Mejor pachanga que sevillanas

S¨¢bado, 23.00 horas. La puerta del Real, en la explanada del F¨®rum, recibe a una marea de gente que se dispone a disfrutar de la segunda noche de la Feria de Abril. Los j¨®venes son mayor¨ªa. Ellos entran serios, pecho hinchado y mirada al frente. Ellas sonr¨ªen mientras se dan los ¨²ltimos retoques a vestimenta y peinado. Ninguno, o casi ninguno, viste los tradicionales trajes andaluces que requerir¨ªa la ocasi¨®n.

"Esto es para las abuelas a las que les gustan las sevillanas". Chechu ha venido a la feria con dos amigos. Los tres son de Badalona y no pueden contener una expresi¨®n de aburrimiento mientras contemplan el panorama sentados en una grada. "Nos acabamos el cubata y nos vamos a otro sitio", resuelve este joven mientras se saca del bolsillo una china de hach¨ªs.

A los 36 a?os de que abriese sus puertas la primera edici¨®n de la Feria de Abril, siguen siendo los andaluces afincados en Catalu?a los que mantienen la esencia de la fiesta. Sus hijos, nacidos aqu¨ª, ven en la feria una excusa para salir de fiesta. Aunque hay excepciones: "Llevo bailando sevillanas desde que era una ni?a", dice Desir¨¦, de 17 a?os, despu¨¦s de bajarse del escenario en el que acaba de actuar. ?De d¨®nde viene esa afici¨®n? "Mis padres son andaluces", se?ala orgullosa. "Vengo aqu¨ª todos los a?os", explica Marilyn, una joven francesa vestida de faralaes. "No es tan extra?o. Mi padre es murciano", relata.

La noche avanza y en las casetas algunos irreductibles ya entrados en a?os bailan al ritmo de las sevillanas. Otros miran sentados mientras apuran sus vasos de fino. Pero el centro de la fiesta est¨¢ en la caseta del PSUC Viu, donde una multitud de j¨®venes extasiados bailan al ritmo de los ¨¦xitos de la m¨²sica pachanguera de ayer y hoy. Por fin algo familiar. "Para hacer bien el amor hay que venir al sur...". Para bailar sevillanas, tambi¨¦n.