Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia, historiador vasco
Ten¨ªa aspecto de clandestino y posiblemente le gustaba la clandestinidad. La trayectoria de Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia Urdangar¨ªn, historiador guipuzcoano nacido en Legorreta hace 54 a?os y que acaba de fallecer, no sigue los cauces habituales. Fue primero militante de ETA, luego hombre de prensa del Partido Comunista de Euskadi, implicado transitoriamente en la convergencia en Euskadiko Ezkerra (EE), y por fin notable historiador. Esta ¨²ltima faceta le llev¨® a alcanzar la c¨¢tedra de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en el nivel correspondiente a los euskaldunes, hace una d¨¦cada. Aunque parezca extra?o, un hilo rojo enlaza estas distintas actividades del intelectual desaparecido.
Conoc¨ª a Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia en v¨ªsperas de la celebraci¨®n del tercer congreso del PC de Euskadi, cuando el sector vasquista del partido, a la vista del desastre electoral de junio de 1977, pens¨® en la necesidad de iniciar una convergencia con el sector de los ex poli-milis, encabezado por Onaind¨ªa que parec¨ªa aproximarse al sistema democr¨¢tico. En aquel grupo, que ten¨ªa por referencia personal a Roberto Lertxundi, figuraba nada menos que un te¨®logo de Deusto, un editor, Luis Haranburu-Altuna; un economista, luego dirigente de EE, y un distribuidor de libros, Javier Ardanza, de apodo Biritxi. El resultado de aquellas reuniones fue un librito titulado Eurocomunismo y Euskadi, que, a pesar de la cercan¨ªa del t¨ªtulo, no le hizo la menor gracia a Santiago Carrillo. Del grupo, el mejor conocedor de los entresijos del partido era sin duda Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia, apodado Iratze en los a?os de ETA y al que por entonces llam¨¢bamos Cuchillito, por el perfil afilado de su fisonom¨ªa. Garmendia proced¨ªa del grupo minoritario de ETA VI, los minos entre ellos Lertxundi y Juan Infante, que hab¨ªan iniciado un camino hacia el Partido Comunista. Garmendia se ocup¨® de asuntos de prensa, sobre todo cuando en v¨ªsperas de la transici¨®n el partido inici¨® la publicaci¨®n del semanario Berriak. Tal vez por ese mejor conocimiento de lo que realmente ocurr¨ªa, Garmendia se desenga?¨® antes que otros de la perspectiva de una convergencia entre euskocomunistas y gente de Onaind¨ªa. La aparente victoria de los primeros, con Lertxundi de secretario general, se vio r¨¢pidamente cortocircuitada. A pesar de todo, Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia mantuvo excelentes relaciones con Ram¨®n Ormazabal, el predecesor y adversario de Lertxundi.
Del desenga?o pol¨ªtico a la universidad. A fines de los setenta, Jos¨¦ Mar¨ªa Garmendia empredi¨® una f¨¦rtil carrera de historiador, en cuyo ejercicio supo conjugar las exigencias del oficio con su observaci¨®n militante. De ah¨ª surgi¨® su libro Historia de ETA, publicado entre 1979 y 1980, a la que seguir¨ªa La resistencia vasca, de 1982, escrita con Carlos Elordi. Fue entonces cuando tuve m¨¢s contacto con ¨¦l, descubriendo indirectamente una faceta de excelente iniciador en los temas vascos, cuando dentro de un proyecto de trabajo le puse en contacto con mi entonces colaboradora Mercedes Cabrera. Pero sobre todo Garmendia supo aprovechar ese gusto mencionado por la clandestinidad para adentrarse en los archivos del Gobierno vasco y realizar una tesis innovadora sobre la pol¨ªtica nacionalista durante la Guerra Civil. Los prolog¨¦menos del Pacto de Santo?a recibieron una nueva luz, resumiendo esos logros en el libro conjunto con Jos¨¦ Manuel Gonz¨¢lez Portilla, La Guerra Civil en el Pa¨ªs Vasco (siglo XXI Madrid 1988).
En 1997 Garmendia alcanz¨® la c¨¢tedra de Historia Contempor¨¢nea y sigui¨® ahondando en el tema de ETA. En el a?o 2000 colabor¨® en La historia de ETA, por m¨ª dirigida, y recientemente reeditada.
Una inesperada y penosa enfermedad ha puesto fin a la vida de este cordial, discreto, muy discreto, y excelente conocedor de la historia reciente de su pais.
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