Una comisi¨®n acusa a Olmert del fracaso en la guerra de L¨ªbano
El informe independiente dice que el Ejecutivo decidi¨® atacar a Hezbol¨¢ sin planes adecuados
No ha dejado t¨ªtere con cabeza. La Comisi¨®n Winograd que investiga la guerra de L¨ªbano en 2006 propin¨® ayer un golpe demoledor al primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert; al titular de Defensa, Amir Peretz, al Gobierno en pleno y al estamento militar. El informe, plagado de la palabra fracaso, apunta que las Fuerzas Armadas se lanzaron a la batalla con precipitaci¨®n y que el Gabinete acat¨® sin rechistar las propuestas del Estado Mayor.
El 12 de julio de 2006, milicianos de Hezbol¨¢ mataron a ocho soldados israel¨ªes y capturaron a dos reservistas, a¨²n en su poder. Pocas horas despu¨¦s comenzaron unas represalias devastadoras para L¨ªbano. Pero la inmediatez y la contundencia no suponen que la maquinaria b¨¦lica estuviera engrasada y que el Gabinete tuviera un plan detallado.
El panorama que dibuja el informe Winograd revela que imperaron la improvisaci¨®n y los impulsos primarios. Olmert "se decidi¨® precipitadamente a pesar de que no se le plantearan planes militares y sin exigir que se le presentaran... Tom¨® sus decisiones sin consultas sistem¨¢ticas, especialmente al margen de las Fuerzas Armadas, a pesar de que no cuenta con experiencia en pol¨ªtica exterior y en asuntos militares", explic¨® a la prensa el ex juez Eliyahu Winograd.
Olmert cometi¨® el error de elevar demasiado el list¨®n. Sus objetivos de rescatar a los uniformados y de desarmar a Hezbol¨¢ pronto se demostraron inalcanzables, mientras los cohetes katiusha -4.000 en los 34 d¨ªas de guerra- llov¨ªan sobre el norte de Israel. "Fracas¨® a la hora de adaptar sus planes una vez que qued¨® claro que las expectativas no eran realistas... Todo ello conforma un serio fracaso en el ejercicio de un Gobierno con criterio, responsabilidad y prudencia", reza el informe.
Durante el conflicto y en los meses posteriores afloraron incontables carencias en las Fuerzas Armadas israel¨ªes, impropias de uno de los Ej¨¦rcitos m¨¢s poderosos del planeta. Durante seis a?os, desde la retirada de las tropas hebreas del sur de L¨ªbano en mayo de 2000, nadie se preocup¨® de la frontera norte, mientras Hezbol¨¢ se esmeraba en reforzar su capacidad militar. Los reservistas no entrenaban; en los arsenales se amontonaban armas defectuosas; varios soldados pasaron d¨ªas sin comer en territorio liban¨¦s por ausencia de aprovisionamiento; sistemas de detecci¨®n de cohetes y misiles no estaban operativos en plena guerra, y la poblaci¨®n civil fue abandonada a su suerte en el norte de Israel.
?Responsables del desaguisado? Un sinf¨ªn. Porque el informe abarca la actuaci¨®n de los dirigentes pol¨ªticos y militares desde el a?o 2000 hasta el quinto d¨ªa de la contienda. Pero adem¨¢s de Olmert, el laborista Amir Peretz y el ya dimitido Dan Halutz acaparan las cr¨ªticas.
Sin experiencia militar
"Peretz carec¨ªa del conocimiento y experiencia militar, pol¨ªtica y en asuntos de gobierno. Desconoc¨ªa los principios b¨¢sicos del empleo de la fuerza militar para obtener objetivos pol¨ªticos... Su servicio como ministro de Defensa perjudic¨® la capacidad de Israel para responder a los desaf¨ªos", explica la comisi¨®n.
Halutz -jefe del Estado Mayor y general de la Fuerza A¨¦rea que lo fi¨® todo al poder¨ªo de la aviaci¨®n, desoyendo los consejos del Ej¨¦rcito de Tierra- tiene a¨²n menos cobertura. Se lanz¨® a la guerra sin la "preparaci¨®n" necesaria y, seg¨²n el informe, fue incapaz de informar al Ejecutivo del verdadero estado del Ej¨¦rcito antes de la invasi¨®n terrestre. "El jefe del Estado Mayor y el Ej¨¦rcito no estaban preparados para el caso de un secuestro a pesar de las continuas alertas".
Es aventurado descifrar los efectos que tendr¨¢ el informe de la Comisi¨®n Winograd sobre el desprestigiado Gobierno israel¨ª. Entre otras razones porque es pronto para adivinar la reacci¨®n popular y la actitud de los partidos que forman la heterog¨¦nea coalici¨®n gobernante. S¨®lo se conoce una certeza: Olmert asegur¨® ayer que no piensa dimitir.
El primer ministro promete luchar a brazo partido por conservar el puesto, y ning¨²n analista israel¨ª vislumbra qui¨¦n puede poner coto a la desaz¨®n que embarga al ciudadano medio. Porque entre quienes aspiran a tomar el relevo destacan los ex primeros ministros Benjam¨ªn Netanyahu (Likud) y el laborista Ehud Barak. Nada nuevo bajo el sol. Ser¨¢ imprescindible el empuj¨®n de la calle para desbancar a Olmert.
UN TEXTO DEMOLEDOR
- El Gobierno se puso unos objetivos demasiado elevados y "fracas¨® a la hora de adaptar sus planes una vez que qued¨® claro que las expectativas no eran realistas"
- Durante seis a?os nadie se preocup¨® de la frontera norte, mientras Hezbol¨¢ se esmeraba en reforzar su capacidad militar
- "Es un serio fracaso en el ejercicio de un Gobierno con criterio, responsabilidad y prudencia"
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