Sants vive su propia noche en las v¨ªas del tren
Cae la noche y empieza el bullicio. El tramo de v¨ªas que va desde Sants hasta L'Hospitalet se convierte en un hervidero. Son obras que, en su mayor parte, no pueden hacerse de d¨ªa porque cuando sale el sol llegan los trenes de todo tipo y los convoyes del metro. Para moverse, estas m¨¢quinas necesitan electricidad, de modo que s¨®lo de noche, cuando el resto de la ciudad se amansa, cuando los trenes paran, cuando los metros se recogen, pueden salir a trabajar las brigadas que preparan la zona para un futuro muy distinto del actual.
Las tareas se encabalgan y las empresas tienen que esperar a iniciar su actuaci¨®n a que terminen otros trabajos
Muchos puestos del mercado empezaron por cerrar la tarde del viernes y ahora cierran las tardes de toda la semana
Las obras afectan al AVE, a Cercan¨ªas y al metro de la l¨ªnea 1 y dependen de tres administraciones distintas
All¨ª hay obras muy diversas a cargo de tres demostraciones. Dependiente del Gobierno catal¨¢n, a trav¨¦s de la empresa GISA, se est¨¢n modificando los sistemas de se?alizaci¨®n de la l¨ªnea 1, obra que est¨¢ realizando la empresa Bombardier. Al mismo tiempo, se ha empezado a actuar sobre los servicios que se ver¨¢n afectados por las obras (conducciones de agua, gas, telefon¨ªa e incluso alcantarillado) para poder transformar la estaci¨®n del metro de Mercat Nou, en la que se ampliar¨¢n los andenes y se cubrir¨¢.
Pero para abordar de pleno estos trabajos es necesario que se termine la salida del t¨²nel del AVE, que estar¨¢ casi a la entrada del t¨²nel que lleva a la estaci¨®n de Sants. Esta obra corresponde a Adif (empresa propietaria de v¨ªas y t¨²neles ferroviarios, dependiente del Ministerio de Fomento). Previamente se ha trabajado en el desplazamiento de v¨ªas de superficie. Hab¨ªa seis y quedar¨¢n s¨®lo cuatro, todas ellas de ancho ib¨¦rico destinadas a Cercan¨ªas, ya que las de ancho europeo ser¨¢n utilizadas por trenes de larga y media distancia, y son las que llegan soterradas. Tienen que aflorar porque, de lo contrario, quedar¨ªan por debajo del nivel en el que tienen que parar los trenes en Sants.
Desplazar las v¨ªas
Se ha procedido ya a desplazar dos v¨ªas, del lado monta?a hacia el lado mar. Cuando est¨¦n las cuatro se podr¨¢ proceder a construir el muro que sirva de soporte a la caja que cerrar¨¢ tanto las v¨ªas a utilizar por los trenes de Renfe como la l¨ªnea 1 del metro. Una parte de esta obra, la cobertura de las v¨ªas, corresponde al Departamento de Pol¨ªtica Territorial, mientras que otra parte corre a cargo de la empresa Bimsa (Barcelona Infraestructuras Municipales, SA), que pertenece al Ayuntamiento barcelon¨¦s.
Todas las fuentes consultadas sostienen que el t¨²nel y las v¨ªas del AVE estar¨¢n listas en diciembre, de modo que se pueda cumplir la palabra dada por la ministra de Fomento respecto a la llegada de la alta velocidad a la estaci¨®n de Sants. En ese momento estar¨¢, probablemente, terminada la adecuaci¨®n de las v¨ªas de superficie que ser¨¢n utilizadas por los trenes de Cercan¨ªas y alg¨²n otro hasta que se reordene completamente el servicio con las v¨ªas de ancho europeo. No es probable que est¨¦ lista ninguna otra obra de las que se est¨¢n realizando en la zona, todas ellas enmara?adas entre s¨ª.
Para no hablar de las paralelas. Por ejemplo, hab¨ªa all¨ª (hay a¨²n parcialmente) unos talleres que dan servicio al metro. Estos talleres deben ser trasladados a Bellvitge, pero los nuevos espacios no est¨¢n a¨²n disponibles. De modo que Gisa ha habilitado provisionalmente unas naves en Can Boixeras (L'Hospitalet), de modo que se puedan desalojar mientras las antiguas instalaciones de metro en la zona de Mercat Nou.
?Cu¨¢ndo estar¨¢ todo listo? No hay pitoniso que se arriesgue a dar una respuesta a esa pregunta que los vecinos se hacen sin cesar y con el ce?o fruncido.
Las obras correspondientes a la estaci¨®n de metro de Mercat Nou, m¨¢s la ampliaci¨®n de andenes, se encuentran ahora en la fase de adecuaci¨®n de los servicios afectados. La adjudicaci¨®n de estos trabajos se hizo en junio de 2006 y el pliego concursal establec¨ªa un periodo de obras de 18 meses, a partir del inicio de las mismas. Se empez¨® realmente en enero, de modo que, en el mejor de los casos y si no hay interferencias del resto de empresas que all¨ª trabajan, esta parte no estar¨¢ lista antes de mediados de 2008.
El resto va para m¨¢s largo. La cobertura de la zona de Renfe, una vez se hayan desplazado las v¨ªas, eliminado dos y agrupado las cuatro que deben quedar definitivamente, no es cosa de dos d¨ªas y no puede empezar de modo inmediato. Las estimaciones m¨¢s osadas se?alan casi 22 meses de trabajo para esta operaci¨®n, pero empezando no antes de mediados de oto?o. Es decir, los vecinos se temen que les quedan casi tres a?os de polvo, ruido y sufrimiento. Y tres a?os, m¨¢s otro largo que llevan a sus espaldas, son muchos a?os, adem¨¢s de temerse que el resultado sea horroroso: un caj¨®n, as¨ª le llaman, que les quite luz, vista y les d¨¦ sensaci¨®n de estar en una c¨¢rcel.
Las administraciones implicadas sostienen que hacen todo lo posible por minimizar el impacto de las obras sobre la ciudad, pero reconocen que se trata de una afectaci¨®n muy fuerte y prolongada. Porque hay casos, por ejemplo, en la calle de Antoni Campmany, donde el muro que separa las obras de la zona h¨¢bil para los vecinos es de apenas un par de metros, lo justo para que los coches entren a los garages, cuando los edificios disponen de aparcamiento para residentes.
Eso, sin contar con la sensaci¨®n de aislamiento en un barrio partido en dos por la v¨ªas y que ahora no cuenta ya, siquiera, con las comunicaciones que antes ten¨ªa, lo que ha empezado a provocar, sobre todo por la duraci¨®n y la falta de horizonte, irritaci¨®n.
Una irritaci¨®n que se puso de manifiesto el pasado jueves: medio centenar de vecinos expusieron sus quejas a representantes municipales en una reuni¨®n en la que no se permiti¨® el acceso a la prensa. Los vecinos acudieron de forma espont¨¢nea aprovechando la convocatoria de la comisi¨®n de seguimiento de las obras.
El gerente del distrito de Sants, Josep Garc¨ªa Puga, responsabiliz¨® de la "indisciplina" de los obreros a las constructoras y se comprometi¨® a "velar" para que los ruidos sean "los m¨ªnimos y necesarios para que permitan el descanso de los vecinos" intensificando los controles, informa Elisabet Santpere.
Mientras tanto, cae la noche y Sants se convierte en zona de bullicio. No son bares, no son discotecas, son las obras. Los responsables pol¨ªticos insisten en que el futuro ser¨¢ mucho mejor que el pasado, pero es un futuro tan lejano que provoca casi de todo menos entusiasmo.
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