De Juana realiza salidas del hospital en un coche particular bajo vigilancia
La Ertzaintza tiene como orden principal "preservar la integridad f¨ªsica" del etarra interno
El preso de ETA I?aki de Juana Chaos ya sale a la calle tras abandonar el 1 de marzo la huelga de hambre. Y lo hace en coche particular. Todo ello bajo supervisi¨®n de Instituciones Penitenciarias y del juez central de Vigilancia Penitenciaria y con la "protecci¨®n" de la Ertzaintza, que debe "preservar la integridad del interno". En las ¨²ltimas semanas, el recluso, que cumple condena en r¨¦gimen de prisi¨®n atenuada desde entonces, ha dejado su habitaci¨®n de la cuarta planta del hospital Donostia de San Sebasti¨¢n para determinados tratamientos fuera del centro, custodiado siempre por agentes de la polic¨ªa vasca.
Tanto la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias como el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, en las pautas de actuaci¨®n gen¨¦ricas ordenadas el pasado 28 de febrero y 1 de marzo, a las que ha tenido acceso este peri¨®dico, consideran que la principal encomienda que tiene la polic¨ªa vasca en estos momentos en relaci¨®n con el etarra I?aki de Juana Chaos es la de "preservar la integridad f¨ªsica del interno".
Esta misma semana, el preso, condenado finalmente por el Tribunal Supremo a tres a?os de c¨¢rcel por un delito de amenazas y otro de enaltecimiento del terrorismo por escribir dos art¨ªculos de opini¨®n en el diario abertzale Gara, ha realizado una salida para un tratamiento sanitario en un centro de salud de Hernani (Guip¨²zcoa). De Juana Chaos se desplaz¨® desde San Sebasti¨¢n en un coche particular, acompa?ado por su novia y por otras dos personas, seg¨²n ha podido saber este peri¨®dico.
No es extra?o que el interno, tras las sesiones terap¨¦uticas autorizadas por la gerencia del Hospital de Donostia y por el equipo m¨¦dico, y supervisadas por el juez de Vigilancia Penitenciaria, realice compras u otro tipo de actos no relacionados con el tratamiento m¨¦dico. El etarra ha sido atendido fuera del hospital por un oftalm¨®logo y un home¨®pata.
En una de las pautas de actuaci¨®n autorizadas por Instituciones Penitenciarias y el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, se recoge expresamente que las salidas que tenga que realizar De Juana Chaos fuera del centro hospitalario donde est¨¢ internado "podr¨¢ hacerlas en veh¨ªculos particulares". El cuerpo policial encargado de la protecci¨®n del preso etarra es en todo momento la Ertzaintza, que cumple las ¨®rdenes y las pautas de actuaci¨®n que marcan el juez de Vigilancia Penitenciaria y la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias.
R¨¦gimen m¨¢s liviano
Hace varias semanas, De Juana Chaos fue trasladado a un centro hospitalario de Bilbao para un tratamiento concreto, con otros especialistas m¨¦dicos, relacionado con sus dolencias tras las dos huelgas de hambre que mantuvo. Fueron 63 d¨ªas entre agosto y septiembre de 2006 en la primera; la segunda se prolong¨® entre el 7 de noviembre y el 1 de marzo de 2007, cuando fue trasladado al hospital donostiarra con un r¨¦gimen de prisi¨®n atenuada.
El r¨¦gimen interno en el hospital que mantiene ahora el recluso etarra es mucho m¨¢s liviano. No s¨®lo tiene libertad de movimiento en el propio centro donostiarra, sino que est¨¢ autorizado a dar paseos. Se ha pasado del inicial -"el interno goza de libertad deambulatoria en el hospital donde se encuentra ingresado si su tratamiento estrictamente m¨¦dico as¨ª lo aconseja"- de la resoluci¨®n judicial primera, a que De Juana tenga autorizaci¨®n para -"por prescripci¨®n m¨¦dica- realizar paseos en las inmediaciones del hospital", seg¨²n las resoluciones a las que ha tenido acceso EL PA?S.
El 3 de abril pasado se orden¨® adem¨¢s a la Ertzaintza, que tiene obligaci¨®n de mantener la "vigilancia en la habitaci¨®n" del hospital cuando el recluso no se encuentra en ella, que retirara el candado que manten¨ªa sellada la ventana de la misma. Adem¨¢s, los agentes mantienen un ret¨¦n las 24 horas del d¨ªa que controla las visitas y las personas que le acompa?an en sus salidas.
Este r¨¦gimen m¨¢s liviano ya se pronosticaba de alguna manera en la resoluci¨®n del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria del 1 de marzo. Se afirmaba en ella que "las graves razones de salud antes aducidas [las que pusieron al borde de la muerte a De Juana, entre otras los riesgos de "fallo card¨ªaco", los problemas de m¨¦dula ¨®sea y su gravedad en general] y la consecuente ausencia del riesgo de fuga, determinan que los controles de seguridad mencionados no contemplen el r¨¦gimen de custodia hospitalaria de un penado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya que, en caso contrario, se hubiese determinado una clasificaci¨®n penitenciaria distinta de la realizada" por la Junta de Tratamiento de la prisi¨®n donde estaba recluido por el juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, Jos¨¦ Luis Castro.
El principal sindicato de la Ertzaintza, la central independiente Erne, en una carta remitida el 12 de abril al viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, denunci¨®: "Hay que tomar medidas de autoprotecci¨®n en los servicios que se prestan" de custodia a De Juana, "donde se ha producido una irresponsable reducci¨®n del n¨²mero de ertzainas que se encargan de este servicio". Interior record¨® ayer que esas condiciones las fija Instituciones Penitenciarias.
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