"El 'fen¨®meno Ikea' es un aliado"
Ni una placa anuncia que en los bajos de ese edificio noble, como tantos en Mil¨¢n, tiene su estudio una de las dise?adoras m¨¢s apreciada por las grandes firmas internacionales. El lugar donde Patricia Urquiola acude cada d¨ªa a trabajar (siempre que no est¨¦ de viaje) es una sorpresa. Ese peque?o espacio al que llaman las primeras casas de muebles e interiores -como B&B Italia, Moroso, Kartell, Molteni, Flos, Swarovski, Knoll, Alessi- no tiene nada que ver con lo que se suele entender por dise?o. Est¨¢ lleno de objetos desperdigados que un d¨ªa pueden servir de inspiraci¨®n: una bolsa de malla, una red de pescar, sillas, jarrones... Un universo cercano y algo ca¨®tico por el que la dise?adora se mueve con 16 colaboradores.
"Se trata de crear nuevas analog¨ªas que tengan que ver con la sociedad, absorber algo y devolverlo digerido"
"El consumo es cada d¨ªa m¨¢s virtual. No necesitamos comprar todo lo que nos gusta para disfrutarlo"
De un padre ingeniero, vasco, y una madre fil¨®sofa, ovetense, sali¨® una mujer elegante, inteligente e intuitiva. Y con mucho car¨¢cter. Estudi¨® arquitectura en Madrid y Mil¨¢n, donde se encontr¨® con uno de los grandes maestros y su mentor: Achille Castiglione, por quien Italia se puso de luto cuando muri¨® en 2002. Su otro maestro es otro lujo: Vicco Magistretti. Ambos fueron protagonistas de la eclosi¨®n del dise?o italiano en los a?os cincuenta, a¨²n vigente. En Mil¨¢n, donde se cas¨® y han nacido sus hijos, lleva viviendo y trabajando 25 a?os. Aclamada por la prensa especializada -Wallpaper la eligi¨® dise?adora del a?o en 2005-, parece impermeable a la fama, aunque traiga cosas buenas: "Me ha llamado Almod¨®var porque quiere utilizar una vidriera m¨ªa para su casa, estoy encantada".
Pregunta. ?Qu¨¦ aprendi¨® de sus maestros?
Respuesta. Mi tradici¨®n y mis ra¨ªces fueron muy bien acogidas en Mil¨¢n, una ciudad muy abierta que adapta lo que le interesa. Italia es muy libertaria, viva y compleja, y us¨¦ mis peque?as armas: me agarr¨¦ a mi profesor Castiglione. Sin ¨¦l no hubiera hecho dise?o. Aprend¨ª el m¨¦todo de la s¨ªntesis, la desenvoltura en afrontar los proyectos con nuevas tecnolog¨ªas y un lenguaje muy sint¨¦tico, nada barroco, propio de la Escuela de Mil¨¢n. Es una metodolog¨ªa inteligente y elegante. El m¨¢s genial era Castiglione con su uso de la iron¨ªa. Como cuando reutiliz¨® un sill¨ªn de bici para crear un taburete.
P. ?Tiene algo que ver esa s¨ªntesis con el minimalismo?
R. El minimalismo ha hecho mucho da?o. La escuela de la que vengo, que hoy contin¨²a Jasper Morrison, ya era muy simplificada en la eliminaci¨®n de signos y en el uso de materiales esenciales. Mucho del minimalismo se basa en la s¨ªntesis formal. ?Y encima te dicen que es zen, cuando no es m¨¢s que una corriente comercial que abusa de mala manera de esa simplificaci¨®n!
P. ?Y cu¨¢les son sus propias se?as de identidad?
R. Gran curiosidad y capacidad de absorci¨®n, y una actitud al proyectar muy abierta para acercarse al propio humus. En los ochenta, cuando no exist¨ªan los show rooms, De Padova ten¨ªa uno de tres pisos en Mil¨¢n. Cuando empec¨¦ a trabaja all¨ª, su due?a, Magdalena de Padova, me pregunt¨® d¨®nde quer¨ªa ir y eleg¨ª el departamento donde se proyectaba. Y me qued¨¦ seis a?os all¨ª con Magistretti.
P. ?Cu¨¢ndo se lanz¨® sola?
R. Despu¨¦s de pasar por mi divorcio, perd¨ª mucho equipaje y decid¨ª abrir un estudio. Superar un fracaso de joven es una ense?anza maravillosa. Crecer es perder prejuicios y miedos. Cuando llegu¨¦ a Mil¨¢n estaba muy de moda la corriente de Memphis, con Courr¨¨ges y Mary Quant; pero yo estaba unida a la otra escuela, la de Mil¨¢n, que es la que ha permanecido, como Balenciaga. Me gusta descontextualizar, que las cosas tomen distancia cultural y emotiva de lo vivido. As¨ª utilic¨¦ el nido de abeja de los vestidos de ni?a para una butaca de contract. O manoplas de cocina para una alfombra. Se trata de crear nuevas analog¨ªas que tengan que ver con la sociedad en la que vives, absorber algo y devolverlo digerido.
P. ?D¨®nde da con esos objetos?
R. Soy de mercadillo y de saldos, que son siempre subversivos. Mil¨¢n, tan ordenada y que manda un mensaje tan concreto de marketing, en rebajas pierde la cabeza.
P. ?Qu¨¦ le inquieta de su oficio?
R. La credibilidad. La industria pesa, pero no es para tanto.
P. ?Cu¨¢ndo sabe que ha dado en el clavo con un objeto?
R. Cuando estoy contenta y fascinada. Cuando he conseguido que el alma del objeto se mantenga tras un largo proceso industrial con muchos compromisos. Tambi¨¦n veo los l¨ªmites. Si un producto m¨ªo no me acaba de convencer, por mucho que lo alaben...
P. ?C¨®mo es su casa?
R. Llevo a?os diciendo que tengo que cambiarme. Se ha quedado peque?a y los libros y revistas se acumulan. El sal¨®n se ha convertido en el cuarto de la peque?a donde los juguetes y el perro reinan. Pero est¨¢ en una calle muy tranquila. En ella viven parte de mis prototipos, ¨²nicos, pero fr¨¢giles. Un d¨ªa se rompi¨® una butaca y un amigo desde el suelo dijo: "Tanto design y luego se rompe".
P. ?Por qu¨¦ el dise?o Made in Italy es tan caro?
R. ?Cu¨¢l es el valor real de las cosas? Comprar un bolso de Prada sustituye a comprarse otros 10 m¨¢s baratos, pero aqu¨¦l da m¨¢s placer y se paga. Es verdad que hay muchos excesos, como es el costo alt¨ªsimo de la publicidad. Pero trabajo con gente que busca calidad en la que influyen varios elementos. Un sof¨¢ copiado en China igual no se nota a primera vista, pero s¨ª la falta de calidad al usarlo. El mercado no es mi gran problema, aunque todos lo suframos. Yo tengo que hacer un producto que tenga una l¨®gica cualitativa, que sea innovador y repetible en serie. A veces quien m¨¢s critica el dise?o por caro acaba comprando antig¨¹edades que no entiende.
P. ?Es un problema cultural?
R. Existe gran confusi¨®n. Hay sociedades que necesitan menos que sus objetos sean contempor¨¢neos, como la espa?ola, muy tradicional en el mundo dom¨¦stico. Y a otras desde siempre les interesa el dise?o, como Escandinavia o el norte de Italia, donde se ha desarrollado una industria capaz de absorber esa energ¨ªa. Espa?a, sin embargo, es un ejemplo de arquitectura contempor¨¢nea que en Italia falta.
P. ?Y el dise?o en Espa?a?
R. Est¨¢ surgiendo una generaci¨®n joven interesante.
P. ?Alg¨²n nombre?
R. Prefiero no personalizar.
P. ?Bajo el dise?o no se amparan algunos bluf?
R. La ignorancia trae los bluf. Lo importante es que haya informaci¨®n y que la gente pueda elegir, eso es democracia. El consumo adem¨¢s es cada d¨ªa m¨¢s virtual. No necesitamos comprar todo lo que nos gusta para disfrutarlo. Me interesa Galiano pero no necesito comprarle un traje porque a lo mejor no voy a fiestas y me basta con comprar una revista.
P. ?Qu¨¦ opina del fen¨®meno Ikea?
R. Es aliada: aporta una base para interesar a la gente por las cosas actuales, de modo que as¨ª tendr¨¢ m¨¢s simpat¨ªa por mi trabajo. Tiene un gran papel social, cada d¨ªa hace m¨¢s natural el di¨¢logo entre el dise?o y el gran p¨²blico.
P. ?El dise?o es cultura?
R. Se empieza a entender que el dise?o vive de los mismos datos culturales que otro sector creativo.
Babelia
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