Metamorfosis del g¨¢nster

Genet nunca estuvo satisfecho con esta obra. La rehizo tres veces, le cambi¨® el t¨ªtulo otras tantas, y cuando la hab¨ªa dado por terminada y se anunciaba su estreno, la destruy¨®. Menos mal que su editor conserv¨® una copia y consigui¨® permiso para publicarla p¨®stumamente. Splendid's marca un final de etapa en la carrera de Genet. Como se?ala Mauro Armi?o, su traductor, cuando iba a publicarla, en 1949, el presidente de la Rep¨²blica francesa le condon¨® los a?os de c¨¢rcel que ten¨ªa pendientes por sus "conductas antisociales". A partir de entonces, Genet empez¨® a escribir para un p¨²blico m¨¢s amplio que el que compraba a hurtadillas sus libros de contenido homosexual.

Inspirado en un hecho real, Splendid's muestra la peripecia de siete g¨¢nsteres de poca monta, acorralados en la planta s¨¦ptima de un gran hotel donde han secuestrado a la hija de un millonario. Desde la calle, la polic¨ªa urge su entrega demasiado tarde: a uno de ellos se le ha ido la mano, y la chica est¨¢ fiambre. Intuyendo que el asalto est¨¢ al caer, los g¨¢nsteres deciden vivir ese rato de libertad como si fueran gente respetable, disfrutar del lujo por una vez en su vida: el hotel es suyo.

Genet habla de la inversi¨®n de roles, de la fina l¨ªnea que separa el bien del mal, del da?o que esconde la virtud y de la santidad del crimen. Un polic¨ªa que se pasa al bando de los secuestradores ejemplifica esa reversibilidad del sistema de valores. Jos¨¦ Carlos Plaza, director del espect¨¢culo, no acaba de cogerle el pulso. Ni la interpretaci¨®n, casi naturalista, ni la m¨²sica de jazz subrayando las situaciones est¨¢n en el estilo del texto. El movimiento anda todav¨ªa falto de limpieza, y tampoco la escenograf¨ªa, un hotel que parece destruido por alguna guerra, va a favor de la obra. Entre los actores, sobresale Helio Pedregal, por fin con un papel que le va como anillo al dedo.