Cuerpos que cuentan historias

La joven Marzieh Dehgan Dolati perdi¨® a toda su familia en el terremoto que asol¨® la ciudad iran¨ª de Bam en diciembre de 2003. Un a?o y medio despu¨¦s volvi¨® al solar donde antes de la tragedia se levantaba la casa de su hermana, que falleci¨® junto a los gemelos que acababa de dar a luz. S¨®lo quedaba una pared blanca. Vestida de riguroso negro, Marzieh, quien no lleg¨® a conocer a los beb¨¦s, escribi¨® sobre ese muro todo lo que le hubiera gustado decir a su hermana.

La fot¨®grafa Isabel Mu?oz (Barcelona, 1950) recuerda esta historia con emoci¨®n, mientras observa la imagen con la que inmortaliz¨® ese momento. La instant¨¢nea forma parte de su serie La memoria de Bam y desde ayer cuelga de la pared de la sala Kubo de Kutxa, en San Sebasti¨¢n. Est¨¢ acompa?ada de otras 247 fotograf¨ªas, que permiten recorrer los ¨²ltimos 17 a?os del trabajo de Mu?oz. La artista, afincada en Madrid, ha capturado con su c¨¢mara temas diversos, pero todos est¨¢n hilvanados por un elemento com¨²n: la interacci¨®n del cuerpo humano con el entorno.

"La fotograf¨ªa es mi vida. Me gusta contar historias, hablar de la dignidad del ser humano, de los sentimientos. A trav¨¦s de mis im¨¢genes intento sacar, hasta de los momentos m¨¢s duros y oscuros, la parte positiva. Y muchas veces utilizo el cuerpo como pretexto para contar esas cosas que me emocionan y que me gusta compartir", explica Mu?oz.

Con este prop¨®sito, la exposici¨®n de la sala Kubo, que permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo 24 de junio, rememora el desastre de Bam y denuncia la venta de cientos de ni?as camboyanas como objeto sexual. Pero tambi¨¦n muestra la belleza de los cuerpos bailando capoeira, tango o danzas cubanas. Una belleza tras la que a veces hay dolor, como el que padecen los contorsionistas chinos.

?Por qu¨¦ la danza es un tema recurrente en su obra? "Me gusta mucho porque a trav¨¦s de ella hablamos de nosotros y de nuestra cultura. Nuestro cuerpo y nuestra forma de movernos habla de nosotros", subraya la fot¨®grafa.

Mu?oz lleva su deseo de transmitir sensaciones hasta el punto de captar la carne de gallina de una mujer que se mueve a ritmo de tango y cuya cintura agarra su pareja de baile. En esa imagen no aparecen los ojos de los protagonistas. Y es que, dependiendo de lo que la artista quiera relatar, "los ojos cuentan demasiado", y a ella le gusta dejar espacio a la imaginaci¨®n del espectador.

Los cuerpos que fotograf¨ªa Mu?oz son en ocasiones como libros abiertos repletos de informaci¨®n. Es el caso de los miembros de algunas tribus et¨ªopes. Las pinturas, las escarificaciones, los peinados o los collares que portan son mucho m¨¢s que meros adornos o gustos est¨¦ticos. Esconden un rico universo de mensajes y se?ales.