Giggs y Scholes, dos aut¨¦nticos
Los canteranos del Manchester United sobreviven en la c¨²spide en un f¨²tbol repleto de mercaderes
En un deporte repleto de mercaderes sin escr¨²pulos y una montonera de jugadores que van y vienen a capricho, a¨²n queda rastro de clubes en los que prevalecen v¨ªnculos indisolubles. Nada que ver con un proteccionismo feudal, como lo demuestra que dos de estas entidades disputen hoy (Antena 3, 20.45) la ida de la primera semifinal de la Liga de Campeones: Manchester United y Milan, dos instituciones instaladas hace d¨¦cadas en el Gotha del f¨²tbol mundial. En un bando, el irrepetible Maldini, que lleva desde el Pleistoceno jugando de maravilla para la sociedad de Silvio Berlusconi. Un privilegiado que, a sus 39 a?os, a¨²n despierta tal admiraci¨®n que Rafa Ben¨ªtez, gur¨² del Liverpool, ha recomendado a su colega del Milan, Carlo Ancelotti, que sea quien espose a Cristiano Ronaldo.
En una entidad multimillonaria, uno y otro representan el modelo antidivo
Bajo el yugo medi¨¢tico del reputad¨ªsimo Ronaldo II, el chico al que hace cuatro a?os Alex Ferguson orden¨®, en contra de la voluntad del portugu¨¦s, vestirse con el n¨²mero 7 del United que divinizaron George Best, Bryan Robson, Eric Cantona y David Beckham, en Old Trafford todav¨ªa tienen hilo dos futbolistas extraordinarios: Ryan Giggs y Paul Scholes. En una entidad multimillonaria por el rastrillo que ha desplegado por todo el planeta, uno y otro representan el modelo antidivo. Se acunaron junto a la cosm¨¦tica de Beckham y ahora comparten vestuario con el matonismo de Rooney y compa?¨ªa, pero ambos llevan una vida huyendo de los focos.
A sus 33 a?os, Giggs, ese formidable extremo con la cintura de un bailar¨ªn del Bolshoi que acumula m¨¢s de 500 partidos y 100 goles con el United, a¨²n es una pieza capital del equipo. Fue el primer muchacho que hizo feliz al viejo Ferguson, que, tras aterrizar en Manchester el 6 de noviembre de 1986 despu¨¦s de un largo viaje en un Mercedes negro desde la ciudad escocesa de Aberdeen, se propuso dos objetivos: eliminar al pelot¨®n de borrachos que se cobijaba en la caseta de The Cliff, el campo de entrenamiento del United, y reorganizar la cantera con sat¨¦lites por todo el Reino Unido. Un a?o despu¨¦s le lleg¨® la primera fecundaci¨®n: "Un minero que se hubiera pasado la vida recorriendo r¨ªos y monta?as y de pronto hubiese encontrado un fil¨®n de oro no se habr¨ªa sentido tan feliz como el d¨ªa que descubr¨ª en una prueba a un joven que flotaba cuando corr¨ªa con la pelota en los pies y la cabeza siempre erguida". Giggs ten¨ªa 14 a?os y jam¨¢s, pese a su extrema timidez, ha defraudado al sir del United. Por entonces, aquel adolescente nieto de inmigrantes de Sierra Leona se llamaba Ryan Joseph Wilson. Pero muy pronto cambi¨® su partida de nacimiento, se despoj¨® del apellido de su progenitor, un jugador gal¨¦s de rugby bravuc¨®n y lenguaraz, y sell¨® el de su madre. A ella rindi¨® honores al decidir jugar con su Gales natal y no con Inglaterra. A Ryan nunca le interesaron las pasarelas. El club estaba hecho a su medida: toda la fanfarria para Beckham primero y Cristiano Ronaldo despu¨¦s.
Ferguson, tras el alumbramiento de Giggs, se top¨® con un mocoso rechoncho, pelirrojo, febril y de bajo techo. Un prototipo que el t¨¦cnico escoc¨¦s conoc¨ªa muy bien, un forro muy similar al de algunos de los futbolistas m¨¢s conpiscuos de su tierra: Jimmy Johnstone, Billy Bremmer, Archie Gemmill o Gordon Strachan. "Es el jugador m¨¢s inteligente que ha pasado por el United. Nadie conoce el f¨²tbol mejor que ¨¦l", proclam¨® Alexander Chapman Ferguson, antes de reinar como sir, cuando Scholes estaba a punto de convertirse en el jugador m¨¢s cerebral de los Fergyboys. Capaz de jugar a un toque como pocos, listo, conocedor de las pausas en un territorio en el que todo era adrenalina pura, picante cuando invade al ¨¢rea contraria, Scholes a¨²n es hoy el faro del Manchester. Este profesional que se retir¨® de Inglaterra antes de la treintena para cuidar a su esposa e hijos no siempre lo tuvo f¨¢cil. Debi¨® reciclarse cuando Ferguson tir¨® de su inagotable talonario y fich¨® al argentino Ver¨®n. Lo mismo que cuando puso el lazo a Cristiano Ronaldo para jubilar a Giggs. A su modo, con mucho f¨²tbol y el verbo siempre sofocado, uno y otro mantuvieron su fidelidad al United y pronto recuperaron todo su esplendor. Se?al de que en algunos equipos a¨²n no siempre prevalece la p¨²rpura sobre lo futbol¨ªstico. Por eso, pese a Cristiano Ronaldo y Kak¨¢, la gran estrella del Milan que en su d¨ªa no quiso fichar Luciano Moggi, el ex padrino del Juventus, por el eco de su nombre, tipos como Giggs y Scholes -y Maldini y el cuarent¨®n Costacurta, por supuesto- se merecen un lugar en el podio de este f¨²tbol tan poco sentimental, con tan pocas semillas aut¨¦nticas.
Manchester United: Van der Sar; O'Shea, Brown, Heinze, Evra; Cristiano Ronaldo, Carric, Scholes, Giggs; Smith y Rooney. Milan: Dida; Oddo, Nesta, Maldini, Jankulovski; Gattuso, Pirlo, Ambrosini; Seedorf, Kak¨¢; y Gilardino.
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