El provocador
El nombre y la obra de Andr¨¦s Serrano (Nueva York, 1950) est¨¢n asociados inevitablemente a la provocaci¨®n, el esc¨¢ndalo y la controversia desde que en 1987 realizara una fotograf¨ªa de un crucifijo sumergido en orina. Titul¨® aquella fotograf¨ªa Piss Christ, un pie de foto tan literal que desat¨® las iras de ciertos representantes pol¨ªticos, reavivando en aquel momento el debate sobre la censura. Esta imagen ya dejaba aflorar algunas de las constantes de su obra, como su ambigua obsesi¨®n por la religi¨®n, mezcla de atracci¨®n y rechazo, y su pasi¨®n por la iconograf¨ªa religiosa, especialmente la pintura del Renacimiento. De hecho, m¨¢s all¨¢ del esc¨¢ndalo, su trabajo siempre ha mantenido un intenso di¨¢logo con la pintura y con la tradici¨®n del arte religioso, de la que se siente parte, en un intento por encontrar el aspecto est¨¦tico, la belleza en cualquiera de los temas que aborda, como ¨¦l mismo se?ala: "Es una necesidad encontrar la belleza. Creo que hay que buscar la belleza hasta en los lugares menos convencionales o en los candidatos m¨¢s insospechados. Si no encuentro la belleza, no soy capaz de disparar la foto". Pero la belleza innegable que caracteriza sus im¨¢genes y su af¨¢n de estetizaci¨®n est¨¢n lejos de caer en lo decorativo. Para Serrano se trata, en realidad, de un modo de vehicular y abordar temas controvertidos y en muchos casos poco agradables para el espectador. La religi¨®n, la muerte, el sexo, la pobreza o la raza, temas constantes de su obra, son asuntos universales que ¨¦l aborda frontalmente y con crudeza: "Personalmente me dije que si quer¨ªa hacer obras controvertidas o provocativas ten¨ªan que ser atractivas a alg¨²n nivel. (?) Aunque algunas personas piensan que mi obra no es tan hermosa porque provoca un shock; aun as¨ª, yo s¨ª que veo la belleza que contiene".
"He intentado fotografiar Am¨¦rica desde todos sus ¨¢ngulos"
"Es un tira y afloja entre lo bueno y lo malo, lo sagrado y lo profano"
Este maridaje entre belleza y provocaci¨®n, esa monumentalizaci¨®n de la realidad a trav¨¦s de una elaborada estetizaci¨®n, es su camino para realizar una obra que ¨¦l personalmente desear¨ªa "que no dejase indiferente a nadie; me gustar¨ªa que mi arte fuese relevante, incluso que impactase en la sociedad y significase algo para la gente". Pero no hay en esta intenci¨®n ning¨²n efecto moralizante o una postura pol¨ªtica o social previa y definida. "Me niego a emitir un juicio moral sobre nadie. Trato de enfrentarme a mis propios demonios. Expongo esos demonios ante el mundo con la esperanza de descubrir que tambi¨¦n son los de otras personas. La raz¨®n por la que elijo los temas que elijo es que necesito que mi obra tenga car¨¢cter y fuerza". Y cuando habla de demonios es inevitable hacer alusi¨®n a la relaci¨®n que ¨¦l mismo se?ala entre su proceso creativo y el psicoan¨¢lisis: "La creatividad es parecida al psicoan¨¢lisis. Cuando sue?as no tienes control sobre los sue?os". Esa libertad de actuaci¨®n, ese esp¨ªritu del mundo de los sue?os, es lo que anima su trabajo; la interpretaci¨®n viene despu¨¦s de realizada la obra. Quiz¨¢ por ello, Serrano niega que su obra exprese conflictos, sino m¨¢s bien dicotom¨ªas sin ning¨²n tipo de jerarqu¨ªas o valores. "Todo es un tira y afloja entre lo bueno y lo malo, lo sagrado y lo profano, lo bello y lo inaceptable. (?) Yo no dejo de luchar a brazo partido con mi propia moralidad y con lo que siento con respecto a la vida. A veces en mi obra trato de encararme con el p¨²blico. Trato de explorar lo que hay en mi cabeza y en mi conciencia". As¨ª, no es extra?o que defina el arte como una terapia, como una raz¨®n para vivir.
Pr¨¢cticamente la totalidad de sus series fotogr¨¢ficas podr¨¢n verse durante el mes de junio en la exposici¨®n El dedo en la llaga, que se celebra en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid dentro del festival PhotoEspa?a, que en esta edici¨®n llega a su d¨¦cimo aniversario. Una amplia retrospectiva que permite apreciar su personal est¨¦tica, caracterizada por elaboradas composiciones y escenificaciones, una cuidada iluminaci¨®n, el gusto por g¨¦neros de fuertes reminiscencias pict¨®ricas como la naturaleza muerta y el retrato, la monumentalidad de las figuras. Un estilo en el que encontramos m¨²ltiples referencias e influencias que ¨¦l mismo se?ala. Se reconoce en directores de cine como Fellini o Bu?uel, con quien dice compartir un sentimiento contradictorio de amor y odio hacia la religi¨®n. Se siente pr¨®ximo a artistas como Bellini, Tiziano, Giorgione, Rafael, Zurbar¨¢n, Ribera, Botticelli y especialmente Caravaggio, hasta el punto de sentirse formando parte de una tradici¨®n y verse a s¨ª mismo como un artista religioso del pasado. Pero tambi¨¦n se identifica con pintores como Goya y Vel¨¢zquez en su manera de entender el realismo. Y en cuanto a los fot¨®grafos, declara que su favorito es Richard Avedon, que le gustan Cartier-Bresson y Joel-Peter Witkin, y que siente admiraci¨®n por el surrealista Paul Outerbridge.
M¨¢s all¨¢ de estas influencias, a menudo convertidas en su obra en citas directas, Andr¨¦s Serrano ha desarrollado un estilo personal que se ha convertido en referencia. Una gran confianza en la transparencia de la fotograf¨ªa y un uso radical de su capacidad descriptiva, una utilizaci¨®n muy efectiva de la literalidad del pie de foto para acentuar el car¨¢cter provocador de sus im¨¢genes, y sobre todo un realismo saturado y exacerbado que acompa?a con eficaces connotaciones simb¨®licas.
Los primeros trabajos de su trayectoria, que arrancan a mediados de los a?os ochenta, ya muestran su inclinaci¨®n por la utilizaci¨®n de la simbolog¨ªa religiosa y su gusto por la teatralizaci¨®n de la escena fotogr¨¢fica. Piezas como Piet¨¤, Heaven & Hell o Cabeza de Vaca ofrecen una mezcla de sexo, religi¨®n y violencia que anuncia con claridad su posterior evoluci¨®n. Casi al mismo tiempo comienza a desarrollar la que es su primera serie como tal: im¨¢genes realizadas a partir de fluidos corporales como orina, semen, sangre o leche. En las fotograf¨ªas de Fluidos corporales encontramos composiciones de inspiraci¨®n abstracta y geom¨¦trica, jugando en el l¨ªmite entre figuraci¨®n y abstracci¨®n y con referencias a pintores como Mondrian o Malevich, y tambi¨¦n una serie de inmersiones de objetos religiosos en dichos fluidos. Entre estas piezas se encuentra la famosa fotograf¨ªa del crucifijo sumergido en orina, que le convertir¨ªa en un artista tan famoso como controvertido. Como se?ala el propio artista: "Creo que no hay un l¨ªmite preciso entre abstracci¨®n y figuraci¨®n. En las obras abstractas pretend¨ªa imitar la pintura, el trabajo figurativo me acerc¨® m¨¢s al lenguaje de la fotograf¨ªa". Esta profundizaci¨®n en el lenguaje fotogr¨¢fico, y en la pr¨¢ctica del realismo que le caracteriza, se asent¨® en sus tres siguientes proyectos, en los que realiz¨® diversas series de retratos dedicados a los sin techo, a los miembros del Ku Klux Klan y a los cad¨¢veres de la morgue. Probablemente sea el grupo de obras que hizo en la morgue las m¨¢s conocidas de Andr¨¦s Serrano. Obras de fuerte inspiraci¨®n pict¨®rica, un acercamiento a la muerte en el que embellece los cad¨¢veres y dota a los cuerpos inertes de una trascendencia casi espiritual.
Las series dedicadas a los 'sin techo' (N¨®madas) y a los miembros del Ku Klux Klan son descritas por Serrano como trabajos que tratan sobre extremos: "El racismo extremo, los prejuicios extremos y la pobreza extrema". La elecci¨®n del g¨¦nero del retrato responde al convencimiento del artista de que ¨¦stos dan universalidad a la obra. Para el trabajo de N¨®madas se inspir¨® en las fotograf¨ªas que realiz¨® Edward Curtis sobre los nativos norteamericanos a principios del siglo XX: "Curtis retrat¨® las tribus indias porque sent¨ªa que estaba documentando una raza en extinci¨®n. Hice algo parecido; pero en lugar de buscar una raza en peligro de extinci¨®n, busqu¨¦ a personas en el l¨ªmite de la extinci¨®n personal. Puse nombre y rostro a personas que no vemos porque son invisibles". Estos retratos est¨¢n realizados procurando ensalzar a los personajes, dignificarlos: "Pongo a esas personas en un pedestal. Siempre disparo unos cent¨ªmetros por debajo. Tengo el deseo de hacerles parecer m¨¢s grandes de lo que son, incluso de hacerles m¨¢s bellos".
Tambi¨¦n es destacable, de entre su producci¨®n, History of sex, que empez¨® en 1995. Se trata de un ejercicio est¨¦tico sobre el sexo y sin duda su trabajo m¨¢s expl¨ªcito. En estas fotograf¨ªas pone en escena una serie de fantas¨ªas y pr¨¢cticas sexuales protagonizadas en muchos casos por personajes antit¨¦ticos con lo que ser¨ªa una idea convencional del erotismo o la sensualidad. Lo que le interesa a Serrano es confrontarnos con nuestros propios demonios, o con los suyos, explorando nuestras convenciones, nuestra moralidad y nuestra mirada estandarizada.
Una pulsi¨®n similar con relaci¨®n al sexo puede encontrarse en algunas im¨¢genes de sus series Budapest y La interpretaci¨®n de los sue?os, trabajo este ¨²ltimo en el que explicita su pasi¨®n por el psicoan¨¢lisis y el mundo de los sue?os. Pero tambi¨¦n en Budapest le interesaba explorar esa franja de irrealidad: "Cuando descubr¨ª la ciudad de Budapest me result¨® misteriosa. Un lugar con una atm¨®sfera donde la realidad y la fantas¨ªa se mezclan".
Su ¨²ltimo trabajo hasta el momento es una ampl¨ªsima galer¨ªa de retratos que tiene como t¨ªtulo America, y con la que pretende ofrecer su propio retrato de EE UU: "Muchas de las personas que retrato han formado parte de mi conciencia desde ni?o. Es como el concepto de indios y vaqueros. Yo me cri¨¦ jugando a indios y vaqueros, y tambi¨¦n con una serie de ideas sobre el bien y el mal, la religi¨®n, el sexo? Todo eso se refleja en America porque he intentado fotografiar Am¨¦rica desde todos sus ¨¢ngulos; no s¨®lo desde un punto de vista objetivo, sino tambi¨¦n desde uno subjetivo. Muchas de las personas a las que fotograf¨ªo en America son personajes con los que me identifico".
Este proyecto surgi¨® a ra¨ªz de los atentados del 11-S. The New York Times Magazine encarg¨® inmediatamente a un grupo de artistas que hicieran una obra alusiva a ello. Serrano tom¨® una fotograf¨ªa de la bandera de Estados Unidos con rastro de sangre; as¨ª, Sangre sobre la bandera se convirti¨® en el inicio de esta serie. Un proyecto que a¨²n mantiene abierto y al que va incorporando nuevos retratos, como los que acaba de realizar al actor Eddie Murphy o al serial killer m¨¢s famoso de Nueva York. Todos parecen tener cabida en su concepto de Am¨¦rica.
La exposici¨®n de fotograf¨ªas de Andr¨¦s Serrano, 'El dedo en la llaga', podr¨¢ verse, desde el 31 de mayo al 1 de julio, en el marco del festival PhotoEspa?a, en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid.
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