Genial comunicador

Al conocer la triste desaparici¨®n de Mstislav Rostrop¨®vich, mi mente retrocede a los momentos en que, siendo a¨²n un ni?o, empezaba a estudiar m¨²sica y tuve la gran suerte de acudir a uno de sus conciertos en Bilbao. Al salir a escena, percib¨ª que estaba delante de una personalidad excepcional y enseguida perd¨ª la noci¨®n del tiempo, transportado por su mensaje aut¨¦ntico y cercano. Cuando termin¨®, supe que pocas veces iba a tener el privilegio de ver y escuchar semejante lecci¨®n de arte y humanidad. Si un mensaje me qued¨® claro de sus consejos, fue la idea de asumir riesgos en la interpretaci¨®n, algo que m¨¢s tarde he aprendido a valorar en sus interpretaciones de juventud; vibrantes, arrolladoras y llenas de virtuosismo.

Probablemente ning¨²n m¨²sico haya permanecido indiferente al genio de Rostrop¨®vich. Desde la admiraci¨®n, desde la cr¨ªtica, de una u otra manera, todos nos hemos mirado en ¨¦l y hemos sentido la necesidad vital de aprender de la sabidur¨ªa de quien es, de forma indiscutible, el chelista de referencia de la segunda mitad del siglo XX. Su sonido intenso, decidido, lleno de belleza, con esa forma tan caracter¨ªstica de frasear con una densidad capaz de dejarte sin respiraci¨®n y su particular forma de transmitir la pasi¨®n y profundidad de lo que interpretaba llamaron la atenci¨®n y sirvieron de inspiraci¨®n para la creaci¨®n de una inmensidad de obras para nuestro instrumento de grand¨ªsimos compositores del siglo XX y XXI, Prok¨®fiev, Shostak¨®vich, Britten, Schnittke, Dutilleux, Halffter, Ginastera...

No dejo de pensar en todo lo que tenemos que agradecer al genial Rostrop¨®vich, ya que gracias a ¨¦l, el chelo se convierte en la gran voz solista que es en la actualidad dentro del mundo de la m¨²sica. Pero adem¨¢s, y si tuviera que destacar algo entre tantas capacidades, hay algo para m¨ª esencial en la trayectoria de Rostrop¨®vich y que dice mucho de su personalidad, y es que dedic¨® gran parte de su tiempo a crear escuela, a la transmisi¨®n de sus conocimientos, llegando a tener como alumnos a grandes de este siglo: Geringas, Monighetti, Gutman, Maisky, el tambi¨¦n desaparecido Pergamenschikov, etc¨¦tera, chelistas que son en este momento parte de la referencia del chelo y su ense?anza a nivel internacional.

Quiz¨¢s una de las mayores virtudes de Mstislav Rostrop¨®vich fue su capacidad para atravesar esa barrera, a veces inexpugnable, y casi siempre terreno reservado a los cantantes, que se interpone entre la m¨²sica cl¨¢sica y la sociedad. ?l supo ser ese protagonista de la m¨²sica que (seguramente de forma natural) atraves¨® esa barrera, gracias a su personalidad arrolladora y su buen hacer, y entrar por m¨¦ritos propios a formar parte de esa escogida lista de personas de car¨¢cter universal. Su fama internacional tiene que ver tambi¨¦n con sus principios y su defensa de los derechos humanos, queriendo aportar su granito de arena, como lo hizo antes Casals, luchando por la paz con su mejor arma, la M¨²sica. En mi recuerdo queda la sensaci¨®n impactante de ver a Rostrop¨®vich saliendo al escenario, fuerte, en¨¦rgico, sin miedos, con ganas de darlo todo, de transmitir al p¨²blico esa pasi¨®n por la m¨²sica..., toda una experiencia... Tocando el chelo, dirigiendo una orquesta, acompa?ando al piano, contando historias, Rostrop¨®vich era un comunicador genial, un artista integral.

Gracias, maestro.

Asier Polo es violonchelista.