Por amor al arte

Pilar Belzunce (IloLlo, Filipinas, 1925) ten¨ªa apenas 13 a?os cuando conoci¨® al que ser¨ªa su marido, Eduardo Chillida (San Sebasti¨¢n, 1924-2002). "Mi fe en ¨¦l era inmensa; siempre consegu¨ªa lo que buscaba. Por eso, yo siempre le dec¨ªa que era un caballito ganador. Y cuando comprendi¨® que su camino era el arte, le apoy¨¦ sin vacilaciones y le di el aliento, el apoyo y la compa?¨ªa en la aventura que ¨ªbamos a emprender", subray¨® ayer.

Sus palabras resonaron en Zabalaga, el caser¨ªo a partir del cual fue tomando forma el sue?o del matrimonio: el museo Chillida Leku, donde descansan desde hace siete a?os algunas de las obras del artista donostiarra. Belzunce recibi¨® all¨ª el Premio Montblanc de la Cultura en reconocimiento a su labor de divulgaci¨®n de la escultura moderna a trav¨¦s de su trabajo como presidenta de la Fundaci¨®n Eduardo Chillida, creada en 1982.

La labor de Belzunce y su apoyo a Chillida se remonta a mucho antes y transciende lo meramente art¨ªstico. "Como todos sab¨¦is, con los a?os le fue llegando el reconocimiento por su trabajo y mi labor era la de estar junto a ¨¦l, ocup¨¢ndome de que pudiera dedicarse en cuerpo y alma a su tarea, sin tener que pensar en los asuntos pr¨¢cticos, que nunca le interesaron lo m¨¢s m¨ªnimo, pero que eran tan necesarios de resolver a diario", record¨®.

Belzunce recogi¨® el galard¨®n: una pluma de oro y 15.000 euros, en un acto presidido por el lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, y al que acudieron personalidades ligadas al mundo de la cultura vasca. La viuda de Chillida donar¨¢ el dinero a la Fundaci¨®n Lenbur de Legazpia, dedicada a la recuperaci¨®n del patrimonio y la memoria industrial de Euskadi. Esta fundaci¨®n tiene previsto poner en marcha este a?o un espacio dedicado al escultor en una antigua nave de la acer¨ªa de Patricio Echeverr¨ªa.

Belzunce es la cabeza visible "de una saga de artistas", elogi¨® Ibarretxe. "Ha roto con el t¨®pico que insiste en que detr¨¢s de un gran hombre hay siempre una gran mujer. Ella nunca ha estado detr¨¢s; siempre estuvo por delante o codo con codo" con Chillida, destac¨® de su lado Hubert Wiese, consejero delegado de Montblanc.

"Fue un matrimonio para el arte y para la vida, en la que tuvieron id¨¦ntica moral y ¨¦tica", apostill¨® ?lvaro Fern¨¢ndez Villaverde, duque de San Carlos y consejero cultural del Premio Montblanc.

Este galard¨®n naci¨® en 1992 con el deseo de "honrar y apoyar a todos aquellos mecenas contempor¨¢neos que dedican tiempo, energ¨ªa y dinero al florecimiento de las artes". Desde entonces, cada a?o reconoce a mecenas de China, Francia, Alemania, Hong Kong, Italia, Jap¨®n, Corea, Reino Unido, EE UU y Espa?a. En este ¨²ltimo caso, un jurado compuesto por el bailar¨ªn Rafael Amargo, el dise?ador Antonio Mir¨® y el escultor Xavier Corber¨® ha elegido a Belzunce.