Irak se abisma

Con la sangr¨ªa terrorista en su apogeo, demostrada la inutilidad del plan de seguridad en vigor en Bagdad desde hace dos meses, en Irak se acumulan las situaciones que conducen al pa¨ªs ¨¢rabe invadido camino de su disoluci¨®n como Estado. Las dificultades del primer ministro, Nuri al Maliki, no cesan de aumentar. La desbandada de su Gobierno de los seis ministros leales al muy influyente M¨²qtada al S¨¢der hace todav¨ªa m¨¢s improbable que cese la violencia de las milicias del fan¨¢tico cl¨¦rigo chi¨ª, especialmente cuando se multiplican las atrocidades de grupos terroristas sun¨ªes obedientes a Al Qaeda.

Al S¨¢der ha retirado su apoyo a Maliki porque ¨¦ste no ha fijado fecha para la salida estadounidense de Irak. El primer ministro asegur¨® la semana pasada, cuando Bagdad sufr¨ªa los atentados m¨¢s sangrientos de su historia, que a finales de a?o las tropas iraqu¨ªes habr¨¢n tomado el control de la seguridad en todo el pa¨ªs. Las palabras del declinante Maliki no s¨®lo son ciencia-ficci¨®n en las circunstancias presentes. El nuevo embajador de EE UU en Bagdad dijo ayer que la presencia militar de Washington est¨¢ vinculada al final de la pol¨ªtica sectaria del supuesto Gobierno de unidad iraqu¨ª. El contexto absolutamente degradado afecta a las relaciones entre el Ej¨¦rcito ocupante y el acosado primer ministro.

La ¨²ltima discrepancia, oficialmente inexistente, se centra en la construcci¨®n por las tropas americanas de un muro de hormig¨®n de m¨¢s de tres metros de altura en algunas zonas de Bagdad para defenderlas de los coches bomba. Iniciada hace dos semanas, Maliki ha decretado su paralizaci¨®n tras la protesta de partidos chi¨ªes y sun¨ªes. Y se ignora todav¨ªa si prevalecer¨¢ su decisi¨®n o la de los militares estadounidenses.