La faz amable de Rajoy
Rajoy mostr¨® anteanoche, en el programa Tengo una pregunta para usted, de la primera cadena de TVE, su cara de persona normal -expresi¨®n que utiliz¨® varias veces como sin¨®nimo de sentido com¨²n-, amable y cercana. Imagen bien distinta de la de oposici¨®n crispada y de rechazo sistem¨¢tico de cualquier cosa que venga del Gobierno, que vienen exhibiendo su partido y ¨¦l mismo durante toda la legislatura. El ¨¦xito de audiencia del programa indica que hay m¨¢s inter¨¦s por los asuntos pol¨ªticos de lo que suele admitirse. Y demuestra que el cambio producido en la televisi¨®n p¨²blica es de calado: un programa as¨ª hubiera sido impensable en la legislatura anterior.
Bienvenido sea el tono moderado de Rajoy en sus dos horas largas de respuestas a las preguntas de ciudadanos de a pie, muchas de ellas bastante cr¨ªticas. Parad¨®jicamente, la irritaci¨®n (a veces torpe) de algunos de sus interlocutores favoreci¨® la imagen de persona tranquila que quiso transmitir. Puede que la cercan¨ªa de las elecciones municipales y auton¨®micas pesara en la b¨²squeda de ese perfil. Estuvo especialmente ¨¢gil al preguntar por qu¨¦ Zapatero ten¨ªa que esperar hasta junio (como hab¨ªa anunciado el presidente) para llamarle e intentar recomponer el consenso antiterrorista. ?Por qu¨¦ no ahora mismo?, dijo.
Rajoy se benefici¨® de la ventaja de ser el segundo invitado del programa, tras Zapatero. Aprovech¨® la experiencia para evitar gestos de rigidez y datos estad¨ªsticos que en un programa de este tipo resultan aburridos y dif¨ªciles de retener. El l¨ªder de la oposici¨®n cuenta con la ventaja de que puede prometer sin temor a que se le diga: ?y por qu¨¦ no lo ha hecho ya? De todas formas, al
responder a una mujer que se quejaba de las dificultades del castellano en la ense?anza p¨²blica en Baleares, pareci¨® haber olvidado que en esa comunidad gobierna su partido. Y frente a los graves problemas de la vivienda y la corrupci¨®n urban¨ªstica, aport¨® como soluci¨®n la de continuar liberalizando suelo, medida ya impulsada por el anterior Ejecutivo y que s¨®lo ha servido para alentar m¨¢s los abusos.
Tap¨® con ret¨®rica asuntos inc¨®modos como la gesti¨®n del atentado del 11-M por el anterior Gobierno, y fue inexacto o demag¨®gico sobre la situaci¨®n del etarra De Juana. Su entusiasmo por el ingl¨¦s (y casi por el chino) en la ense?anza le llev¨® a colocarlo por delante del espa?ol. Rajoy tuvo tambi¨¦n, como Zapatero, su pregunta trampa, relacionada en este caso con su sueldo. La eludi¨® como pudo, pero no es seguro que acertase: ?por qu¨¦ no se atrevi¨® a decirlo, y a facilitar el dato? Fue en esta reacci¨®n, que seguramente habr¨ªa sido similar a la de cualquier otro l¨ªder, donde se vio el atraso que la octava potencia mundial tiene en materia de transparencia.
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