La lucha obrera de la Virgen Mar¨ªa

A finales de los sesenta decidi¨® que su vida no se convertir¨ªa en una "mesa puesta". Erri de Luca (N¨¢poles, 1950) abandon¨® su ciudad, renunci¨® a un futuro acomodado, fue militante de la "izquierda revolucionaria" italiana, obrero de Fiat, alba?il, camionero... Hoy es uno de los escritores m¨¢s le¨ªdos en Italia y Francia. "A los 20 a?os me dije 'nunca m¨¢s', y creo haber sido fiel a mi prop¨®sito", explica. Y precisamente un asunto de fe le ha tra¨ªdo a Madrid. Esta semana, De Luca ha presentado En el nombre de la madre (Siruela), una novela que cuenta, en clave b¨ªblica, el embarazo de Miriam y el amor de su esposo, Iosef (nombres hom¨®logos a Mar¨ªa y Jos¨¦ en la tradici¨®n hebraica).

"Es una ni?a sola contra el mundo que desaf¨ªa sus leyes y es considerada ad¨²ltera"

"He experimentado el odio pol¨ªtico que ha sufrido mi generaci¨®n"

"Es la historia de una chiquilla de 14 a?os que, en tan s¨®lo un instante, se convierte en otra criatura. Y la misi¨®n que le ha sido encomendada desencadena en su interior una fuerza que Iosef llama 'gracia', pero en realidad es una fuerza de lucha, de combate", apunta el escritor, que aprendi¨® hebreo de forma autodidacta y ha traducido algunos libros del Antiguo Testamento. Miriam, definida tambi¨¦n como "obrera de la divinidad", "se queda sola contra el mundo, desaf¨ªa sus leyes, y es considerada una ad¨²ltera. Incluso su marido duda, al menos una noche", explica. "En cambio, ella, que es una mujer, no duda nunca de ese mensaje".

El autor la llama "aceleraci¨®n". Es la faceta de las historias humanas que m¨¢s le apasiona. Miriam, seg¨²n los evangelios de Mateo y de Lucas, de repente vive esa aceleraci¨®n a ra¨ªz de la anunciaci¨®n. "Es el momento m¨¢s intenso, cuando la vida corre m¨¢s r¨¢pido y te enfrentas al mayor riesgo". De Luca tambi¨¦n experiment¨® en su propia piel ese soplo vital en los a?os setenta. Entonces fue miembro del grupo de izquierda radical Lotta Continua (Lucha Continua), en que comparti¨® sue?os e ideales con decenas de j¨®venes de la futura clase dirigente. "Fueron a?os de aceleraci¨®n de toda la vida civil italiana. Pero tambi¨¦n fueron los a?os en los que los obreros se lo pasaron mejor que en cualquier otra sociedad occidental; rompieron los cl¨¢sicos mecanismos de mando, se convirtieron en sujetos pol¨ªticos, adquirieron dignidad social y conocieron tambi¨¦n su mejor fortuna sexual. Lo cual forma parte de un pack de sosiego general", apunta. Sin embargo, De Luca se hizo obrero justo cuando se disolvi¨® Lotta Continua, en 1976. "Hab¨ªa que trabajar, y yo no sab¨ªa hacer nada en concreto... Pero despu¨¦s empec¨¦ a viajar: Par¨ªs, Mil¨¢n, ?frica...", recuerda.

La prosa de En el nombre de la madre, como viene siendo habitual en las novelas de Luca, es esencial, sin adornos; de alguna manera, se parece a sus vivencias. Cuando trabajaba en la construcci¨®n, o en las f¨¢bricas, se levantaba cada ma?ana una hora antes de lo necesario para estudiar hebreo. Todo, para dar un sentido a sus jornadas. "Esas lecturas matutinas daban consistencia a las horas de trabajo que me esperaban. Alguna palabra se me quedaba en la cabeza, y yo le daba vueltas como si fuese el hueso de una aceituna. Para m¨ª, el estudio ten¨ªa un sentido f¨ªsico, me ayudaba a vivir", cuenta.

El hebraico, un cuento de inspiraci¨®n b¨ªblica, la fe... Pero De Luca se declara "no creyente". "Mi encuentro con la Biblia fue casual. Me interes¨® porque no la considero literatura, en el sentido comercial. La literatura siempre quiere acercarse al lector, cautivarlo. A esas historias parec¨ªa que no les importaba el lector", explica el escritor, que empez¨® a publicar porque una amiga le fotocopi¨® un cuento y lo envi¨® a la editorial Feltrinelli. "A lo largo de mi vida he visto s¨®lo la huella de la fe, como alguien que va al bosque y reconoce la huella de un oso, pero no ve el oso", comenta. "He sido ch¨®fer de convoyes humanitarios que llevaban ayudas a Bosnia durante la guerra. All¨ª hab¨ªa creyentes con una fuerte impronta de fe. Antes no la hab¨ªa visto".

El autor de Tres caballos o El contrario de uno escribi¨® tambi¨¦n Tras la huella de Nives, un libro dedicado al alpinismo, su gran pasi¨®n, y conserva el compromiso que ha caracterizado su vida. De Luca est¨¢ representando en los teatros italianos un espect¨¢culo con acompa?amiento musical llamado Don Quijote y los invencibles. "Los aut¨¦nticos invencibles, como Don Quijote, no son los que ganan siempre. Son los derrotados, los vencidos que siempre caen y vuelven a ponerse en pie. Por ejemplo, los emigrantes de hoy d¨ªa", comenta. "Yo no soy un ex algo, no puedo separarme de mi pasado, de mis elecciones... Escribir, as¨ª como leer, es una buena manera de hacerse compa?¨ªa, pero por encima de eso est¨¢ el amor, o el odio".

?Ha odiado alguna vez? "He conocido el odio, civil y pol¨ªtico. No he odiado mucho. No soy un sentimental, pese a ser de N¨¢poles. Aunque s¨ª he experimentado el odio pol¨ªtico que ha sufrido mi generaci¨®n".