La libertad de prensa, en el punto de mira
Si no hablamos, no existe. Si no se cuenta, no ha pasado. Es casi un axioma, aplicable desde los sucesos m¨¢s nimios a los acontecimientos m¨¢s importantes. Y cobra especial relieve en un mundo globalizado, intercomunicado por los m¨¢s diversos sistemas, desde la incontrolable red de redes hasta los sofisticados sat¨¦lites y telecomunicaciones inal¨¢mbricas.
En el plano internacional, esta extraordinaria facilidad de transmisi¨®n de noticias preocupa extraordinariamente a quienes se hallan fuertemente interesados en que algo no se divulgue, no se sepa, no llegue al conocimiento p¨²blico. Generalmente por motivos espurios. En el mundo de hoy, m¨¢s que nunca, existen un gran n¨²mero de causas por las que luchar, de injusticias que eliminar, de cr¨ªmenes que denunciar. Pero solamente una prensa libre permite a esas causas existir, ser conocidas, situarlas en un primer plano y, consecuentemente, movilizar a la sociedad en su favor.
Es en este contexto que arrecian a?o tras a?o las agresiones a la libertad de prensa y a los periodistas en el ejercicio de su trabajo. Desde el 1 de enero, 24 periodistas y cinco colaboradores han perdido la vida por explicar aquello que diversos poderes f¨¢cticos quieren ocultar. El a?o pasado fueron 113 los profesionales de la comunicaci¨®n abatidos. Actualmente, 125 periodistas, cuatro colaboradores y 67 ciberdisidentes se hallan encarcelados en 21 pa¨ªses.
En Reporteros sin Fronteras causa gran preocupaci¨®n el secuestro de periodistas. En estos momentos, el corresponsal de la BBC Alan Johnston lleva 55 d¨ªas desaparecido en Gaza, sin otra noticia que un comunicado de un grupo desconocido, las Brigadas de la Unidad y la Yihad, que asegura haberle ejecutado. Agradecemos a Al-Zayd Ibrahim, director del Centro Cultural Isl¨¢mico de Madrid as¨ª como a Hassan Hal Houl, secretario general del Consejo Isl¨¢mico de Catalu?a, que hayan unido su firma al llamamiento de diversas personalidades del mundo musulm¨¢n en Europa para pedir a sus captores que le liberen con vida. Reporteros sin Fronteras condena firmemente esta pr¨¢ctica que precisamente atenta contra el mensaje del Islam basado en valores de tolerancia, humanismo y respeto. Johnston dedic¨® tres a?os de su trabajo como corresponsal a interesarse por la suerte de los palestinos y a contar las tremendas condiciones que sufre diariamente este pueblo bajo la ocupaci¨®n de Israel.
Con la existencia de esta inaceptable realidad se cerr¨® el 2006, un a?o funesto para la prensa. El 31 de diciembre dimos la se?al de alarma con la presentaci¨®n de nuestro informe anual de agresiones contra la libertad de prensa y contra los periodistas y por primera vez censamos el n¨²mero de profesionales secuestrados en ese periodo: 56. La cifra habla por s¨ª sola. Adem¨¢s de que cuatro pa¨ªses retienen en sus calabozos a m¨¢s de la mitad de nuestros 200 colegas encarcelados en juicios sin ninguna garant¨ªa: China, Cuba, Eritrea, Etiop¨ªa, por este orden.
?D¨®nde se oye la voz de la Uni¨®n Europea denunciando tales ataques? ?Ni para pedir una comisi¨®n de investigaci¨®n internacional por el asesinato de Ana Politkovska?a? La tarea primordial ahora es aprobar leyes, una tras otra, que limitan la libertad de expresi¨®n. Todo en aras de la seguridad.
En el caso de Estados Unidos, los reiterados encarcelamientos de periodistas por negarse a revelar sus fuentes, el mantenimiento al margen de toda legalidad del camar¨®grafo Sami Al-Haj en el gulag de Guant¨¢namo, la negaci¨®n a que comparezcan ante la justicia espa?ola los tres oficiales que comandaban el tanque que dispar¨® contra el hotel Palestina de Bagdad, matando a Jos¨¦ Couso y a Taras Protzyuk, no precisan comentario.
Desde Reporteros sin Fronteras apoyamos hoy, XVII D¨ªa Internacional de la Libertad de Prensa, a cuantos profesionales sufren intimidaciones a causa del ejercicio de su profesi¨®n porque el espacio p¨²blico debe estar abierto al di¨¢logo y a la pol¨¦mica. Nunca este derecho fundamental ha sido tan necesario y urgente como cuando los puntos de referencia de la vida econ¨®mica, social y pol¨ªtica se hallan sometidos a una confusi¨®n extrema.
Por ello, en nuestro mundo actual, los medios de comunicaci¨®n tienen una misi¨®n urgente e ineludible: derribar las pantallas falsificadoras con las cuales se pretende desviar la atenci¨®n de la sociedad de las verdaderas causas de un desorden generalizado que las estructuras de poder pretenden esconder. Sin una prensa verdaderamente libre, hablar de democracia, de derechos humanos, no tiene ning¨²n sentido.
Mar¨ªa Dolores Masana es presidenta de Reporteros sin Fronteras-Espa?a.
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