"Una mala ley de Servicios Sociales puede hacernos un agujero tremendo"
Karmelo S¨¢inz de la Maza (Leioa, 1957) deja la alcald¨ªa de su localidad natal, que ha ocupado durante ocho a?os por el PNV, y, en consecuencia, en septiembre abandonar¨¢ tambi¨¦n la presidencia de Eudel, la asociaci¨®n que grupa a los 251 ayuntamientos vasco, un puesto que recomienda profesionalizar de cara al futuro. No desvela sus planes, ni si pasan por seguir en la vida p¨²blica.
Pregunta. ?Est¨¢n acomplejados los ayuntamientos vascos frente a los otros poderes?
Respuesta. Son un poder d¨¦bil en comparaci¨®n con gobiernos y diputaciones y tienen que convencerse a s¨ª mismos de que son un poder pol¨ªtico.
P. ?Para qu¨¦ les sirve Eudel, m¨¢s all¨¢ de lo representativo?
"No me gusta el modelo de coordinaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas que plantean ni el Gobierno ni el PSE en sus propuestas de ley Municipal"
"Estamos desparramados, llenos de consejos, consejillos, mesas, grupos de trabajo,... Hay que simplificar e ir a un consejo de pol¨ªticas p¨²blicas"
"No es de recibo que un alcalde llame a un director o a un viceconsejero y no se le ponga al tel¨¦fono o le trate como a un segunda fila"
R. Aunar la interlocuci¨®n es importante y eso los alcaldes y gobiernos locales lo saben. Solos est¨¢n indefensos y los torean. Unidos son poderosos, y ha habido ejemplos que lo han demostrado, como la ley de Suelo. Se demostr¨® que los ayuntamientos no estaban dispuestos a permitir bromas. Una de las funciones es, sin duda, aumentar la autoestima, una labor terap¨¦utica hacia dentro. El poder local s¨®lo ser¨¢ reconocido cuando se lo crea ¨¦l mismo.
P. Ha vuelto usted a chocar con el consejero Javier Madrazo a cuenta de la ley de Servicios Sociales.
R. Javier se ha equivocado. El gui?o electoralista y un poco rid¨ªculo que ha hecho no se corresponde con el trabajo que hemos hecho los ayuntamientos. No es serio.
P. ?Puede ser porque EB no tiene apenas poder municipal?
R. S¨ª, no lo conocen. Les falta la sensibilidad municipal, y, sin embargo, Eudel les ofrece una plataforma magn¨ªfica para llegar r¨¢pido a acuerdos. Siempre se lo digo. En la ley de Suelo pod¨ªamos haber llegado al resultado final, e incluso mejor, much¨ªsimo antes. Eudel tiene la virtud de que el acuerdo interpartidario es m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s f¨¢cil. Los alcaldes son gente muy pragm¨¢tica.
P. ?Qu¨¦ le habr¨ªa gustado dejar hecho y no ha podido?
R. Una Eudel m¨¢s potente. Los recursos t¨¦cnicos, personales y econ¨®micos que tenemos, con 16 personas en total, no son proporcionales al trabajo que desarrollamos. Ahora que me voy tengo libertad para decirlo: Eudel debe tener un presidente profesionalizado, que haya sido antes alcalde y con dedicaci¨®n exclusiva. Es un debate que hemos tenido ya en la ejecutiva y estamos pr¨¢cticamente de acuerdo.
P. ?Alguna frustraci¨®n?
R. La de no haber logrado m¨¢s reconocimiento institucional y social a los alcaldes. No es de recibo que un alcalde llame a un director o a un viceconsejero y no se le ponga al tel¨¦fono o le trate como a un segunda fila. Y ha habido momentos feos, como cuando un viceconsejero sugiri¨® que los alcaldes reclamaban competencias para adjudicar viviendas a dedo. A la semana, modific¨® la orden sobre la VPO. Hicimos bien en no dejar pasar aquello. Desde entonces saben que con nosotros no se hacen tonter¨ªas.
P. Respecto a la ley de Suelo, ?no fue usted el brazo ejecutor de lo que el PNV no pod¨ªa hacer en el Gobierno por su acuerdo con EB?
R. No, pero una cosa son los compromisos del Gobierno y otra es el pa¨ªs. Se equivocaron, pensaron que no ¨ªbamos a ser capaces de defender nuestra posici¨®n con la firmeza que lo hicimos. Yo represento a los ayuntamientos y hubo un consenso bastante notable en Eudel.
P. Si no fue brazo ejecutor, debi¨® de ser problema.
R. Al contrario. A Juanjo Ibarretxe entiendo que le ayud¨¦. No fui yo el que le puso problemas. Tengo la conciencia muy tranquila: creo que ayud¨¦ al lehendakari.
P. ?Los ayuntamientos vascos lo tienen m¨¢s dif¨ªcil que el resto por el poder que tienen las diputaciones, que les disputan las competencias y los recursos?
R. Son los mejor considerados, los m¨¢s tenidos en cuenta y los mejor financiados. Si alg¨²n problema hay es la coordinaci¨®n de pol¨ªticas: hay demasiados consejos, consejillos, mesas, grupos de trabajo,... Hay que simplificar. Creo que es el momento de un consejo vasco de pol¨ªticas p¨²blicas.
P. A lo mejor hay que simplificar tambi¨¦n en lo que parece intocable, las instituciones.
R. ?se es un debate m¨¢s de pa¨ªs. Lo que es indudable es que los ayuntamientos ser¨¢n cada d¨ªa m¨¢s poderosos.
P. Siempre se dice que su partido no quiere ese debate porque, al gobernar en todos los estratos, se le generar¨ªan muchos enfrentamientos internos.
R. El PNV nunca le ha temido a ese debate y a m¨ª me gustar¨ªa que mi partido fuera todav¨ªa m¨¢s municipalista. Hay que verlo m¨¢s en t¨¦rminos de estabilidad parlamentaria.
P. Pero el PNV prefiere al final las diputaciones a los ayuntamientos.
R. Se equivoca. ?C¨®mo sali¨® la ley de Suelo? La realidad es que las diputaciones perdieron competencias en favor de los ayuntamientos.
P. ?Qu¨¦ le parecen los dos textos de ley Municipal que hay sobre la mesa actualmente, uno elaborado por el Gobierno y otro por el PSE?
R. Los tomo como elementos de trabajo. Pueden confluir. De ninguno de ellos me gusta el modelo de coordinaci¨®n de pol¨ªticas. Estamos desparramados, con todos esos ¨®rganos que dec¨ªa. A veces se habla de esa ley como si fuera un b¨¢lsamo de Fierabr¨¢s que todo lo arregla, pero s¨®lo ser¨¢ un recurso legislativo v¨¢lido si se soporta en un acuerdo pol¨ªtico s¨®lido.
P. Al proyecto del Gobierno se le ha achacado indefinici¨®n en el reparto de competencias y recursos.
R. El reto es un acuerdo global sobre la posici¨®n de los ayuntamientos. Hay leyes tan importantes como la Municipal, por ejemplo, la de Servicios Sociales. Puede ocurrir que nos hagan una ley Municipal preciosa y con la de Servicios Sociales ocasionarnos un agujero enorme. El problema no es ley Municipal o no, ni siquiera la financiaci¨®n, que ya est¨¢ en el Concierto y en la ley de Aportaciones.
P. El dinero no alcanza.
R. Los alcaldes est¨¢n preocupados sobre todo por los proyectos que ponen en marcha Gobierno y diputaciones y para los que te dan subvenciones. El gran peligro de los ayuntamientos son ¨¦stas: siempre traen tocomocho, porque te meten la competencia, luego se retiran y ah¨ª te dejan...
P. ?C¨®mo ver¨ªa un estatuto de capitalidad para Vitoria?
R. No me parece mal, pero s¨ª me lo parece instrumentalizar ese tema para hacer da?o al Gobierno, que es lo que veo.
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