Las relaciones peligrosas
Sin perd¨®n
Estados Unidos no tiene ninguna intenci¨®n de abandonar Irak, al menos no antes de que ese campo de entrenamiento del terrorismo internacional se convierta en la mayor amenaza para todos nosotros
La derecha espa?ola nos meti¨® en el berenjenal de la guerra de Irak entre risotadas parlamentarias, y ha sido tan est¨²pida en el manejo de su ¨²ltima derrota electoral que no ha dudado en vender de una tacada la autor¨ªa del terrorismo vasco en la masacre del ll-M y la rendici¨®n del gobierno socialista ante ETA como pago de ese espl¨¦ndido favor. Que todo lo que se va sabiendo, en la m¨²ltiple sordidez de sus detalles, desmienta ese delirio de casino tabernario no basta para que se callen de una vez ni para que Rajoy, Acebes y Zaplana se vayan a su casa totalmente abochornados, ni mucho menos para que, como buenos cat¨®licos de pacotilla, permanezcan una buena temporada a la sombra del pan y agua del examen de conciencia y el acto de contricci¨®n. M¨¢s inter¨¦s tiene determinar si una pandilla de esa estirpe merece el voto de los ciudadanos dignos y sensatos. Si es que todav¨ªa apela a los votos.
El s¨ªndrome
Joaqu¨ªn Calomarde es un tipo amable que me saludaba por la calle cuando hac¨ªa sus pinitos de articulista liberal en las p¨¢ginas de esta edici¨®n del peri¨®dico, pero despu¨¦s lo dej¨®, se pas¨® a Zaplana en sus listados electorales y desde entonces hizo como que no me ve¨ªa al encontrarnos, qu¨¦ le vamos a hacer. Profesor, creo que de filosof¨ªa, en un instituto de secundaria, firmaba sus escritos como catedr¨¢tico, y en esa admirable voluntad de ascenso social fue a dar de diputado por los populares en el Congreso, donde parece que ha pasado las de Ca¨ªn hasta caerse del guindo, quien sabe si porque siempre oscil¨® entre colaborar en estas p¨¢ginas y obtener un esca?o desde el que servir con m¨¢s provecho los intereses de la comunidad liberal. Si se dispone a hacer fortuna como articulista, y conste que le deseo lo mejor, har¨ªa bien en abandonar la prosa ferroviaria, por liberal que sea, a fin de entretenernos con m¨¢s gracia, si es posible.
Queremos tanto a Demi
Hay un cuento de Julio Cort¨¢zar (del que, por cierto, un anuncio de coches utiliza su voz de una manera inmisericorde) en el que una pandilla de admiradores de la actriz Glenda Jackson decida secuestrarla a fin de que no siga haciendo pel¨ªculas alimenticias que desmienten los motivos de la rendida admiraci¨®n que por ella abrigaron, y algo parecido ocurre con esta Demi Moore (espl¨¦ndida en su papel de agente secreto infiltrada en los manejos racistas del hondo sur norteamericano, con el guap¨ªsimo en su tiempo Tom Berenger como pareja) que se deja caer por el Mercado Central de Valencia por lo de la Copa del Am¨¦rica sin m¨¢s viento que el de las berenjenas y el sofrito prematuro de los tomates. Parece que en el cutre acto del mercado, por m¨¢s Prada que le echen al asunto, algunos invitados de post¨ªn arramblaron con la charcuter¨ªa que estaba expuesta all¨ª como de adorno. Como la Copa, pero con mayor urgencia.
Que se pare ya
Alguien, la ONU o quien sea, deber¨ªa parar las matanzas de Irak cuanto antes, ya que Bush y sus aguerridos asesores son incapaces de hacerlo. Hay que salir de all¨ª no ya por razones humanitarias, que tambi¨¦n, sino para que aquello no se consolide para siempre como atroz campo de entrenamiento para quienes un d¨ªa u otro habr¨¢n de despanzurrarnos en cualquier plaza. Nadie ha hecho nunca tanto por el terrorismo internacional como la foto de las Azores y las canalladas que vinieron despu¨¦s, mientras una pandilla de advenedizos se enriquec¨ªa y otros colocaban a sus amantes en altos cargos de las finanzas internacionales. Que esa gente no es quien para dar lecciones a nadie, ni siquiera a un tipo de la cala?a de Sadam Husein, es algo que va quedando ya bastante claro. Pero como ellos no abandonar¨¢n la presa as¨ª como as¨ª, pues son muchos los negocios que dependen de la masacre diaria, alguien deber¨ªa reunirse y decretar el fin de la barbarie cuanto antes.
?Caramba con Camps!
Sin prisa pero sin pausa Francisco Camps est¨¢ liquidando lo que queda del zaplanismo, aunque sea a costa de asegurar el aforamiento a antiguos zaplanistas con causas judiciales abiertas, lo que tampoco es poca cosa. A este paso, y tambi¨¦n con la que le est¨¢ cayendo en Madrid, es muy posible que el todav¨ªa portavoz popular en el Congreso tenga dentro de nada muy poco que ofrecer a Rajoy y a su partido, incluso que se quede sin aforamiento, pasadas las elecciones generales, caso de que le resultara necesario recurrir a ese expediente. As¨ª las cosas, llama la atenci¨®n la capacidad resolutiva del inquilino de la Generalitat, que m¨¢s de un apoyo grande debe tener en Madrid para permitirse tan grandes muestras de audacia. Siempre que gane la apuesta en mayo, lo que parece probable pero todav¨ªa no seguro.
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