La bondad de naranjas y limones
Con mucha historia
Azahar es la flor de los c¨ªtricos: naranjos, cidros, limoneros, bergamotas y mandarinos, los frutos dorados del huerto de Hera, a los que por sus virtudes medicinales se supon¨ªa la panacea de la inmortalidad. Originarios de China y las laderas del Himalaya, alcanzaron las ciudades del Mediterr¨¢neo a trav¨¦s de la Ruta de la Seda. Llegaron para quedarse y se convirtieron en elemento peculiar de los jardines isl¨¢micos y renacentistas. El primer c¨ªrculo del jard¨ªn ideal de Polifilo aparece ya plantado con c¨ªtricos. La gran expansi¨®n se produce a partir del siglo XVI, cuando espa?oles y portugueses los introducen en Am¨¦rica y cuando los naranjos llegan a las Tuller¨ªas y se ponen de moda en todas las cortes europeas. Para poder resguardarlos del fr¨ªo se cultivaban en grandes macetas de madera que se trasladaban en invierno a unos espl¨¦ndidos invernaderos: las orangeries. Seg¨²n el ilustre terrateniente John Evelyn, por templada que fuera la primavera, no conven¨ªa sacarlos hasta que las moreras hubieran recuperado todas sus hojas.
El intercambio comercial y la hibridaci¨®n abrieron el camino a nuevas especies: limas, pomelos, clementinas?, aunque el m¨¢s popular sigue siendo el naranjo amargo (Citrus aurantium) de los patios de Sevilla. Peque?os, arom¨¢ticos, de hoja perenne y cargados de frutos la mayor parte del a?o, los c¨ªtricos parecen dise?ados para acompa?ar la geometr¨ªa de una buena arquitectura, por eso dan mucho juego en los espacios urbanos y merecen conservar un lugar destacado en el jard¨ªn actual. Se desarrollan bien en grandes macetas, la forma cl¨¢sica de cultivarlos. Si se renueva cada a?o una parte del sustrato, el trasplante no ser¨¢ necesario. El fr¨ªo ser¨ªa la ¨²nica raz¨®n para prescindir de unos ¨¢rboles que cumplen con todos los requisitos de la sostenibilidad.
C¨®mo cultivarlos
La primavera es el momento id¨®neo para plantarlos. Los c¨ªtricos se acomodan a cualquier tipo de suelo siempre que tengan un drenaje ¨®ptimo para que las ra¨ªces no se vean afectadas por un exceso de humedad. Una vez establecidas, sobreviven con poca agua, incluso aguantan periodos prolongados de sequ¨ªa. En primavera y verano es suficiente regarlos cada 10 d¨ªas; en invierno, lo justo para que no se sequen. Al hacerlo hay que abarcar una superficie m¨¢s amplia que la copa porque las ra¨ªces son muy extendidas. Conviene abonar entre marzo y noviembre con un producto que contribuya al lustre de las hojas y a una abundante fructificaci¨®n.
En cuanto a la temperatura, los m¨¢s sensibles son limas (Citrus aurantifolia), cidros (Citrus medica) y limoneros (Citrus limon), que aguantan hasta cuatro grados bajo cero. El m¨¢s resistente es el kumquat o calamond¨ªn (Citrofortunella microcarpa), que resiste 12 grados bajo cero. Su peor enemigo son las plagas de cochinilla. Para combatirlas, lo mejor es armarse de paciencia y lavar el env¨¦s de las hojas con una soluci¨®n a base de agua, jab¨®n y alcohol de 60 grados. Cuando se trata de ¨¢rboles grandes o la plaga est¨¢ ya muy extendida, se recomienda fumigar con aceite parafinado o aceite blanco, un producto inocuo desde el punto de vista medioambiental y m¨¢s eficaz que los insecticidas qu¨ªmicos. Durante la primavera merece la pena sembrar en maceta algunas pepitas de frutos maduros porque suelen germinar sin problema en unas tres semanas. Es la forma m¨¢s barata de obtener nuevas plantas.
La importancia de la poda
Dejados a su aire, los c¨ªtricos tienden a ramificar de forma desordenada, desde muy abajo, y adquieren enseguida un aspecto enmara?ado; por eso en las plantas j¨®venes es muy importante la poda de formaci¨®n. Su objetivo es conseguir que la planta desarrolle una silueta tupida y equilibrada a partir de un tronco ¨²nico. Este tipo de poda se debe realizar a finales de invierno, cuando empiezan a aparecer nuevos brotes. Para calcular la altura del tronco principal, lo l¨®gico es tener en cuenta de la ubicaci¨®n de la planta. Lo normal es que oscile entre 60 o 70 cent¨ªmetros cuando est¨¢ dentro de un parterre y los 120 si se encuentra en un lugar de paso. Tambi¨¦n hay que eliminar cuanto antes los chupones. Suelen formarse en las ramas principales y se reconocen enseguida por el vigor con que brotan, disparados en vertical. Las plantas adultas no necesitan poda, sino el recorte puntual de ramas secas o de brotes descontrolados que terminar¨ªan desequilibrando la copa. Un trabajo rutinario que puede llevarse a cabo siempre que no haya heladas.
Del ¨¢rbol al perfume
De los c¨ªtricos se aprovecha todo. Y tan importantes como sus cualidades medicinales y gastron¨®micas son las arom¨¢ticas. De la alta concentraci¨®n de aceites esenciales contenida en la c¨¢scara de los frutos surge una familia olfativa caracterizada por sus notas aciduladas, ligeras y vol¨¢tiles, presentes en muchos perfumes y en todas las aguas de colonia. Tambi¨¦n de las hojas y flores, la industria de la perfumer¨ªa obtiene dos de sus componentes b¨¢sicos: 'neroli' y 'petitgrain'.
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