?Al¨¦rgico? Bienvenido al club
"?Habitaci¨®n doble o sencilla? ?Fumador? ?Al¨¦rgico?". El interrogatorio tiene lugar en la recepci¨®n de un hotel en Miami (EE UU) que ha comenzado a ofrecer habitaciones "puras" para esos individuos que se clasifican como al¨¦rgicos y que, seg¨²n las cifras de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, ya suponen el 30% de la poblaci¨®n mundial. Da igual que est¨¦n o no diagnosticados por un m¨¦dico, ellos saben qui¨¦nes son. Su nariz es capaz de detectar el polvo en las estanter¨ªas m¨¢s pulcras, y sus estornudos pronostican con m¨¢s exactitud la llegada de la primavera que el hombre del tiempo.
La cadena hotelera Premier ha decidido transformar el 10% de las habitaciones de sus 13 establecimientos en zonas puras antes de finales de 2007. Esto supone garantizar que las alfombras, cortinas y s¨¢banas est¨¦n libres de p¨®lenes y ¨¢caros. Los filtros del aire acondicionado ser¨¢n tratados con aceite de ¨¢rbol de t¨¦, antis¨¦ptico y desinfectante natural, y cada habitaci¨®n ser¨¢ sometida a un tratamiento de choque a base de ozono para eliminar organismos vivos o el rastro de los olores que suelen despertar la hipersensibilidad al¨¦rgica. Las cadenas Milton y Millennium prueban un sistema similar y han creado el concepto de "habitaci¨®n cordial" con los al¨¦rgicos. Pasar la noche all¨ª supone un suplemento de unos 20 euros. Pero, seg¨²n las cadenas hoteleras, los clientes pagan a gusto. "Algunos", aseguran desde el hotel Waterfront de Vancouver, que en 2005 abri¨® una planta libre de pelusas, "estar¨ªan dispuestos a desembolsar m¨¢s".
La repentina preocupaci¨®n de las grandes multinacionales hoteleras por las narices congestionadas de sus clientes responde, sobre todo, a la l¨®gica aplastante del mercado. Al¨¦rgicos hay muchos, de cualquier nacionalidad y condici¨®n. Y la tendencia es al alza. En 1873, cuando el m¨¦dico ingl¨¦s Charles H. Blackley descubri¨® que el polen era la causa de muchos casos de rinoconjuntivitis –nombre que engloba los picores de garganta y ojos y narices a punto de estallar–, consider¨® que estaba ante una enfermedad rara: "Un privilegio de la clase aristocr¨¢tica". Casi dos siglos despu¨¦s, se estima que alrededor del 20% de la poblaci¨®n mundial dar¨ªa positivo a un test de alergia al polen. De momento se sabe que cerca del 10% presenta s¨ªntomas cl¨ªnicos y que un 5% sigue tratamiento para aliviarlos. Algunos expertos creen que la poluci¨®n podr¨ªa estar detr¨¢s del crecimiento del n¨²mero de al¨¦rgicos en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Otros apuntan que la precisi¨®n de los m¨¦todos de diagn¨®stico favorece identificar a m¨¢s afectados. Los que relacionan alergia y poluci¨®n sostienen que la contaminaci¨®n ambiental inflama las mucosas y facilita la absorci¨®n de los ant¨ªgenos del polen. Adem¨¢s creen que las part¨ªculas del di¨¦sel de los coches estimulan la producci¨®n de la inmunoglobulina E, prote¨ªna responsable de la aparatosa reacci¨®n del organismo ante el polen. Porque la alergia es una reacci¨®n desmesurada del cuerpo ante una sustancia, los al¨¦rgenos, que identifican como muy peligrosa. Entonces, el sistema inmunol¨®gico se dispara, sus prote¨ªnas se enfrentan al agente supuestamente nocivo y producen estornudos, inflamaci¨®n, enrojecimiento de la piel, picores y los infinitos s¨ªntomas asociados a los distintos tipos de alergia.
En Espa?a, adem¨¢s de la reacci¨®n al polen, son frecuentes las alergias a los ¨¢caros del polvo dom¨¦stico, unos par¨¢sitos microsc¨®picos que proliferan en la ropa de cama, alfombras, cortinas y moquetas. Las calefacciones centrales y el uso de los aspiradores para la limpieza han convertido nuestras casas en lugar ideal para estos peque?os organismos. Adem¨¢s del estilo de vida en las grandes ciudades, donde las personas pasan entre el 70% y el 90% de su tiempo en espacios cerrados. Existen tambi¨¦n muchos casos de alergias que nada tienen que ver con la primavera, como la hipersensibilidad a los alimentos –sobre todo a pescado y mariscos–, al pelo de los animales –sobre todo, del gato dom¨¦stico– y a determinados medicamentos.
Por esta ¨¦poca, cuando comienza la polinizaci¨®n por el aire de las gram¨ªneas, el roble, el olmo, el pl¨¢tano o el olivo, los al¨¦rgicos al polen entran en crisis. Son las llamadas alergias estacionales. Pero esta estaci¨®n cada vez es m¨¢s larga. Los cient¨ªficos del Centro Nacional de Investigaci¨®n del Polen del Reino Unido han detectado que la polinizaci¨®n se adelanta cinco d¨ªas por d¨¦cada. "Ahora, los al¨¦rgicos al polen comienzan a tener s¨ªntomas mucho antes que hace 30 a?os. Si en los setenta empezaban a sufrir en mayo, ahora su calvario se adelanta a los primeros d¨ªas de marzo", asegura Jean Emberlin, del mencionado centro.
Para aportar una prueba m¨¢s, estos expertos aseguran que con un sat¨¦lite es posible seguir el rastro de las grandes nubes de polen que se desplazan intactas de un continente a otro. Ellos han abandonado el t¨¦rmino de estaci¨®n al¨¦rgica y prefieren hablar de a?o al¨¦rgico. En Espa?a, donde funcionan varias estaciones que hacen recuento de p¨®lenes, las noticias no son buenas. "Como consecuencia de las lluvias de los ¨²ltimos meses, la polinizaci¨®n se prev¨¦ intensa. Esperamos que las concentraciones acumuladas de polen de gram¨ªneas superen los 7.000 granos por metro c¨²bico de aire, frente a los 5.000 registrados en 2006", explica el doctor Javier Subiza, de la Sociedad Espa?ola de Alergolog¨ªa e Inmunolog¨ªa Cl¨ªnica, que a?ade que estas previsiones se confirman en las farmacias. "Si la concentraci¨®n de gram¨ªneas es intensa, se dispara la venta de antihistam¨ªnicos". Respire y compru¨¦belo: esta primavera ser¨¢ dura.
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