La parte tr¨¢gica

El viernes por la noche habl¨® Miss Julia. Con sus intensos labios pintados de rojo pasi¨®n que parec¨ªan tatuados sobre la boca; con sus u?as carmes¨ª escenificando que marcaba un tel¨¦fono quiz¨¢ en recuerdo de tiempos mejores; con un recatado traje chaqueta m¨¢s apropiado para presentar su candidatura a la alcald¨ªa de la ciudad que imagen de la denostada profesi¨®n que representa -aunque nadie hubiera esperado que apareciera enfundada en un estrecho traje de cuero y con una boa de plumas al cuello...-; con unas gafas que le dan un aspecto de profesora de colegio.

Habl¨® Miss Julia y cont¨® la parte tr¨¢gica de esta historia de citas de lujo, hombres de traje y abultada chequera que se esconden del escrutinio p¨²blico y pavonean sus impecables y morales vidas y mujeres hermosas de alto tac¨®n. El pasado mes de enero se suicid¨® una de sus chicas, una profesora de la Universidad de Maryland, Brandy Britton, de 43 a?os, residente en Baltimore. Era una soci¨®loga destacada, profesora asistente en este campo, y con dos hijos en edad universitaria. Se hac¨ªa llamar Alexis. "Estaba humillada", dijo la madame. "Le han destrozado la vida. Y por eso se suicid¨®". "Yo ya no me escondo. Yo estoy hecha de otro material diferente del de Brandy. No voy a dejar que esos bastardos se salgan con la suya". Habl¨® Miss Julia.