La protesta laica tiene nombre de mujer
Miles de turcas encabezan las manifestaciones contra la concentraci¨®n de poder en manos de los islamistas
"Estaba viendo una pel¨ªcula por televisi¨®n el 27 de abril cuando los tel¨¦fonos empezaron a sonar. Una banda de informaci¨®n anunciaba en la pantalla que el Ej¨¦rcito hab¨ªa emitido un comunicado de advertencia al Gobierno... No pude pegar ojo en toda la noche, pendiente del televisor, de los mensajes en el m¨®vil, de Internet. Pens¨¦ en hacer planes para marcharme del pa¨ªs". La abogada Selma Acuner, de 51 a?os, recuerda con temor las pasadas intervenciones militares de 1960, 1971 y 1997, pero ante todo tiene grabado el horror del golpe militar de 1980. "Entonces todo era silencio, ahora hemos podido hablar".
"Nadie quiere que el Ej¨¦rcito interfiera en la vida civil, es una instituci¨®n con prestigio entre los turcos que debe permanecer en sus cuarteles, pero tampoco queremos ver c¨®mo desaparece el Estado laico, que es uno de los pilares de la Turqu¨ªa actual", Acuner resume as¨ª el sentimiento de los cientos de miles de turcas laicas que gritaron hace una semana en las calles de Estambul: "?Ni sharia ni golpe!".
La elecci¨®n de un nuevo presidente -que tendr¨¢ hoy previsiblemente su ¨²ltimo cap¨ªtulo en el Parlamento con el esperado desistimiento de Abdul¨¢ G¨¹l por falta de apoyo suficiente- est¨¢ en el origen de la crisis. "Las mujeres que no nos cubrimos con el velo no nos podemos sentir ahora tranquilas ante la perspectiva de ver un pa?uelo en lo m¨¢s alto del Estado. La gente no est¨¢ preparada a¨²n para un cambio tan radical. Tememos perder nuestra forma de vida occidental". Hanny¨¹rsa G¨¹l, la esposa candidata a la presidencia del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) lleva el pa?uelo isl¨¢mico, al igual que las mujeres de los principales l¨ªderes en el poder.
En las multitudinarias manifestaciones celebradas en Ankara y Estambul los d¨ªas 14 y 29 de abril en defensa del Estado laico, las mujeres eran mucho m¨¢s visibles. "Instintivamente la gente decidi¨® participar, hab¨ªa que hacer algo para frenar este proceso de concentraci¨®n de poder en manos del AKP, y las mujeres son m¨¢s conscientes de que sus derechos estaban en peligro", asegura Acuner, una de las principales l¨ªderes feministas turcas, que dirige una organizaci¨®n para promover la incorporaci¨®n de las mujeres a los puestos de representaci¨®n pol¨ªtica. "En los 550 esca?os del Parlamento turco s¨®lo se sientan 24 diputadas, poco m¨¢s del 4%", afirma.
La protesta de los laicos sigue extendi¨¦ndose, entretanto, por toda Turqu¨ªa. Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en las ciudades de Manissa y ?anakkale, al oeste del pa¨ªs. Otra gran manifestaci¨®n ha sido convocada en Esmirna, la tercera ciudad del pa¨ªs, en los pr¨®ximos d¨ªas. La mayor¨ªa de los turcos laicos consideran que el AKP, que obtuvo un 34% de los votos en las legislativas de 2002 pero que controla casi dos tercios de los esca?os del Parlamento, est¨¢ intentado acaparar el poder: el Ejecutivo, el Legislativo y, ahora, la jefatura del Estado, sin pactar con el resto de los partidos. La presidencia ha sido el ¨²ltimo baluarte contra el que se han estrellado algunas reformas del Gobierno, como la que fomentaba la educaci¨®n religiosa en las imam hatip o escuelas de cl¨¦rigos musulmanes. En esos centros cor¨¢nicos se formaron en el pasado l¨ªderes del AKP, como el propio primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
"No van a poder imponer la sharia, pero se est¨¢n infiltrando en todos los aparatos del Estado", sostiene Acuner, quien advierte de que el problema central no es el pa?uelo, sino el temor cre¨ªble a un retroceso, a dar marcha atr¨¢s en las conquistas de las mujeres. Por ejemplo, al reformar el C¨®digo Penal, Erdogan intent¨® en 2004 volver a tipificar como delito el adulterio, pero las protestas de las mujeres y las advertencias de la UE le hicieron desistir de su prop¨®sito", recuerda la abogada feminista.
G¨¹lseren Onanc, presidenta de la Asociaci¨®n de Empresarias de Turqu¨ªa, tambi¨¦n cree que las manifestaciones laicas est¨¢n siendo una "reacci¨®n natural" en defensa de una forma de vida m¨¢s libre. "Es normal que haya habido m¨¢s mujeres que hombres en las marchas, pero sospecho que el Ej¨¦rcito y los partidos laicos como el CHP [Partido Republicano del Pueblo, socialdem¨®crata] han podido estar detr¨¢s de las convocatorias. Los problemas pol¨ªticos deben resolverse por la v¨ªa democr¨¢tica y sin la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito", asegura la responsable empresarial. "En cualquier caso", sostiene Onanc, "yo tampoco defiendo como modelo para las mujeres turcas a la esposa de un presidente que, adem¨¢s de llevar el pa?uelo, no trabaja ni tiene independencia econ¨®mica".
"Es cierto que hay claros signos de falta de laicismo en algunos sectores del Gobierno, pero no creo que el AKP pretenda imponer el uso obligatorio del pa?uelo a las mujeres, ni que tenga una agenda oculta para islamizar Turqu¨ªa despu¨¦s de hacerse con el poder. Parece estar m¨¢s concentrados en combatir la pobreza del pa¨ªs y en impulsar el ingreso de Turqu¨ªa en la UE, aunque en el partido de Erdogan y G¨¹l hay un sector mucho menos liberal que ellos. Claro que en Europa tambi¨¦n se encuentran bastantes pol¨ªticos conservadores que hablan un lenguaje dominante masculino", ironiza.
"La gran paradoja turca es que son los laicos quienes presentan hoy actitudes m¨¢s inmovilistas ante los cambios, y no quieren alterar un orden social kemalista que les ha beneficiado", analiza un diplom¨¢tico europeo radicado en Ankara. "Entre ellos surgen voces nacionalistas que critican a EE UU y a la UE como responsables de los actuales males de Turqu¨ªa, al tiempo que defienden una econom¨ªa m¨¢s controlada por el Estado. Mientras tanto, los hechos hablan por s¨ª solos en el campo de los islamistas moderados del AKP, que han reformado el sistema legal para homologarlo con los europeos, han abierto la puerta de la UE para Turqu¨ªa y han emprendido una pol¨ªtica de privatizaciones y de modernizaci¨®n de la econom¨ªa".
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