Del sepia al p¨ªxel
Terrassa repasa en una exposici¨®n dos siglos de historia fotogr¨¢fica
El hombre consigui¨®, hace 168 a?os, que sus recuerdos nunca envejecieran. Lo logr¨® a trav¨¦s de unos aparatos que han evolucionado en ese tiempo lo indecible, como demuestran las cerca de 200 piezas con las que el Museo de la Ciencia y de la T¨¦cnica de Catalu?a (Mnactec) ha querido rendir homenaje al aparato que logr¨® inmortalizar lo que ve¨ªan los ojos ef¨ªmeros. El color dels records. C¨¤mares fotogr¨¤fiques en el temps es el t¨ªtulo de una exposici¨®n que los responsables del Mnactec califican de "in¨¦dita en Europa" por la cantidad y exhaustividad de lo mostrado. Y es que hay aut¨¦nticas rarezas y aparatos de coleccionista, como la ¨²nica c¨¢mara de daguerrotipo (1863) que se conserva en Catalu?a, la primera c¨¢mara Kodak, la primera Leica e incluso una Ermanox, con la que el fot¨®grafo alem¨¢n Erich Salom¨®n marc¨® los inicios del fotoperiodismo. Muchos de esos aparatos son de los fondos del museo, de la empresa de material fotogr¨¢fico ARPI y de entidades y coleccionistas privados.
Entre las 200 piezas est¨¢ la ¨²nica c¨¢mara de daguerrotipo que queda en Catalu?a
Los que crean que los juguetes electr¨®nicos sofisticados empezaron con James Bond descubrir¨¢n que ya en la d¨¦cada de 1880 hab¨ªa m¨¢quinas de fotografiar ocultas en corbatas, libros o bajo la solapa, que el intr¨¦pido esp¨ªa ten¨ªa que accionar con un disparador desde el bolsillo. Los soldados de la Primera Guerra Mundial tambi¨¦n se iniciaron en lo de fotografiar y tomar notas manuscritas directamente sobre la pel¨ªcula con las Vest Pocket. Como se?ala uno de los responsables del museo, Joan Mu?oz, "en las nuevas tecnolog¨ªas no existen los inventos, sino que todo es fruto de una evoluci¨®n".
Pero lo que atrae m¨¢s al p¨²blico de esta exhibici¨®n (hasta el 20 de marzo de 2008) es una fotograf¨ªa de tama?o humano de una familia, toda ella vestida de negro, del XIX. El juego consiste en colocar la cara en un agujero. En frente, hay una c¨¢mara de daguerrotipo. No obstante, no hay que esperar los 25 minutos que tardaba la m¨¢quina en accionarse (lo que explica que en estas im¨¢genes de color sepia todo el mundo saliera siempre sentado o apoyado con cara de fatiga), sino que todo es r¨¢pido y existe la posibilidad de enviar la imagen por Internet. Son las ventajas de las webcams.
Otro ejemplo de la paciencia que se requer¨ªa hace m¨¢s de un siglo para ir al estudio fotogr¨¢fico es una silla con una especie de anillo en el cabezal para sujetar la cabeza del que quer¨ªa ser inmortalizado. Una parte de la exposici¨®n explica tambi¨¦n el funcionamiento del coraz¨®n de la c¨¢mara y los entresijos del dispositivo de captura.
El recorrido se cierra con el ¨²ltimo grito en c¨¢maras digitales. Parad¨®jicamente, lo m¨¢s complicado de la exposici¨®n, en opini¨®n de Mu?oz, ha sido encontrar c¨¢maras del periodo entre 1960 y 1990 "porque no son lo suficientemente antiguas como para atraer la atenci¨®n de los coleccionistas ni suficientemente nuevas para estar ya en las tiendas".
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