Esperanza y cultura
Cuando empezaba a decaer en las cadenas privadas el docu-drama "detenci¨®n de Pantoja", la televisi¨®n p¨²blica madrile?a nos ofreci¨® el novam¨¢s de un nuevo formato subinformativo -aunque no exento de intriga y suspense- llamado "inauguraci¨®n de Espe Jota".
Telemadrid llevaba ya un tiempo practic¨¢ndolo, el tiempo entero de una legislatura, pero lo de ayer alcanz¨® unas cimas quiz¨¢ no igualadas desde el No-Do franquista, si bien hay que reconocer, en honor de la presidenta, una diferencia: al caudillo le pon¨ªan en el anzuelo los rodaballos cuando iba de pesca en Galicia delante de las c¨¢maras, mientras que a Espe Jota, llegado el momento emocionante de la retransmisi¨®n en directo en el que quiso tirar con flecha entre unos j¨®venes arqueros, no le ama?aron el tiro. Fall¨® las dos veces, sin dar no ya en el blanco sino ni siquiera en el tablero instalado en un and¨¦n, lo que provoc¨® por cierto dos situaciones de gran comicidad involuntaria: la imagen de un miembro del s¨¦quito presidencial recogiendo del suelo las flechas ca¨ªdas lej¨ªsimos, y el comentario tan espont¨¢neo como abierto al doble sentido de la locutora: "Zapatero, a tus zapatos". ?Expulsar¨¢n del ente auton¨®mico, como a Germ¨¢n Yanke, al c¨¢mara indiscreto y a la periodista inoportuna?
La cosa dur¨® casi cuatro horas, pues una vez terminada la retransmisi¨®n en directo el informativo volvi¨® a glosar sus momentos estelares: las llegadas a las distintas estaciones nuevas del tren con Espe Jota en la cabina de mando, el beso de Judas entre ella y el alcalde al encontrarse en la primera parada, el descubrimiento de la placa conmemorativa en la estaci¨®n de Coslada Central, y el discurso que -no contenta con los v¨ªdeos promocionales tambi¨¦n emitidos- larg¨® Aguirre al final del marat¨®n inaugural. Cuatro horas de obscena propaganda electoral a cargo del erario p¨²blico, que sin duda tambi¨¦n pag¨® el desangelado espect¨¢culo deportivo en la estaci¨®n Estadio Ol¨ªmpico, cercana a La Peineta, y las horas extra de las limpiadoras, rendidas de no haber podido dormir en toda la noche. El locutor que las entrevistaba tuvo una gran ocurrencia al ver que todas eran emigrantes: "Esto s¨ª que es multicultural".
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