabello, procedente del conjunto monumental que sirve de pante¨®n familiar al canciller. Don Pero L¨®pez, como recuerda el v¨ªdeo de presentaci¨®n, tuvo especial empe?o en ofrecer un lugar preferente que acogiera la imagen de Nuestra Se?ora del Cabello, patrona del solar de Ayala.

Tambi¨¦n es de gran valor un Tr¨ªptico de la Pasi¨®n que fue propiedad del monasterio de Quejana y que ha sido recuperado para la exposici¨®n. La muestra incluye adem¨¢s algunas de las principales joyas de la imaginer¨ªa religiosa de lo que hoy es ?lava, como la Andra Mari de Tuesta o el retablo de la parroquia de Santiago de Yurre, el m¨¢s antiguo del Pa¨ªs Vasco.