Bayrou se da un ba?o de masas en Par¨ªs en la recta final de la campa?a presidencial
El candidato centrista congrega a 20.000 personas en un mitin en el palacio de deportes
La incertidumbre aumenta conforme se acerca la cita con las urnas. Tras haber protagonizado una vertiginosa ascensi¨®n en los sondeos, seguida de un lento descenso, el candidato centrista Fran?ois Bayrou dio ayer un golpe de efecto en Par¨ªs, llenando hasta los topes el palacio de deportes de Bercy, con capacidad para 20.000 personas. Reclamando la equidistancia, criticando a la izquierda "anacr¨®nica" y a la derecha que "quiere enfrentar a los franceses", Fran?ois Bayrou propuso ayer una revoluci¨®n naranja (el color de su candidatura) para Francia.
Al¨¦rgico a los aires de la capital, el campesino bearn¨¦s ha realizado una campa?a perif¨¦rica en los pueblos y las peque?as ciudades. La Francia rural y las zonas donde se concentran las peque?as y medianas industrias son su coto de caza. Faltaba Par¨ªs. Llenar Bercy era un reto, y lo consigui¨®. Un p¨²blico joven, vestido con camisetas de color naranja, el del candidato de la Uni¨®n Democr¨¢tica Francesa (UDF), so?¨® ayer con el triunfo, lo que realmente constituir¨ªa la gran sorpresa de esta campa?a, que supondr¨ªa el cambio del modelo pol¨ªtico franc¨¦s.
Su discurso ante un mar de optimismo correspondi¨® exactamente al esp¨ªritu con el que se ha lanzado en la recta final de la campa?a, el que resume la frase con la que respondi¨® a una radioyente que le preguntaba por qu¨¦ deb¨ªa votar por ¨¦l: "Porque soy el m¨¢s simp¨¢tico". Entre la ansiedad irritada del conservador Nicolas Sarkozy y el envaramiento arrogante de la socialista S¨¦gol¨¨ne Royal, Bayrou juega a ser el franc¨¦s de la calle.
Prometi¨® poner en marcha una ley espec¨ªfica para las peque?as empresas, al estilo de la que funciona en EE UU, reducir la deuda en 18 meses y alimentar el crecimiento econ¨®mico impulsando la econom¨ªa del conocimiento. "Desde la derecha me consideran un perverso gen¨¦tico", dijo ironizando sobre las teor¨ªas deterministas de Sarkozy. "[El ex primer ministro socialista Lionel] Jospin asegura que soy de derechas, lo que en su lenguaje es como si dijera que soy un trotskista desviacionista. Ni uno ni otro. Estoy del lado de la Francia generosa, de la Francia abierta, de la Francia realista".
Y sintetiz¨® su credo pol¨ªtico, su apuesta por recrear ese espacio pol¨ªtico llamado centro. "Soy como los franceses. Hay derecha en m¨ª, porque quiero seguridad, para mis hijos, y por esto acuso a la derecha de no haberlo conseguido, porque en este pa¨ªs incluso los polic¨ªas tienen miedo".
En pol¨ªtica internacional, Bayrou dispar¨® contra el candidato conservador. "Estoy orgulloso de que Francia se opusiera a la guerra de Irak. Y estoy seguro de que si Nicolas Sarkozy hubiera sido presidente de Francia, ahora estar¨ªamos inmersos en ese desastre, porque hubiera ido junto a Bush, Blair, Aznar y Berlusconi, sus amigos".
La mala noticia para Bayrou era que, al mismo tiempo, el hombre en torno al que se cre¨® la UDF, el ex presidente Valery Giscard d'Estaing hac¨ªa p¨²blico su apoyo a Sarkozy. "Por las propuestas que hace sin ambig¨¹edad a los franceses, por su experiencia en el ejercicio del poder y su capacidad de hacer avanzar las cosas, por su voluntad declarada de di¨¢logo, por la existencia de una mayor¨ªa en la que podr¨¢ apoyarse y porque da signos de renovaci¨®n, Nicolas Sarkozy es el ¨²nico que re¨²ne las condiciones que nos permiten escoger razonablemente a nuestro futuro presidente", declaraba a Le Parisien.
Los ¨²ltimos sondeos publicados ayer, los del instituto de opini¨®n TNS Sofres, se?alaban un descenso en la intenci¨®n de voto de Royal y Sarkozy -que segu¨ªan en cabeza- y un repunte de Bayrou y Le Pen.
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